El nuevo 'hub' hospitalario del Trueta empieza a tomar forma (antes de que el Clínic le pase por delante)
El Ayuntamiento de Girona sostiene que para poder habilitar los accesos del futuro nuevo campus de salud es necesario desplazar la ubicación del Parc Vilamitjana, a pesar de las protestas de los vecinos
GeronaEl nuevo Hospital Josep Trueta debe ser el gran proyecto urbanístico de las comarcas gerundenses en el siglo XXI. Implica la construcción de un gran centro hospitalario, en la frontera entre Gerona y Salt, con tecnología punta para dar respuesta a las necesidades de toda la población de la región sanitaria, además de un campus de investigación para incentivar la investigación y retener el talento universitario local. Después de más de 20 años de demoras, promesas incumplidas y disputas entre las administraciones, finalmente en verano de 2020 el Ayuntamiento de Salt, el de Girona y la Generalitat de Catalunya llegaron a un acuerdo definitivo sobre los terrenos y la localización del proyecto. Se hará en la entrada sur de la ciudad, en unas parcelas de cerca de 305.000 m² (288.500 de los cuales pertenecen al término municipal de Salt y 16.500, en Girona), frente al Hospital Santa Caterina, entre la autopista y la riera de Masrocs. Como viene siendo habitual en estas infraestructuras, los dos consistorios implicados se encargan de ceder los terrenos y acondicionar los accesos, mientras que la Generalitat asume la ejecución de la obra, que costará más de 500 millones de euros.
El proyecto avanza según el calendario previsto: el gobierno catalán ya ha seleccionado las cinco propuestas gráficas del proceso de licitación, que ha costado más de 24 millones, y ahora comienza la segunda fase para escoger la redacción ganadora, que debería adjudicarse antes del 2026. Entonces el equipo de ingenieros y arquitectos .
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Ahora bien, hay un punto del planeamiento, en el extremo de los terrenos gerundenses del barrio de Can Gibert del Pla, que amenaza con torpedear el proyecto acordado en 2020 y que genera un montón de dolores de cabeza en el Ayuntamiento de Girona. Es el Parque Jordi Vilamitjana, uno de los principales pulmones verdes de esta zona, con 400 árboles y diferentes espacios de ocio, que, según los mapas del consistorio gerundense, quedaría afectado por la construcción del hospital. La intención del Ayuntamiento es edificar sobre ella una urbanización de 347 pisos y desplazar el parque a la parcela de al lado, pero muchos vecinos de la zona, que se han constituido bajo la plataforma El Parque No es Toca, están radicalmente en contra y exigen que el parque se preserve de forma intacta.
El nou hospital Trueta: un 95% a Salt i un 5% a Girona
Mantener la ubicación del parque costaría más de 10 millones de euros
El Ayuntamiento gerundense argumenta que es del todo incompatible mantener la localización del Parc Vilamitjana con la ejecución del nuevo Campus de Salud en el sur de la ciudad, ya que forma parte de las operaciones urbanísticas necesarias para habilitar el sector. Es así porque, según dicta la ley, el acondicionamiento de las calles, rotondas, conexiones de agua o alumbrado de cualquier obra pública corre a cargo de los ayuntamientos y debe ser "económicamente autosuficiente". Y, en este caso, para financiar las obras, el gobierno municipal de Girona apuesta por incentivar una promoción inmobiliaria sobre los terrenos públicos del parque, donde se construirán más de 300 pisos, 150 destinados a alquiler social.
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A la derecha, el Hospital Santa Caterina y, a la izquierda, los terrenos del nuevo TruetaDepartament de Salut
Los beneficiarios de esta promoción inmobiliaria son las dos familias de Mas Sureda y Mas Bellsolà, propietarias de los terrenos donde debe construirse el nuevo Trueta. El Ayuntamiento, en vez de expropiarles el suelo, ha optado por una operación de permuta urbanística, ofreciéndoles los terrenos municipales del Parc Vilamitjana para construir pisos, a cambio de que, además de levantar las viviendas, financien la urbanización de los accesos del nuevo Trueta. Sin esta promoción, el Ayuntamiento debería pagar de su bolsillo más de 10 millones de euros (sumando la expropiación de las masías más los costes de habilitación del sector), que no puede asumir. La Generalitat tampoco tiene intención de sufragarlos, puesto que quedan fuera de su ámbito de actuación. "Se han mirado todas las opciones, hemos estudiado todas las alternativas, pero ninguna es factible; el único cambio de aprovechamiento en el sector para que la obra sea viable y se pueda pagar ella misma es afectar al parque actual", explica Sergi Font, teniente de alcaldía de Área Urbana.
