Nuevo cambio de manos en Indo: la alemana Rodenstock la compra por 160 M€

El grupo germánico está controlado por el fondo Apax

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Imagen de una tienda de ojeras.

El fabricante catalán de gafas y lentes Indo vuelve a cambiar de propietario. Nacida en 1937, esta compañía hace años que va pasando de mano en mano de los fondos de capital riesgo. La última en comprarla es la alemana Rodenstock, una compañía que se dedica al mismo negocio, pero que también está controlada por un fondo, en este caso el británico Apax Partners.

A pesar de que no se ha hecho público el importe de la operación, varias fuentes cifran en 160 millones el precio por el que se ha cerrado la compra.

"Esta operación se basa en una ensambladura estratégica perfecta en términos geográficos, de gama de productos y de eficiencia industrial", ha dicho en un comunicado el consejero delegado de Indo, Enric Florensa, que aterrizó a la compañía en 2019. "La adquisición de Indo [...] nos permitirá aumentar las sinergias en beneficio de nuestros clientes", dice en el mismo documento Anders Hedegaard, consejero delegado del grupo alemán. Sinergias suele implicar despidos a pesar de que la compañía no ha hecho ninguna mención a sus planes de futuro en el ámbito laboral.

Actualmente, Indo da trabajo a 440 personas y opera dos fábricas en Catalunya (en el Papiol y en Barcelona) y una tercera en Marruecos (en Tánger). Por su parte, Rodenstock tiene 4.900 empleados y tiene 14 fábricas en 13 países.

Indo facturó 35 millones de euros en 2020, una cifra que supuso un descenso de casi un 8% por culpa de la pandemia, y perdió 438.000 euros (el año anterior había ganado 620.000). La compañía tiene la sede operativa en Sant Cugat del Vallès, pero la sede social es San Sebastián de los Reyes, en Madrid, donde también está poniendo en marcha un centro de montaje.

A un paso de la desaparición

A pesar de su larga historia, Indo estuvo cerca de desaparecer en 2013, cuando estaba en concurso de acreedores y fue adquirida por Sherpa Capital por 6 millones de euros (y asumiendo una deuda de unos 10 millones). Cinco años después, el fondo luxemburgués Ergon Capital se quedó un porcentaje mayoritario de la compañía (aproximadamente un 70% del capital), mientras que el resto del accionariado estaba en manos de Sherpa, Oquendo y el equipo directivo. Ahora, con la venta, los tres grandes accionistas saldrán del capital.

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