El plan secreto que mantiene viva la ampliación de El Prat

Barcelona“Ahora es cuando empieza el trabajo de verdad”. La frase se oyó en el sector aeroportuario catalán a mediados de septiembre, justo cuando el gobierno central se dio por vencido y anunció que suspendía el proyecto de ampliación del aeropuerto del Prat. Porque según ha podido saber el ARA, desde aquel mismo momento se puso en marcha una operación, alejada de los focos, para tratar de resucitar el proyecto.

Si en el primer embate, que se alargó durante la primavera y el verano del año pasado, los defensores de la ampliación de El Prat fueron Aena, la empresa controlada por el Estado, y las diferentes administraciones socialistas, en este segundo intento quien ha levantado la bandera vuelve a salir de las filas socialistas. Jaume Collboni, alcaldable del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, habló en estos términos en un acto en el Cercle d'Economia el 18 de marzo. “No tiro la toalla”, dijo Collboni, que recordó los estudios según los cuales la ampliación traería 83.000 nuevos puestos de trabajo directos y 364.000 de indirectos.

El primer teniente de alcaldía del consistorio propuso retomar el debate sobre la ampliación —un debate que enfrentó a patronales con movimientos ecologistas pero que también tensó el gobierno central, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona por la oposición de ERC y los comuns y la posición favorable de socialistas y Junts— a través de un grupo de trabajo que establezca las bases del proyecto. En presencia del ministro de Asuntos Exteriors, José Manuel Albares, y del presidente del Cercle d'Economia, Javier Faus, Collboni apeló a “la ambición global” de la capital catalana para defender el proyecto. En el acto, Faus replicó que se comprometía a liderar este replanteamiento del proyecto. De hecho, fuentes aeroportuarias han explicado a este diario que no se puede descartar que el Cercle, como parte de su compromiso con la ampliación, organice unas jornadas para abordar el debate.

Entre los partidarios de recuperar el proyecto se recuerda un hecho: que quedara excluido del DORA 2022-2026 no es en absoluto un impedimento para intentar reactivarlo. “Hay una parte que tiene que salir de las mesas técnicas, que no es inversión, solo discusión y buscar el consenso”, exponen estas voces. Además, señalan que las principales inversiones que harían falta para ampliar el aeropuerto no son ni de lejos inminentes, porque se harían ya llegando al 2030.

La pregunta es si ya se están manteniendo reuniones para desencallar una cuestión que monopolizó el debate económico en Catalunya durante todo el verano pasado. Oficialmente, no. Ahora bien, diferentes fuentes del sector han coincidido en explicar que sí que hay encuentros discretos y que por parte de Aena ha tenido un papel Javier Marín, director general de aeropuertos de la compañía.

Obstáculos para el entendimiento

Este segundo intento, sin embargo, contará con dificultades muy similares a las que se encontró en la primera oportunidad. El proyecto de ampliación afecta zonas de alto valor ecológico y lo hace en un contexto internacional de máxima preocupación por el cambio climático. En su momento las organizaciones ecologistas ya demostraron que sus tesis encontraban un apoyo importante entre la ciudadanía y, de hecho, el último barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió reflejaba que el 49% de los catalanes cree que la reforma no se debería hacer y que solo un 31% apoya.

Otro impedimento es el calendario. Desde Aena se recuerda que la urgencia de incluir la ampliación en el DORA 2022-2026 no era un capricho. “Fue petición de los técnicos porque son obras que tienen procesos de tramitación administrativa y contratación pública muy largos”, apuntan. Además, el proyecto sigue sin tener el apoyo de una pieza clave como es Esquerra. El partido del president de la Generalitat se opuso y sin ERC cuesta creer que el proyecto pueda salir adelante, por más que contara con el apoyo de Junts y del vicepresidente Puigneró.

¿Ha cambiado de idea Esquerra? Públicamente nada lo hace pensar. Pero, de nuevo desde la discreción, también aquí ha habido movimientos. En el mundo aeroportuario constan reuniones de un emisario de Esquerra con expertos del sector antes y después de Navidad, cuando el proyecto, oficialmente, estaba muerto. Nadie sabe decir si esto puede anticipar un cambio de rumbo de ERC, si es reflejo de un debate interno o si sencillamente está intentando refrendar el argumentario de su oposición al proyecto. Fuentes del sector han explicado al ARA que Aena es conocedora de estos movimientos pero que ve con escepticismo un posible cambio de postura. Sea como fuere, la ampliación de El Prat está lejos de ser un proyecto olvidado.