Moda

Así es la ropa que hacen los famosos

C. Tangana y Bad Gyal son los últimos en apostar por marcas o colecciones propias, un espacio cada vez más dominado por los influencers

BarcelonaHa acabado siendo un símbolo de prestigio, porque ser famoso acostumbra a ser sinónimo de poder y, normalmente, de tener suficiente capital para diversificar inversiones. El sector del textil ha sido tradicionalmente el preferido, pero sobre todo entre algunos músicos de renombre, muy acostumbrados a vivir de la imagen, también se lleva crear marcas de ropa o, en casos menos arriesgados, tener colecciones propias en firmas potentes. No es un hecho nuevo: cuando hoy vemos a C. Tangana creando su firma personal de ropa tenemos que pensar que esto mismo lo hicieron raperos como Jay-Z, Nas o Wu Tang Clan hace 25 años. Fueron los primeros en darse cuenta que la ropa podía ser una vía complementaria al merchandising típico de los conciertos. Pero fuera de la música también hay muchos ejemplos: marcas tan populares como Lacoste o Fred Perry salen de famosos, en este caso deportistas, a pesar de que en sus casos empezaron como ropa técnica.

Sin movernos del gremio, los primeros nombres que a todo el mundo le vienen a la cabeza son Michael Jordan y Tiger Woods, que con colecciones prácticamente independientes dentro de Nike hicieron furor vendiendo zapatillas o prendas de vestir a sus fans. Uno de los pioneros en crear una marca propia, como en casi todo lo que hizo en vida, fue Johan Cruyff. El holandés volador no solo fue el primer futbolista en aparecer en un anuncio a la televisión en el Estado (el de Pinturas Bruguer, en 1974), también fue pionero en tener una marca con su nombre. Fue a finales de los setenta, poco después de que se negara a llevar la camiseta de Adidas de la selección holandesa, que no le patrocinaba a él personalmente. Hoy en día la marca Cruyff, con más de cuarenta años de historia, ha crecido de manera sostenible, apostando por la ropa deportiva y las zapatillas urbanas con estilo. En los años ochenta y noventa tuvo su edad de oro, cuando él llevaba sus piezas en los entrenamientos con el Barça y la selección de su país las lució en los Juegos Olímpicos de Seúl. En la calle del Pi de Barcelona hay una tienda en la que encontrar todas las nuevas colecciones.

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Otros jugadores de fútbol con marca de ropa son, por supuesto, David Beckham, un influencer antes de que nacieran las redes sociales, u otros como Zlatan Ibrahimovic y Cristiano Ronaldo, que tiene su propia firma de calzoncillos. A primera vista no parecía que Leo Messi fuera alguien con la ambición de triunfar en el mundo de la moda, pero al final se ha lanzado y la ropa ha sido uno de los últimos sectores en los que ha invertido. El futbolista argentino no se rompió los cuernos para escoger el nombre del negocio (Messi), pero ha apostado por la calidad lanzando una línea de ropa casual diseñada por Virginia Hilfiger, hermana de Tommy Hilfiger. La colección tiene un precio ligeramente más alto que la ropa de bajo coste, pero mucho más modesto que las grandes firmas. Se puede encontrar en su tienda online o en Santa Eulàlia, en Barcelona.

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'Urban' y moda

En cuanto a los músicos, son el profesionales más dados a hacer incursiones en el mundo de la moda y crear marcas propias. Es el caso de Justin Bieber, Gwen Stefani, Kanye West, Pharrell Williams o Rihanna con la exitosa Fenty. Son ejemplo para C. Tangana, que en su intento de dominar el mercado español también ha aprovechado la oportunidad de tener una firma de ropa centrada en el streetwear. Su marca se llama Late Checkout, y la ha presentado hace pocas semanas, coincidiendo con su 30 cumpleaños. Tangana, que ha apostado por trabajar con artistas como el estilista Alex Turrión, ha presentado una primera colección más bien sobria, inspirada en la filmografía del genial director Wes Anderson y la obra pictórica de David Hockney. Modelos sin estridencia y básicos pero a precios altos –una de las grandes críticas que ha recibido esta aventura empresarial–. Unos pantalones de chándal cuestan 160 €, los polos de manga larga 340 € y las camisas 460€. Precios que no son aptos para todos los bolsillos.

