La elegancia se viste de rojo en la alfombra de los premios Goya

BarcelonaLa noche del sábado no solo ha servido para celebrar el cine español, sino también para reivindicar la alta costura en un desfile lleno de elegancia y estilo propio. Si bien el día de los premios Goya ha coincidido con la celebración del Carnaval, ha quedado claro que los invitados han dejado los disfraces y excentricidades para otro día. De hecho, ha sido tan así, que los premios Goya han seguido la misma dinámica que se vio en los premios Gaudí, en los que junto a vestidos exuberantes lucidos por mujeres se ha podido ver la monotonía de los esmoquines blanquinegros de la gran mayoría de varones.

Si la gala tuviera que definirse por un color, sería claramente el rojo. Precisamente el rojo que no ha tenido la alfombra que se ha extendido en el recinto ferial de Valladolid, que más bien era de tonalidades lilosas o moradas. Invitados como Belén Rueda, Blanca Romero, Enric Auquer y Pilar Palomero han escogido total looks rojos como la sangre. Tampoco asustaron los vestidos con largas colas, como las que lucieron Hiba Abouk o Cayetana Guillén Cuervo, dos actrices que se distanciaron del brillo del rojo y apostaron por una apuesta minimalista pero no menos austera.

Si los Gaudí fueron cosa de Teresa Helbig, quien también se ha dejado ver con los diseños de Pilar Palomero, Leonor Watling y Patricia López Arnaiz, la alta costura de los Goya se la ha llevado Isabel Sanchis. La casa valenciana de sastrería empezó en la década de los 2000 a hacerse un hueco en grandes eventos, fiestas y celebraciones. De hecho, la diseñadora Isabel Sanchis, nacida en 1956, recibió el pasado otoño el premio L'Oreal a la mejor colección presentada en la Mercedes-Benz Fashion Week. Para Sanchis sus vestidos muestran "la unión entre la artesanía tradicional y las técnicas más vanguardistas creando piezas fuertes y espectaculares que parten del prêt-à-porter".

De hecho, uno de los vestidos que más sensación ha causado ha sido el modelo de Sanchis que ha elegido Cayetana Guillén Cuervo. La actriz y presentadora ha sido una de las invitadas que más miradas ha captado, con un diseño iba mucho más allá de la sastrería habitual. A pesar de ser atrevido por su forma en tres dimensiones de unos garabatos silueteados con tinta negra, el diseño de Isabel Sanchis es simple en la forma y contrasta el color negro con tonos nude. En cuanto a la joyería, se ha encargado Ignacio Torres, y del clutch,Kurt Geiger. Al menos ha sido una apuesta arriesgada de la mano de una de las diseñadoras que ha tenido mayor presencia esta noche, ya que también ha diseñado los trajes de Blanca Romero y Susi Sanchis. De hecho, Romero ha sido una de las más impecables de la noche, con un diseño de la colección primavera-verano 2024 de Isabel Sanchis, al igual que Cayetana Guillén y Belén Rueda.

Pero si se trata de diseñadores que apuesten por la artesanía, la sostenibilidad y con una clara apuesta social, el rey es el diseñador Manuel Fernández, quien en la gala de los premios Goya se ha encargado de vestir a Loles León. El vestido ha sido elaborado por las costureras de APRAMP, la asociación que da salida laboral a las mujeres víctimas del tráfico de personas.

David Bisbal, que se ha encargado de la actuación inicial de la gala junto a Amaia, asistía por primera vez como invitado a los premios Goya. El cantante, que se ha estrenado en una gala de los Goya tras una larga carrera musical, ha desfilado por la alfombra junto a su pareja, Rosanna Zanetti. Él ha vestido de Boglioli, como es habitual, y en la gala se ha cambiado de vestuario para su actuación con un traje de Corneliani. El cantante ha confesado que para él la película La sociedad de la nieve era la gran favorita. Mientras que Bisbal debutaba en los Goya, Amaia ya es toda una veterana de la gala: esta es la tercera edición en la que actúa y aseguró que para ella sería "la mejor de todas".

Una de las que más ha impactado con su look es la conductora de la gala, Ana Belén, que lució un vestido hecho a medida por Redondo Brand. El diseño, que remite a pétalos de color lila, era un vestido con escote de corazón combinado con las joyas de De Damiani. Mientras los flashes la deslumbraban, la actriz y cantante también ha tenido un momento para recordar la guerra de Gaza: ha mostrado en las cámaras un adhesivo rojo que llevaba en la palma de la mano para recordar a las víctimas palestinas. La apuesta de Redondo Brand no ha sido el único vestido que ha llevado Ana Belén, de 72 años, este sábado, ya que también ha contado con los diseños de Juan Vidal y de Tot-hom para presentar la gala.

Con respecto a sus compañeros presentadores de la gala, Javier Calvo y Javier Ambrossi, han optado por un total look negro, ambos de Palomo Spain.

La catalana Elena Martín, nominada a la mejor dirección por Creatura, ha escogido un conjunto con asimetría en las caderas que le ha dejado al descubierto el vientre. El diseño es de Joan Ros, el mismo sastre que también la vistió en la gala de los Gaudí la semana pasada. Los complementos son de Simuero.

Siguiendo la dinámica clásica pero con un punto arriesgado de los Gaudí, Enric Auquer, nominado a mejor actor por la interpretación del maestro Antoni Benaiges, ha apostado por un traje también rojo de la casa Late Checkout, cruzado y de pantalón relajado.

La actriz de Sagrada familia Carla Campra ha destacado por la sencillez y la elegancia de un vestido de estilo victoriano de la colección Resort 2024 de Christian Dior.

Una de las más fotografiadas de la noche ha sido Hiba Abouk, con un diseño de otoño-invierno 2023 de alta costura de Fendi. En cuanto a las joyas, ha optado por Cartier.

El negro también ha estado muy presente en la gala. Es el color que han elegido algunas de las jóvenes actrices del cine español como Anna Castillo, Belén Cuesta, Macarena García y Greta Fernández.

Más colorida iba Penélope Cruz, que ha apostado por un traje bordado de rosas y fresas en tonos negros, rosas y azules de Chanel que ha costado 1.260 horas de trabajo.