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DO Tarragona: el vino del Imperio Romano que crece con fuerza

Elaborar vino al amparo de una denominación de origen es garantía de origen y calidad, el reflejo de una tradición histórica catalana y europea que ahora se promueve con la campaña "Catalunya, donde el vino es cultura. El valor del nuestro paisaje, la riqueza de nuestro vino"

Uva de la variedad chardonnay
Redacció
20/12/2024
3 min

El logotipo de la DO Tarragona luce un ánfora que sintetiza la presencia milenaria de la vitivinicultura en esta denominación de origen y también la vincula con el Imperio Romano y su legado cultural. El ánfora era el recipiente de cerámica que se utilizaba en la antigüedad para almacenar y transportar el vino que se exportaba a toda Europa, donde se hacía constar su procedencia geográfica de la Tarraconense.

Geográficamente, la DO Tarragona se sitúa entre el río Ebro y el mar Mediterráneo. El clima típicamente mediterráneo y la marinada, el viento que sopla del suroeste, tienen una gran influencia sobre los vinos que se producen.

Los vinos blancos se elaboran principalmente con variedades autóctonas, pero cabe destacar su macabeo, la apuesta decidida por hacer de la Denominación de Origen Tarragona una DO singular. Tanto los vinos rosados ​​como los vinos tintos, elaborados mayoritariamente a partir de variedades de uva como el tempranillo y la garnacha, son firmes y aromáticos. También se elaboran vinos espumosos, a partir de métodos tradicionales y ancestrales. Sin olvidar los vinos Tarragona Clàssics, responsables del crecimiento del sector vitivinícola de la zona. Finalmente, en esta DO también se realizan mistelas, moscateles, vinos rancios y el vino blanco, hecho a partir de uva sobremadurada.

Actualmente, casi una treintena de bodegas hacen sus vinos dentro de las cooperativas modernistas proyectadas por arquitectos como Cèsar Martinell hace más de un siglo, en bodegas familiares con cinco generaciones o en bodegas nuevas impulsadas en muchos casos por jóvenes enólogos forjados en la Facultad de 'Enología de la Universidad Rovira y Virgili de Tarragona.

La DO Tarragona está formada por 27 bodegas y 3.400 hectáreas de cultivo de viñedo. En Catalunya, en total, se producen 340 millones de botellas de vino –90 millones de vino tranquilo y 250 espumoso–, un 50% de las cuales se comercializan en Catalunya. El resto se comercializan en España y en el exterior –principalmente en Reino Unido, Suecia, Alemania y Estados Unidos.

Además de la DO Tarragona, Cataluña dispone actualmente de diez denominaciones de origen más de producción de vino, aparte de la DO Cava: Priorat, Montsant, Terra Alta, Cuenca de Barberà, Penedès, Cataluña, Costers del Segre, Empordà, Pla de Bages y Alella.

La Ruta del Vino de la DO Tarragona

Hasta dieciocho bodegas de esta denominación de origen se han unido para crear la Ruta del Vino de la DO Tarragona. La ruta ofrece la posibilidad de adentrarse en una zona privilegiada para el cultivo del viñedo con experiencias singulares que maridan el vino con la gastronomía, el deporte y la cultura. Propuestas de enoturismo, dirigidas a diferentes tipos de público –parejas, grupos, familias– que buscan el disfrute y la cata de vinos que hablan de paisajes que van desde Tarragona y el mar Mediterráneo hasta el interior rural del campo tarraconense, la sierra de Prades y el valle del río Ebro.

Los vinos de la DO Tarragona no hacen mucho ruido –todavía–, pero se están despertando y crecen con fuerza. La DO Tarragona tiene detrás historia antigua, un pasado glorioso y una industria potente de vermuts, de cooperativas, del gran río y de una excelente cocina de producto que mira al mar y al interior.

El enoturismo en Cataluña

Detrás de cada botella que se produce en Cataluña hay un universo que se muestra destapándola. Y al probarla, te revela su carácter franco, la naturaleza del paisaje en el que ha nacido, la personalidad de quien la ha forjado y el espíritu de quien la ha hecho crecer.

Viajar por todos los rincones del país, evocar paisajes, escuchar a personas, sumergirse en su historia y compartir un legado milenario, entender sus orígenes, empezar una botella, sentir el viaje y saborear la vida: esto es l experiencia del enoturismo en nuestro país.

En total, Cataluña dispone de más de 300 bodegas visitables. Te abren las puertas de su casa para que pruebes sus especialidades y, a la vez, conozcas el contexto histórico, social y cultural, que convierte nuestra casa en un destino enoturístico único.

En estas más de 300 bodegas, y también en las dieciocho de la DO Tarragona, podrás conocer desde la llegada del cultivo de la viña a nuestro país hasta el centenar de bodegas cooperativas de estilo modernista –conocidas como catedrales del vino–, las barracas y los lagares de piedra recuperados en medio de los bosques, los museos de la vida campesina, las fiestas tradicionales dedicadas al vino que todavía se conservan y las grandes bodegas del país que se levantan como símbolos contemporáneos de la importancia del vino en la gastronomía catalana.

Y es por eso que podemos decir que en Cataluña el vino es cultura.

Espacio Amparo Moliner: DO Tarragona

L’“influent” Plini el Jove estimava els vins de Tarragona

El logo que distingue a la DO Tarragona es un ánfora romana, de color tierra, con tres franjas onduladas blancas, como el mar. Porque si hablamos de historia, de vino a lo largo de los siglos, la provincia Tarraconense ha sido glosada por los primeros "gastrónomos" de la humanidad: Plinio el Viejo encontraba que eran los mejores del imperio. Y Plinio el Joven, un "influyente", amaba los dulces.

En el siglo XIX, los dulces de Tarragona se exportaban a ultramar. Pero la filoxera cambió todo. Viñedos destruidos, viñedos replantados. El movimiento cooperativo, tan fascinante e importante, surge entonces, y hoy nos da la posibilidad de visitar preciosas bodegas modernistas. En 1910 se pone en marcha la Estación Enológica de Reus, con la primera Escuela de Enología de Catalunya. La DO se crea en 1945, para cuidar a los —algunos de ustedes recordarán su nombre— Tarragona Clásicos.

Hoy, esta querida DO, presidida por una mujer, a medias científica a medias apasionada, Maria Rosa Blanch, pone en el mapa del mundo el macabeo, la variedad emblema de la DO, la más plantada. Descubrir la DO Tarragona es descubrir esta uva única, con sabor a almendro y perales plantados junto al mar, olfateando su brisa salada.

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