Choque con la realidad con la Hacienda propia
El plan director sobre la Hacienda propia encargado a la empresa Indra, y que se ha conocido este jueves, representa un choque con la realidad tanto para el PSC como para ERC. En efecto, ahora ya se puede afirmar que el contenido del pacto firmado entre los dos partidos para investir a Salvador Illa era irrealizable en cuanto a los plazos, y que por tanto era imposible que en un año la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) pudiera recaudar ya el IRPF de este año 2025 el próximo año. El documento deja claro que el próximo año, así como en el 2027, lo único que podrá ofrecer la ATC es "la asistencia" al ciudadano para poder hacer la declaración, pero no la recaudación en sí. Y que no sería hasta 2028 que se empezará a iniciar "la aplicación tributaria de determinadas funciones en el ámbito del IRPF". Es decir, el documento ni siquiera marca un horizonte de cuándo podrá asumir la ATC el 100% de la gestión y recaudación del IRPF, y simplemente fija cuáles son los pasos a realizar, en lo que llama "primera fase de despliegue", que durará tres años.
La hoja de ruta que dibuja Indra, y que incluye la contratación de cientos de personas, el desarrollo de una plataforma tecnológica propia y la apertura de nuevas sedes del ATC, es más realista, aunque no exenta de grandes dificultades. Por ejemplo, todo el proceso está pendiente de unas modificaciones legislativas que deben aprobarse en el Congreso, como la de la Lofca, para las que en estos momentos no solo no hay acuerdo entre ERC y el PSOE, sino que ni siquiera están asegurados los apoyos parlamentarios. Se trata, pues, de un proceso de enorme complejidad técnica que se quiere llevar a cabo con una mayoría frágil en el Congreso y con una oposición furibunda de los funcionarios. Ésta es la cruda realidad.
El camino que se inicia, pues, será mucho más largo y difícil de lo que se dijo cuando se presentó el acuerdo, que firmaron hace un año en un acto solemne en la Biblioteca de Catalunya, recordémoslo, la ex secretaria general de ERC, Marta Rovira, y la viceprimera secretaria del PSC, Lluïsa Moret. Como dice el dicho, el papel lo aguanta todo, e incluso cuando hay voluntad política, no todo es factible: existe una realidad técnica que no se puede ignorar. En este caso, resultaba ilusorio pensar que podía replicarse en un año y pico lo que la Hacienda española, a través de la AEAT, ha construido desde hace medio siglo. Para hacerse una idea, para formar a un experto tributario se necesitan años, al igual que quitarse unas oposiciones a inspector de Hacienda cuesta de media entre tres y cinco años.
El objetivo de construir una Hacienda catalana es legítimo y deseable, pero serán necesarios muchos más años de los que se dijo y destinar muchos esfuerzos y recursos a ello. reto, lo que toca es poner manos a la obra y dedicarle todo tipo de recursos necesarios si de verdad se quiere impulsar la Hacienda propia.