El plan de la Generalitat para convencer a los ampurdaneses de poner molinos en el mar
El gobierno catalán tiene previsto instalar una planta experimental de eólica marina flotante frente al Estartit, pero campesinos, ayuntamientos y entidades están en contra
GeronaEl futuro parque de eólico marino flotante en el golfo de Roses genera muchísima contestación ciudadana en el Empordà. Según el plan de ordenación del espacio marítimo (POEM) aprobado por el Gobierno español hace más de un año, entre las islas Medes y el cabo de Creus, antes del 2030 se pondrán en funcionamiento cientos de molinos de viento sobre el mar. La Generalitat está completamente a favor, pero no a cualquier precio. Por eso, paralelamente a los planes de Madrid, prepara una zona de ensayo, frente a la costa del Estartit, para testear prototipos, mejorarlos y recoger datos sobre el terreno con el objetivo de reducir al máximo el impacto medioambiental del futuro parque de Roses. El proyecto del gobierno catalán, llamado Plemcat, instalará a tres aerogeneradores de una potencia unitaria de 15 MW a 25 kilómetros del litoral, conectados a una nueva subestación en Vilaür a través de una línea de evacuación terrestre subterránea de 16 kilómetros. La idea es que empiecen las pujas a principios del 2025 y esté todo operativo en el 2026.
Ahora bien, este banco de pruebas, lejos de apaciguar los ánimos de los contrarios a la eólica marina, ha causado aún más alboroto. La plataforma Stop Macro Parque Eólico Marino, contraria a cualquier escenario que incluya molinos en el Empordà, acaba de presentar alegaciones al proyecto y critica que no tiene ningún sentido realizar ensayos en una de las zonas con "más biodiversidad del Mediterráneo occidental". "Es como si alguien ensayara un sistema para apagar incendios en medio de la selva", defiende el biólogo Ferran Vallespinós, miembro de la plataforma.
Los campesinos, preocupados por el trazado de la línea de evacuación
Más allá de las entidades que conforman Stop Macro Parc, el horizonte del Plemcat también ha molestado a los campesinos de la costa. La línea de evacuación subterránea atravesará 254 fincas de Ventalló, Armentera, Sant Mori, Sant Pere Pescador, Vilaür y L'Escala, pero los propietarios afectados por este cableado bajo tierra denuncian que les estropeará los terrenos agrícolas y piden que se replantee el recorrido. "Nos preocupa que el agujero afecte a los campos y que, por culpa de la perforación que viene del mar, el agua salada entre en el acuífero del Fluvià y se nos salinecen los cultivos", dice Narcís Poch, coordinador de Unió de Agricultores en las comarcas de Girona.
De estos 16 kilómetros de trazado terrestre subterráneo, un tercio de la zanja pasará por caminos de titularidad pública, dos terceras partes por umbrales de fincas agrícolas y, en 13 casos, cruzará plantaciones justo de por medio. En todos los casos que afectan a particulares, aunque sea por el umbral, la Generalitat deberá realizar expropiaciones por la servidumbre parcial y temporal de la finca. Para pasar la línea de evacuación, habrá que hacer un agujero, colocar el cable y volver a taparlo. El departamento asegura que se podrá volver a cultivar con normalidad, también manzanos u olivos, el cultivo mayoritario en la zona, pese a ser de raíces hondas. Unió de Pagesos pone en duda la rentabilidad de las compensaciones: "Son muy injustas porque no prevén que la cosecha pueda salir mal y, además, al cabo de los años, cuando haya que quitar el cable, habrá que reparar la tierra", lamenta Poch.
El temor de especulación en los terrenos
Aparte de los hipotéticos problemas con la cosecha, los campesinos y la plataforma Stop Macro Parc también temen que la futura línea de evacuación sea un primer paso para convertir la zona en una gran base industrial con usos comerciales que atraiga a inversores de fuera: "Nos preocupa que, más allá de la afectación momentánea, el Plemcat dé pie a la especulación y vengan empresas del sector a comprar nuestros terrenos para invertir en las inmediaciones de la línea", certifica Narcís Poch.
Acción Climática, sin embargo, asegura que el parque estará dedicado exclusivamente a la investigación y que la energía derivada de la investigación no se utilizará con fines comerciales. El departamento avisa de que, una vez el parque de Roses esté operativo, la planta experimental, que se prevé que tenga una vida útil de unos 30 años, seguirá sirviendo para probar nuevos flotadores, aerogeneradores y técnicas que permitan avanzar en la investigación de la eólica marina flotante.
Los ayuntamientos, molestos por las formas
Ocho de las fincas atravesadas por el trazado de evacuación se encuentran en Ventalló. El Ayuntamiento de este municipio se muestra molesto con la Generalitat, no por discrepancias sobre la energía renovable en el Empordà, sino por las formas y los plazos: "Conocíamos la existencia del Plemcat, pero nunca se nos va hablar de una línea de evacuación. Nos enteramos 48 horas antes de la publicación del BOE. Generalitat un nuevo trazado, que pase por caminos municipales y no afecte a los cultivos agrícolas.
Para intentar llegar a un acuerdo, los ayuntamientos afectados y Acció Climàtica han celebrado una primera reunión conjunta, que ambas partes definen como "positiva".