Viajar 7 días (o más) con sólo una mochila pequeña

BarcelonaTodos preferimos un equipaje ligero, pero al mismo tiempo no queremos que nos falte nada. Hay una forma de plegar la ropa para hacer la maleta que es un antes y un después en la vida y permite viajar 7 días sólo con una mochila de tamaño escolar. Con este sistema dejaremos de perder el tiempo enrollando cada pieza una por una o arrugándola en bolsas de compresión. La diferencia es abismal y una vez probada ya no se vuelve atrás.

Descubrí este método hace muchos años. Yumi y yo nos hicimos amigas un verano en Irlanda cuando teníamos 16 años. Continuamos en contacto por carta, que es lo que se hacía en esa época analógica, y cuando decidió viajar 2 meses por Europa se alojó dos noches en mi casa. Cuando la recogí en la estación de tren sólo llevaba una mochila escolar en la espalda. Le pregunté dónde estaba su maleta y me contestó que aquello era todo. Yo no comprendía cómo podía ocurrir con tan poca cosa. En casa descubrí que por las noches se lavaba la ropa interior a mano y la extendía con un pequeño perchero plegable que tenía dos pincetas. Además, debajo ponía un trapo minúsculo de microfibra para no estropear el mueble si goteaba. Colocaba el perchero dentro del armario con la puerta medio ajustada para que ventilara, escondido para que la habitación no se viera desordenada. Era mi alma gemela japonesa. Además de la ropa, llevaba una libreta A5 y rotuladores de colores, porque todas las noches hacía diario de viaje. No llevaba cámara de fotos por no llevar peso extra. Para tener recuerdos de los sitios, compraba postales y se las enviaba a casa. Y para terminar, cuando nos despedimos en el andén, sacó el punto de cruz con los hilos y todo, para los ratos muertos en el tren. Era ligero y le encantaba hacerlo. Aquella mochila era la bolsa de Mary Poppins hecha realidad. Yumi viajaba con poco, pero no con carencia. Llevaba encima lo que realmente necesitaba y disfrutaba, y para ella esto era cómodo y más que suficiente.

¿Cómo plegar la ropa?

Con este sistema primero pondremos toda la ropa que necesitamos estirada sobre una mesa, sin apretarla, sólo vamos poniendo todas las prendas, empezando por las más grandes como el pantalón, y encima ponemos los jerséis, camisetas y ropa interior. Una vez lo tenemos todo apilado doblamos toda la ropa sobre sí misma, con un par de pliegues, hasta que queda como un "canelón" de ropa. Lo ponemos todo dentro de una mochila. Encima todavía nos quedará espacio para el neceser, si queremos llevar un libro o algún accesorio como el cargador de móvil.

Pero para conseguir lo que Yumi había conseguido viajando, no sólo es necesario conocer el método de doblar la ropa, también conviene tener unas consideraciones para que hacer el equipaje sea todo un éxito. Por no olvidarnos de nada conviene, en primer lugar, hacerse una lista. ¿Con cuántos días de antelación la haremos? Pues en cuanto la empezamos a hacer mentalmente y tengamos miedo de olvidarnos de coger cosas, como el medicamento que tomamos, el cargador del móvil o la copa menstrual. Para algunas personas, hacer una lista es todo un mundo: es útil conservar la lista de cada viaje o salida (en papel o una apli) y recurrir a ella siempre que sea necesario planificar una nueva escapada. A la hora de hacer la lista, ten en cuenta qué vale la pena llevar por 7 días y qué se puede comprar allí, como pañales o compresas. Llenar la maleta de "por si acaso" denota un miedo a la incertidumbre y desconfianza en la propia suerte.

Ésta es una lista bien completa. Hay quien puede viajar sin pijama, sin calzado de agua, o sin bañador. Todo depende del estilo de vida y el destino. Quien quiera reducir ropa y viajar más ligero puede tomar la mitad. En siete días se encuentra un momento para ir lavando y en verano las camisetas y la ropa interior se secan rápido. Si tienes la menopausia y sudas quizás necesites dos pijamas para lavarlos. Si vas a un sitio caluroso, con un jersey ya vas a hacer. No debemos tomarnos la lista al pie de la letra.

Esta lista sirve para viajar más de siete días, en realidad. Podemos viajar así durante meses, siempre que encontramos un momento de vez en cuando para ir haciendo una pequeña colada. Y no olvidemos un pequeño detalle: es conveniente hacer la maleta con valentía y optimismo.

¿Qué cosas son prescindibles?

Hay tantos equipajes como personas. Cada uno tiene sus preferencias y sus necesidades. Si queremos llevarnos nuestro propio secador de pelo, quizás tendremos que renunciar a un segundo par de zapatos. En mi caso, siempre me llevo panecillos sin gluten, que ocupan mucho, y cojo menos ropa. Y también hay que pensar en el momento cuando sea necesario hacer de nuevo la mochila para volver a casa, cuando haremos el mismo método de plegado. Si no, no nos cabrá. Y cuando lleguemos a casa, la recomendación de los expertos es lavarla toda. La mochila también. Más allá de aprender a plegar la ropa analizamos algunos de los elementos que quizás se pueden quedar en casa (o quizás no)

El calzado

Una de las cosas que ocupan más sitio del equipaje son los zapatos. Si tenemos que llevar muchas, el sistema de la mochila no nos servirá. En la mochila hay sitio para otro calzado, ya sea de playa o de montaña si en el momento del viaje llevamos puesto lo más abultado.

Las zapatillas

Si nos da angustia ir descalzos al hotel, apartamento o donde nos estemos, podemos coger unos calcetines y ahorrarnos el espacio que ocupan unas zapatillas.

El neceser

Intentaremos tomar el mínimo de productos necesarios para los días que pasamos fuera y los pondremos en botitos de viaje (que acabaremos de gastar cuando volvamos a casa) en lugar de coger el envase original. Evitamos aprovechar muestras de producto que nos han dado gratuitamente porque puede que hayan caducado o se hayan alterado por el cambio de temperaturas y nos hagan una reacción alérgica. Otro truco para ahorrar aún más espacio es utilizar una bolsa de plástico, tipo de congelación con zip, como neceser. No es una solución linda, pero ahorramos el espacio que ocupa la tela y la cremallera del neceser.

Los medicamentos o suplementos

No hace falta coger toda la caja. Sólo los que necesitamos para esos días.

Sábanas y toallas

Si tenemos que llevar sábanas, almohadas (mejor dos si utilizamos una almohada desconocida, es más higiénico), toallas de ducha y también de piscina, tendremos que coger una mochila más grande, o quizás directamente una maleta. pareos de playa ocupan mucho menos.