La economía estadounidense comienza a sufrir el efecto Trump
En los tres primeros meses de gobierno de Donald Trump, la economía estadounidense ya ha empezado a dar señales de debilidad. Los datos oficiales indican que en el primer trimestre de 2025 el PIB se ha contraído un 0,3% interanual, un crecimiento negativo que no se veía desde la pandemia. Los motivos son diversos, pero los analistas coinciden en que las políticas erráticas de Trump, sobre todo la guerra arancelaria, están empezando a impactar no sólo en los resultados de las empresas sino en los patrones de consumo. Y eso que esos datos aún no recogen el efecto del llamado "día de la liberación", que fue el 2 de abril y provocó un terremoto en bolsa de tal magnitud que obligó al presidente estadounidense a dar marcha atrás y decretar una tregua de 90 días en los aranceles que quería imponer a todo el mundo, ex.
Este primer trimestre, sin embargo, sí recoge el impacto de los aranceles en sus vecinos, México y Canadá, y parte de los impuestos en China, por lo que lo que provocó es un aumento destacado de las importaciones. Es decir, los consumidores decidieron realizar compras de productos extranjeros ante la posibilidad de que aumentaran de precio. El caso es que las perspectivas de cara al segundo trimestre son aún peores, porque la guerra comercial con China está provocando ya efectos en las cadenas de suministro, porque el turismo está bajando debido al rechazo de muchos europeos y canadienses a viajar a Estados Unidos, y porque la incertidumbre general sobre las políticas de Trump está minando la confianza de los consumidores en el futuro. Si en el segundo trimestre se mantiene el crecimiento negativo, Estados Unidos habrá entrado en una recesión técnica y entonces habrá que ver cuál es la reacción tanto de los sectores económicos como de muchos ciudadanos que votaron a Trump con la esperanza de que mejoraría su nivel de vida y ahora se encuentran con que está ocurriendo justo lo contrario.
Mientras tanto, Trump ha dedicado este miércoles a celebrar sus primeros 100 días haciendo un discurso triunfalista, sacando pecho de las deportaciones masivas, criticando a los jueces que se interponen en sus planes y dejando claro que los malos datos económicos no son responsabilidad suya sino el resultado de las políticas de la política. Pero basta con echar un vistazo a los mercados para ver que nadie se cree este discurso y el miedo sigue marcando el comportamiento de los inversores.
Y aún otro apunte: faltan dos meses para que se acabe la tregua en los aranceles y aún no hay rastro de los "grandes acuerdos" que Trump prometió conseguiría en un breve periodo de tiempo. De hecho, lo que ha pasado estas semanas es que ni China ni Europa han aceptado el chantaje de los aranceles. En el norte del país, en Canadá, el liberal Mark Carney acaba de ganar unas elecciones que tenía perdidas con un discurso muy claro de hacer frente a Trump y no se dejará intimidar. Las próximas semanas serán claves, porque hasta ahora Trump sólo ha rectificado cuando se ha visto forzado por los mercados y la economía.