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Otra opción que algunos artistas hacen es la de firmar una colección dentro de una marca consolidada. Este es el formato que ha unido Bershka y Bad Gyal, que con esta colaboración consolida su imparable salto hacia el mainstream. La cantante de Vilassar de Mar ha presentado este mayo una colección que se esperaba icónica, como es ella: ropa por mujer sexi, atrevida y juvenil, llena de piezas como biquinis, microshorts y vestidos minúsculos entre otros , todas en consonancia con la estética de la cantante. La novedad, pero, ha llegado con polémica: es una colección que ha tenido cierto rebombori en las redes sociales debido a su tallatge, puesto que está pensado para mujeres muy delgadas. El que está clar es que el éxito está asegurado, puesto que al magnetismo de la cantante se le suma que las 28 piezas diseñadas por Bad Gyal no han entrado en mercado a precios excesivamente altos.

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Rosalía, por su parte, todavía no tiene una marca de ropa propia (tiempo al tiempo), pero sí unas zapatillas Nike, firma de la cual es embajadora desde el año pasado. A la cantante de Sant Esteve Sesrovires, que ya inspiró una línea de ropa para Pull and Bear, la habíamos visto lucir unas Nike Air Max 2090, pero fue un paso más allá cuando a mediados de marzo apareció un tutorial en su Instagram. Enseñaba como abrocharse un modelo de Nike nunca visto hasta ahora: las Espardille, unas zapatillas íntegramente blancas que se convirtieron en las primeras alpargatas deportivas de la historia. Aunque el anuncio fue una revolución aquí –y que comprobó cómo un elemento de nuestra cultura popular se hacía universal después de que también las llevara Salvador Dalí–, lo cierto es que no se pueden encontrar en las tiendas. De momento no tienen fecha anunciada de lanzamiento, a pesar de que los rumores apuntan a este verano. Por si las zapatillas necesitaban una firma, aquí la tenéis: se puede leer We just did it Rosalía en el interior.

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Moda y Instagram

El cambio de paradigma del sector de la moda ha llegado con la proliferación de los influencers y su modus vivendi, muy centrado en la imagen y en cómo visten. Por eso alguna de las estrellas de Instagram, como la italiana Chiara Ferragni, se han puesto a crear una marca propia. También es el caso de la reina de las redes catalanas, la badalonesa Aida Domènech (más conocida como Dulceida), que promociona su firma de ropa desde su cuenta, que actualmente supera los 2,8 millones de seguidores. Con un seguimiento así, ¿quién necesita invertir dinero en publicidad? En la tienda, que obviamente también lleva su nombre, hay vestidos, tops, sudaderas y pantalones a un precio relativamente asequible para lo que acostumbran a ser este tipo de productos. Si las influencers nos habían acostumbrado a sus consejos sobre cómo vestir, el paso natural parecía este: empujarnos a llevar su propia ropa para así engordar algo más su bolsillo. Este formato va a más, y prácticamente cada semana una nueva instagramer crea una nueva firma: Anine Bing, Jeanne Damas, Alexandra Pereira, Paula Ordovás, Inés Arroyo..., y la lista no para de crecer.

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Y acabamos con un clásico: Antonio Banderas no es solo actor, también es un empresario inquieto que ha hecho múltiples inversiones por todo el mundo, entre las cuales también hay una marca personal y una línea de ropa. La marca es de colonia, Diavolo, que se hizo especialmente famosa hace una década gracias a unos icónicos anuncios que protagonizó él mismo. Como no podía ser de otro modo, el perfume es exclusivamente masculino. Pero el radar del actor malagueño es amplio, y también ha mirado a la moda, una disciplina que le fascina y que incluso estudió en 2016, como hoy su hija Stella del Carmen, en la escuela londinense Central Saint Martins. Banderas diseñó la línea Selected Homme, una de las marcas de la danesa Bestseller, firma conocida como la Zara danesa.