El cargador universal es ya el único permitido en la UE
Los ordenadores portátiles todavía tienen hasta 2026 para incorporar el cargador USB-C
BarcelonaTodos los cargadores de teléfonos móviles, tabletas, cámaras, auriculares, altavoces y videoconsolas portátiles, entre otros dispositivos, tendrán que ser USB de tipo C de forma obligatoria en todos los países de la Unión Europea (UE) desde este sábado, 28 de diciembre. Se trata de una directiva que entró en vigor el 27 de diciembre de 2022, y desde entonces los fabricantes han tenido dos años para su implementación. El consejo de ministros del gobierno español adoptó esta decisión el pasado abril.
Esta nueva norma establece que los Estados miembros deben utilizar este formato como cargador universal en sus equipos portátiles, con la única excepción, de momento, para los ordenadores y los relojes inteligentes. Los ordenadores portátiles todavía tienen de margen hasta el 28 de abril de 2026 para adaptarse a la directiva. De igual forma, exime de la obligación de adoptar los cargadores USB tipo C los relojes inteligencias y las pulseras de actividad, por su tamaño y condiciones de uso.
La normativa también armoniza los requisitos de carga rápida y ofrece a los consumidores la opción de no recibir un cargador nuevo con cada compra de dispositivo. El objetivo de esta ley es triple: garantizar la comodidad de los consumidores, reducir los residuos electrónicos y evitar la fragmentación del mercado de los dispositivos de carga. Esta normativa permite mitigar, por tanto, el llamado bloqueo tecnológico, por el que un consumidor se convierte en cautivo de un fabricante concreto al adquirir uno de sus dispositivos.
Su aprobación no estuvo exenta de polémicas, sobre todo por las reticencias de Apple –que ha marcado el hecho de que sus accesorios no sean compatibles con los de otros fabricantes– a adoptar un cargador universal. El sistema que regía hasta ahora –en el que compartían espacio el USB 2.0 Micro B, el USB-C y el Lightning (exclusivo de Apple) gracias a un acuerdo del 2009– contribuía a generar hasta 11.000 toneladas al año de residuos electrónicos, según estimaciones de la Comisión Europea. Por último, la firma de Cupertino lo aceptó y desde hace un año sus últimos modelos ya incorporan el cargador universal.
La normativa pretende poner freno a estas cifras y permitir a los consumidores comprar nuevos dispositivos electrónicos sin tener que adquirir un cargador extra, lo que ahorrará a los ciudadanos hasta 250 millones de euros anuales en cargadores innecesarios. Esta ley se enmarca en una estrategia más amplia de la UE para reducir los residuos electrónicos e informar a los consumidores para que tomen decisiones más sostenibles.
"Seguiremos de cerca cómo se adaptan los fabricantes a estos cambios, y esperamos con interés los estudios de la Comisión sobre la evolución de la carga inalámbrica y los futuros requisitos", dijo el viernes la presidenta de la comisión de Mercado Interior del Parlamento Europeo, Anna Cavazzini. Para esta eurodiputada del grupo de Els Verds, "es vital garantizar que los consumidores tengan las herramientas para seguir tomando decisiones inteligentes y sostenibles a medida que evoluciona el mercado".