"Es una tomadura de pelo": Fomento eleva el déficit de infraestructuras en Cataluña a los 42.500 M€

Barcelona"El déficit en infraestructuras del 2009 al 2023 en Catalunya asciende a la escandalosa cifra de 42.500 millones de euros; esta es una situación intolerable, una tomadura de pelo y apelo a las administraciones públicas para que solucionen esta situación" . Así ha descrito la situación de falta de inversión pública en Catalunya el presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, en un encuentro con los medios este martes, junto con la presidenta de la comisión de infraestructuras, Anna Cornadó; el director de estudios y economía, Salvador Guillermo, y el presidente de la Cámara Oficial de Contratistas de Obras de Cataluña (CCOC), Lluís Moreno.

Una denuncia que la patronal reitera cada año, pero que "desgraciadamente es un déficit que en vez de disminuir cada vez, año tras año va a más", recordó Sánchez Llibre. De este modo, asegura: "Dada la situación actual, ahora se haría más necesario que nunca apelar al resto de opciones y administraciones políticas de Catalunya para hacer un pacto catalán y hacer frente a ese déficit que llevamos años arrastrando" . "Me da cierta vergüenza denunciar públicamente año tras año esta nefasta actuación en la gestión de las diferentes administraciones públicas" en la inversión en infraestructuras durante los últimos 14 años, ha añadido Sánchez Llibre. Al preguntarle por el peso de cada administración, Guillermo ha detallado que el déficit "viene principalmente de la administración central y, en algunos casos, de la Generalitat".

Aparte, en cuanto a la propuesta de financiación singular, Foment ha recordado el manifiesto que firmó junto con unas 19 entidades económicas y sociales más, en la que reclamaba una reforma en la financiación a Catalunya, y ha afirmado que "cualquier nuevo sistema de financiación que presuponga más recursos para los ciudadanos catalanes será bienvenido".

Un 2,2% del PIB

Según el informe elaborado por la patronal, el conjunto de las administraciones públicas debería realizar una inversión anual equivalente al 2,2% del producto interior bruto (PIB) catalán. La presidenta de la comisión de infraestructuras de Fomento, Anna Cornadó, ha explicado que en 2023 la inversión pública en España –incluyendo defensa– fue del 3% del PIB y que la media en la Unión Europea (UE) fue del 3,5% del PIB.

"En España, la inversión pública es mucho más irregular que en el resto de la zona euro", ha dicho, y ha señalado que para solucionar el problema, no hay otra vía que aumentar la inversión en infraestructuras. La patronal considera que esta situación podría resolverse si todas las administraciones pudieran plantear una inversión del 2,2% en infraestructuras.

Cinco mejoras clave

Sánchez Llibre ha sido claro: "Ahora ya no sólo pretendemos enviar este estudio a las diferentes formaciones políticas y administraciones públicas, porque lo hemos hecho cada año y no nos han hecho caso; ahora ya nos atrevemos a decir que apelamos a las formaciones políticas más relevantes para que sean capaces de realizar un gran pacto de infraestructuras".

En este sentido, desde la patronal detallan que hay cinco grandes proyectos de infraestructuras que deberían priorizarse en Catalunya. El primero es la mejora de la movilidad por ferrocarril, con la ejecución del Pla de Rodalies, la ampliación del metro de Barcelona y la ejecución del tranvía del Camp de Tarragona, entre otros. "Se han cumplido 2.400 millones, pero faltan otros 4.000 millones aún por cumplir con el plan", ha reivindicado el presidente de la Cámara Oficial de Contratistas de Obras de Catalunya (CCOC), Lluís Moreno.

Fomento también apunta como necesidad de mejorar la seguridad vial y la conectividad intercontinental, con la ampliación del aeropuerto de El Prat y la conexión de los tres aeródromos catalanes a la red de alta velocidad ferroviaria. Asimismo, el informe incide en la mejora del transporte de mercancías por ferrocarril, con el Corredor Mediterráneo o la planificación de una línea transversal, y subraya la necesidad de mantener las inversiones de autoabastecimiento hídrico, con la conexión entre las dos cuencas que hay en Cataluña, entre otros.