Gala Met

Los 'looks' de la gala del Met: el protagonismo de las flores en la fiesta de la alta costura

Bajo la temática 'las bellas durmientes', los invitados de la Met han lucido sus trajes en el evento más importante del mundo de la moda

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BarcelonaEste año la primavera ha llegado por segunda vez a la ciudad de Nueva York. La gala del Met, a menudo considerada los Oscar de la moda, se ha desarrollado bajo el concepto de Las bellas durmientes: el despertar de la moda, y la gran mayoría de los invitados se han tomado muy en serio la temática. Por la alfombra roja del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York los invitados han desfilado con todo tipo de indumentarias: vestidos florales, hechos de arena, con pájaros pegados a la piel y con pedrería de vértigo.

Como cada año, el evento benéfico organizado para recaudar fondos por el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y que supone el preámbulo de la gran exposición anual sobre moda, tuvo lugar el primer lunes de mayo a las seis de la tarde en horario local (a las doce de la noche en hora catalana). Ha sido entonces cuando los trajes pomposos y estrafalarios han empezado a desfilar por las escaleras del museo decorado a conjunto con el código de vestimenta de la noche: El jardín del tiempo, una obra homónima de JG Ballard de 1962. Pero de entre todos los invitados, sólo cinco tienen la etiqueta especial de co-chairs, el equivalente a ser los embajadores del evento. Los elegidos fueron Bad Bunny, Chris Hemsworth, Jennifer López, Zendaya y Anna Wintour, editora de la revista Vogue, el medio encargado de retransmitir el acto. Por otro lado, el director creativo de Loewe, Jonathan Anderson, y el CEO de TikTok, Shou Chew, fueron los anfitriones honoríficos de la noche, una elección con una clara declaración de intenciones en lo que se refiere a la plataforma social china, muy mediática en Estados Unidos.

Pero Zendaya no ha tenido suficiente con ser embajadora, también ha querido coronarse como una de las invitadas que más atención han captado con un traje que representa a la perfección la temática del evento. El diseño fue una idea de John Galliano para Maison Margiela, con la intención de recrear un jardín bucólico de colores fríos y misteriosos. Con un colibrí en el cuello y una gran tela vaporosa que le recorría la espalda y el hombro, la actriz ha desfilado por la alfombra roja captando la atención de los fotógrafos, también por la arriesgada apuesta por el maquillaje, que la ha dejado sin apenas cejas.

También Gigi Hadid ha sido una de las más le de la noche con un traje que costó 13.500 horas de trabajo a un equipo de 70 personas. Todos los detalles del vestido en forma de corpiño blanco con hombros descubiertos, caderas pronunciadas y una larga y voluminosa cola estuvieron cuidados hasta el más pequeño detalle. La blancura del traje se rompía con las flores amarillas de tres dimensiones con 2,8 millones de perletas hechas por un equipo de 20 artesanos, un diseño ideado por el estilista Mimi Cuttrell. En segunda posición, al menos en número de florituras, se ha situado la cantante y actriz Jennifer Lopez, que llevó un traje ceñido y sensual de 2,5 millones de pequeñas perlas de tonos champagne hechas por la casa Schiaparelli. El maquillaje de la actriz y cantante también ha sido uno de los puntos fuertes de su puesta en escena, con tonos bronce y rojizos.

Pero no todo el mundo brilló tanto como ellas tres. También hubo quienes, como Bad Bunny, Penélope Cruz, Rosalía y John O'Connor, destacó por los modelos de tonalidades oscuras. El cantante puertorriqueño jugó a disfrazarse de príncipe de cuento con un ramo de flores en la mano del mismo material y patrón azul marino que su vestuario. Las flores del ramo no eran escogidas al azar: hechas de tela, el cantante llevaba unas flores de maga, la flor nacional de Puerto Rico; pero también llevaba rosas, símbolo de belleza y pureza, y la planta del lino, con la que se pinchó el dedo la Bella Durmiente en el famoso cuento de hadas que ha inspirado la temática de este año.

En el caso de Penélope Cruz y Rosalía, muy amigas desde la grabación de la película Dolor y gloria, decidieron saltarse el código de vestimenta de la explosión de colores primaveral y llevar largos vestidos de color negro. La cantante catalana defendió su elección alegando que representaba "un tulipán negro", un estilismo ideado por Maria Grazia Chiuri y ejecutado por la Maison Dior. En una línea similar, la actriz de Alcobendas siguió confiando en la marca de la que es embajadora, Chanel, para lucir un largo traje de encaje que dejaba entrever la tela plateada del fondo del traje.

La actriz Demi Moore ha sido la prueba de que ir de negro no significa ir en desacuerdo con la temática propuesta. Con la colaboración de Cartier y con un diseño de Harris Reed, la de Hollywood acaparó todas sus miradas. El diseño, estructural y con formas que sobresalían de la silueta del cuerpo, representaba un corazón con plumas punzantes a su alrededor y con un estampado floral de tonos rosas y rojos sobre el terciopelo negro del traje. Siguiendo las tonalidades cálidas y aterciopeladas, el diseñador Tom Ford optó por un conjunto rojo de esta misma textura y con un punto de luz de color blanco clavado en el pecho en forma de rosa, un diseño de Saint Laurent.

La luminosidad absoluta la pusieron los actores Jonathan Bailey y Elle Fanning. El primero con un diseño de americana blanca de Balmain con una impresionante flor de tres dimensiones en medio de la camisa, y ella por un traje que jugaba al engaño, puesto que parecía hecho de cristal, de la marca Vivienne Westwood.

Zendaya vestida por John Galliano de la Maison Margiela.
La actriz y cantante Jennifer Lopez vestida de Schiaparelli.
La actriz Gwendoline Christie ha lucido un traje de John Galliano para Maison Margiela.
La organizadora de la gala del Met, Anna Wintour.
Bad Bunny con un traje de Maison Margiela Artisanal.
Rosalía ha roto el código de vestuario con un traje negro palabra de honor de la casa Dior.
La pareja formada por Elsa Pataky y Chris Hemsworth ha vestido con tonos conjuntados de dorados y tonos crema, como de costumbre.

Este año el actor Chris Hemsworth ha destacado por haber sido escogido co-chair del acto o embajador y, por tanto, ha tenido un papel destacado durante la gala. Pero ni siquiera así, el actor ha decidido arriesgar en su vestuario y se ha refugiado en la paleta y estilismo habituales que utiliza en las galas: un traje de americana y camisa de tonos beige. Con tonalidades similares también ha vestido a su pareja, Elsa Pataky, con un vestido liso dorado.

Colman Domingo bicolor en blanco y negro pero con su atrevimiento usual.

Aunque Colman Domingo no destacó por los colores de su vestimenta, las formas grandilocuentes y esculturales fueron su plato fuerte. El actor estadounidense no suele destacar por su modestia y la noche del lunes, con un ramo de lirios en la mano y con un diseño creado por Willy Chavarria, no fue la excepción.

Penélope Cruz, fiel a Chanel, ha roto la norma del código de vestimenta.
Gigi Hadid.
La actriz Ariana Grande.

La cantante sudafricana Tyla ha sido una de las invitadas que más atención han captado por el material utilizado para su traje: arena de la playa, un elemento poco común en la moda de alta costura, pero que refuerza la idea de efímero y el paso del tiempo. Ahora bien, la incomodidad del vestido por su rigidez se ha hecho evidente y ha requerido la ayuda de los asistentes de la alfombra para levantar el cuerpo de la cantante como si se tratara de una muñeca para subir las escaleras.

La actriz Demi Moore con un traje de tres dimensiones de Nina Ricci y joyas de Cartier
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