La periodista Laia Ferrer habla de la enfermedad que le ha apartado de la televisión temporalmente

BarcelonaA principios de este año, la periodista Laia Ferrer volvía a TV3 después de dos meses de baja. Entonces ya avanzó en las redes sociales que se había apartado de la televisión por motivos médicos, pero ahora ha dado más detalles en una entrevista en el programa Planta baja. Ferrer, que empezó su carrera televisiva en el espacio Tvisto y continuó con las retransmisiones de la Fórmula 1, ha explicado que la causa de su desaparición de las pantallas ha sido unas migrañas incapacitantes que le han obligado a detener su vida por un tiempo.

"Para mí es como si tomaran una perforadora y me perforaran directamente el ojo izquierdo. Me duele mucho, es que no puedo abrir los ojos. Es un mal tan incapacitante que no puedes hacer nada. Estuve un mes y medio encerrada en casa", ha recordado la periodista. Ferrer ha explicado cómo en una ocasión en la que tuvo una crisis de migraña y estaba conduciendo tuvo que detenerse tres veces porque no se veía capaz de continuar. También confesó que el dolor que sentía asustaba a su hijo, que le llegó a preguntar si moriría.

La periodista de TV3 ha recordado que el 3 de octubre se levantó a las cuatro de la madrugada para ir a trabajar al 3/24 y notó un dolor de cabeza muy fuerte, pero, aun así, fue a trabajar porque no tenía a nadie que la pudiera sustituir en esa hora. Pese a que se tomó un ibuprofeno, el mal no se marchó, sino que continuó y se mantuvo durante días. El tercer día, mientras estaba haciendo el informativo en directo, empezó a sufrir pérdida de visión y ganas de vomitar. Ante esta situación, acudió al hospital y empezó un periplo para intentar averiguar qué era lo que le ocurría. "Te pasan las peores opciones por la cabeza: estoy teniendo un ictus, estoy teniendo un derrame o tengo un tumor", confiesa. Después de realizarle todo tipo de pruebas, la diagnosticaron con migraña crónica. La periodista estuvo mes y medio con ataques de migraña diarios.

"Mi cerebro no sabía cómo parar el dolor. Estuve un mes y medio encerrada en casa a oscuras sin poder hacer nada, ni ir a recoger a mis hijos a la escuela, ni cocinar ni ir al súper", explica .

La migraña tiene un componente genético y hereditario, pero existen otros factores que pueden desencadenar una crisis, como el estrés, la tensión cervical o mandibular, y los cambios hormonales. Ferrer explica que hasta ahora nunca había tenido migraña, pero que sí viene de una familia en la que esta afección ha estado presente. Los neurólogos le indicaron que en su caso el desencadenante podría ser la falta de sueño. Por ese motivo, ha tenido que cambiar algunos de sus hábitos. "Ahora me obligo a dormir. También he cambiado mi alimentación porque hay alimentos que tienen histamina y me provocan migraña", detalla Ferrer, que añade que los médicos le han encontrado la medicación que consigue disminuir los ataques de migraña.