Trump frena la economía mundial
La guerra de los aranceles provocada por el presidente estadounidense, Donald Trump, está suponiendo un freno para la economía mundial, un freno más acusado en los dos principales contendientes de la pugna comercial: Estados Unidos y China, convertida en el objetivo prioritario de su ataque arancelario. El último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) es un nuevo aviso de la inseguridad e inestabilidad que está generando la agresividad económica de Trump, una política que hay señales de que le puede devolver como un boomerang.
Para el mundo económico, la previsibilidad es un elemento clave a la hora de gestionar el presente y proyectar el futuro, tanto en el terreno de las inversiones empresariales como del consumo privado. Cuando los emprendedores y las familias se sienten inseguros, cuando ven señales de inestabilidad, las transacciones de todo tipo se ralentizan. Este es el escenario en el que nos estamos instalando en una realidad económica mundial que lleva décadas claramente globalizada e interconectada. Como se está viendo, una decisión en Washington –en este caso una cascada de decisiones– tiene repercusiones inmediatas en Pekín y en todas partes. Lo hemos experimentado muy gráficamente en las últimas semanas con las bolsas. En esencia, de eso es de lo que advierte el FMI, según el cual, si no se produce un cambio de rumbo y, por tanto, se mantiene la incertidumbre, el panorama para este año y el siguiente será de desaceleración.
Europa parece que en parte está esquivando la sacudida. Y en el caso de España, gracias al viento de cola que llevaba, no le estaría afectando. De hecho, según el informeWorld economic outlookque publica el FMI trimestralmente, la economía del Estado mejora en 0,2 puntos la previsión realizada en enero, hasta el 2,5%. Así pues, España se mantiene un trimestre más como el país más dinámico de la Unión Europea. Pero a nadie se le escapa que su dinamismo está demasiado basado en el sector turístico y en trabajos de poca calificación y baja remuneración. La reconversión hacia una economía de mayor valor añadido sigue siendo una exigencia si realmente Catalunya y el conjunto del Estado quieren asegurarse un sólido crecimiento en los próximos años. Una economía, por ejemplo, con trabajos más cualificados y, por tanto, sueldos más altos. De hecho, en el conjunto europeo, el punto de optimismo del FMI se basa en dos factores: un "crecimiento real de los sueldos" que está propiciando un mayor consumo de las familias, y la mayor subida del gasto público en Alemania, la mayor economía del continente, donde recientemente se ha modificado la Constitución para eliminar los límites al déficit público. Según el FMI, la zona euro crecerá un 0,8% este año y un 1,2% en 2026.
En el caso de EE.UU., las cifras son mejores, pero la proyección es de estancamiento: 1,8% para 2025 (un punto porcentual por debajo de la tasa2 de crecimiento la anterior previsión para 2025) y 1,7% para 2026. En cuanto a China, pasaría del 4,6% en el informe de enero al 4%, y para 2026, también se quedaría en el 4%. La guerra comercial de Trump es, en definitiva, un mal negocio para todos.