Muere el icono de la moda Iris Apfel a los 102 años

BarcelonaSu figura pequeña pero siempre engalanada era uno de los símbolos de la Semana de la Moda de Nueva York, donde destacaba entre modelos y gente del sector con las canas, las gafas de pasta y accesorios y estampados llamativos. Iris Apfel, icono del mundo de la moda, el diseño y la decoración, falleció este viernes a los 102 años, según ha informado su familia. Apfel será recordada como una célebre prescriptora de moda y diseñadora de interiores y como un personaje carismático e inigualable de la sociedad neoyorquina, reconocida también por su extravagante gusto a la hora de vestirse y su afilada mirada.

A los 84 años, y cuando ya era una estrella mundial en el mundo del diseño de interiores -asesoró a nueve presidentes estadounidenses a lo largo de su carrera para decorar la Casa Blanca: desde Harry Truman hasta Bill Clinton- su vida dio un giro inesperado: se convirtió en lainfluencerde moda más veterana pero de forma involuntaria. Su extenso armario, donde convivían prendasvintagerescatadas de mercados de todas partes –también de los Encants de Barcelona– con trajes exclusivos de Dior, Versace o Lanvin, y una variada colección de joyas de alta gama se expusieron en 2005 en el Museu d'Art Metropolità de Nova York que quiso rendirle un homenaje poniendo en valor su trabajo como presicriptora de estilo, ya partir de ese momento las marcas de moda se fijaron en ella. "Soy una estrella geriátrica, la adolescente más vieja del planeta. Mi marido y yo reímos mucho de la situación. He estado haciendo esto toda mi vida y ahora me encuentro con montones de revistas, sobre todo europeas, que están escribiendo sobre mí . Pero yo no estoy haciendo nada diferente de lo que he hecho durante los últimos 70 años", bromeaba durante la promoción del documentalIris, con el que Albert Maysles la retrató en el 2014.

Nacida el 29 de agosto de 1921 en Nueva York y criada durante la Gran Depresión, Apfel vivió el sector de la moda de cerca. Su madre tenía una tienda de ropa y su padre un negocio de importación, y llevaba a casa objetos inverosímiles de todo el mundo. En 1947, junto a su marido, Carl Apfel, creó Old World Weavers, una empresa textil que trabajó con personalidades de la época como Greta Garbo y Estée Lauder, y con la que trabajó también decorando la Casa Blanca.

En los últimos años se ha convertido en una estrella de las redes sociales más populares a nivel mundial, con más de tres millones de seguidores en Instagram. Sin embargo, Apfel no acababa de ver con buenos ojos las nuevas tecnologías: "Cualquiera que me quiera, me puede encontrar por teléfono. El correo electrónico y los móviles sólo han hecho torpe y aburrida a la gente joven. Ya no saben cómo hablar y comunicarse", decía. Y añadía: “De hecho, no me gusta lo moderno. Las tendencias vienen y van. Me gusta la ropa atemporal, la que puedas llevar mucho tiempo, aunque actualmente todo es desechable".

Los amantes de la moda la recordarán por su figura delgada, con el cabello siempre corto y plateado , unas grandes gafas negras y labios y uñas siempre pintados. Era la persona que más destacaba entre modelos y gente del sector en la Semana de la Moda de Nueva York.

o incluso de vulgar, pero en realidad Apfel –así lo explicó siempre– vivió una vida extraordinaria en la que nunca le dio miedo mostrarse diferente o extravagante. “Cuando no vistes como los demás no debes pensar como los demás", dijo en una entrevista al New York Times. Una declaración de intenciones y vida.