El sector porcino catalán cierra un buen 2021 a pesar de los problemas de los últimos meses

BarcelonaEl sector porcino catalán cerró el 2021 con cifras positivas, a pesar de que en los últimos meses del año se incrementaron los costes tanto de la energía como de la alimentación del ganado, lo cual ha llevado al sector a tener pérdidas en diciembre, según ha explicado este miércoles Rossend Saltiveri, responsable nacional del sector porcino del sindicato agrario Unió de Pagesos.

De media, el margen de beneficio de la carne porcina en Catalunya se situó el año pasado en dos céntimos de euro por kilo, un valor que el sector considera "positivo", pero que cayó a partir del verano, en parte por la recuperación de la producción en China y también por la menor demanda en los mercados del norte de Europa, puesto que el covid ha reducido el consumo de cerdo, muy habitual en los encuentros sociales. Además, a este hecho hay que añadir el incremento del coste del pienso y de los costes de la electricidad y de los combustibles, lo que ha provocado un escenario "muy negativo", según Unió de Pagesos. En este sentido, en diciembre el sindicato calcula que los productores tuvieron unas pérdidas de 33 céntimos por kilo de carne, ha asegurado Saltiveri.

China fue un año más el principal mercado de destino para la carne de cerdo catalana, a pesar de que a niveles inferiores a los otros años. De los más de dos millones de toneladas de carne sacrificada en Catalunya, se exportaron 1,63 millones, es decir, el 79% de la producción.

El peligro de la PPA

De cara al 2022, Saltiveri cree que una de las principales amenazas que tendrán las explotaciones catalanas será la peste porcina africana (PPA), una enfermedad que ha causado estragos en China y que, de momento, no ha afectado al sector porcino en España. No obstante, el responsable sindical ha recordado que, a diferencia de Bélgica y Austria, donde se erradicó, en Alemania no se ha eliminado la epidemia desde el 2019, lo cual ha hecho perder acceso a muchos mercados a los granjeros del país.

Saltiveri ha destacado que recientemente se han detectado casos de PPA en jabalíes en Italia, cerca de la frontera con Francia, por lo que ha pedido a las autoridades que tomen medidas para evitar que la enfermedad se expanda hasta Catalunya. Es por eso que reclama que se lleve a cabo "una reducción de la fauna salvaje" y que, además, España llegue a acuerdos con China para regionalizar las explotaciones, cosa que permitiría que si se detectan casos de PPA en una comunidad autónoma solo se prohíba la exportación de carne desde ese territorio y el resto de comunidades no se vean afectadas.

Petición de dimisión de Garzón

Saltiveri ha reiterado la petición de dimisión para el ministro de Consumo, Alberto Garzón, después de las declaraciones en las que criticaba las macrogranjas ganaderas en España. En una entrevista publicada el día después de Navidad en el diario británico The Guardian decía que las grandes explotaciones ganaderas españolas producen carne de "mala calidad" que se acaba exportando. Según el ministro, las macrogranjas "contaminan el suelo" y "el agua" y son responsables de "maltrato animal", así como de "un impacto ecológico descomunal y desproporcionado". El sector no tardó en criticar duramente las declaraciones, pero ante esta situación Garzón defendió su posición y aseguró que es víctima de un ataque mediático por parte del "lobi de ciertas grandes empresas que promueven macrogranjas contaminantes".

Desde Unió de Pagesos consideran "inadmisible" e "intolerable" lo que dijo Garzón, ha declarado Saltiveri. "No se pueden aceptar de ninguna forma estas afirmaciones a la ligera. Tenemos un ministro que no está a la altura", ha añadido. Según el dirigente sindical, en Catalunya "no hay macrogranjas" porcinas porque "tenemos una limitación que no tiene ningún otro país" a un máximo de 720 reses. Igualmente, ha recordado, pronto también se limitará el total de animales permitidos en explotaciones con ganado vacuno dentro del sector lechero.

Las palabras del ministro también fueron desautorizadas por el gobierno del que forma parte. La portavoz del ejecutivo español, Isabel Rodríguez, calificó las declaraciones de "percepción personal", a la vez que defendía que el papel del sector ganadero es "fundamental desde el punto de vista económico" y que la industria se ajusta a "los estándares de calidad", laborales y medioambientales.