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Los terrenos para el nuevo Hospital Josep Trueta, frente al Hospital Santa Caterina de SaltDavid BorratLos terrenos destinados al nuevo Hospital Trueta, frente al Espai Gironès de SaltDavid Borrat
El parque no se destruye, se traslada
Pero el parque no desaparece, sino que se trasladaría a la parcela de al lado, junto a la riera de Masrocs, que es zona inundable y donde los pisos no se pueden levantar. El solar es más estrecho, pero se extendería en dirección sur, hacia Vilablareix, siguiendo la riera, y se integraría con los pisos y el nuevo hospital. La intención del Ayuntamiento es mantener la misma cantidad de árboles (o ampliarla) y también conservar elskate park y los propios toboganes, con la idea de expandir y transformar esta área periférica de la ciudad, que ahora está rodeada de campos vacíos y aparcamientos de camiones. Sergi Font argumenta que "la propuesta incorpora la viabilidad económica, pero también se mantiene el equilibrio ecológico porque no se pierde zona verde y urbanísticamente acabaremos enlazando el barrio de Can Gibert con todo el nuevo Trueta, convirtiendo la zona en un polo de atracción interesantísimo". Y concluye: "Entendemos la vinculación emocional y el elemento simbólico del barrio con el parque, pero continuaremos haciendo reuniones con los vecinos, escucharemos las necesidades, abriremos procesos participativos y acompañaremos al barrio para que note las mejoras".
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Pancarta a favor de mantener intacto el Parc VilamitjanaDavid Borrat
Los vecinos piden soluciones para que no "se privatice una zona verde"
De momento, los miembros de El Parc No es Toca siguen enfrentados frontalmente con el consistorio. De hecho, este lunes organizaron una nueva manifestación y presentaron una moción el pleno a favor del parque, que fue rechazada con los votos en contra del equipo de gobierno de Guanyem, Junts y Esquerra. "Estamos hablando de motivos puramente financieros: el nuevo hospital, en total, costará 700 millones de euros, mientras que el tema del parque supone 3 millones de euros de la expropiación más la urbanización, es un 3% de todo ello, así que pedimos que el Ayuntamiento, si no lo puede pagar, que ya lo entendamos, busque soluciones" a, portavoz de la plataforma ciudadana.
En la operación de permuta, la masía de Mas Sureda, que ahora es un restaurante, se derribaría, porque queda afectada por los bloques del nuevo Trueta, mientras que la de Bellsolà se conservaría por su valor patrimonial, ya como edificio municipal, dentro de la nueva ubicación del parque.
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La idea del Ayuntamiento de Girona es aprobar las modificaciones de los ordenamientos urbanísticos en el primer semestre de 2025, a la espera del visto bueno de la comisión de Urbanismo, para continuar con el proceso de construcción del nuevo hospital. El de Salt, por su parte, también trabaja con este mismo calendario para sacar adelante las operaciones urbanísticas que sirvan para financiar las obras de los accesos, aunque, en este caso, sin ningún solar polémico implicado.
La postura del PSC de Girona y la carrera con el nuevo Clínic
Quienes sí votó a favor de la moción presentada este lunes en el pleno son el PSC, jefe de la oposición, y Vox. Los socialistas gerundenses consideran que es necesario plantear una alternativa para que el nuevo Trueta no condicione el Parc Vilamitjana, por ejemplo, desplazando al hospital en dirección a Salt. Esta opinión contrasta con el posicionamiento del partido a nivel nacional, ya que tanto el presidente Salvador Illa como las consejerías de Salud y Territorio no han mostrado ningún reparo en sacar adelante el hospital en las condiciones pactadas en el 2020. Con todo, la portavoz del PSC en Girona, Bea Esporrín, mantiene que "defender el Parc de Vilamitjana es completamente compatible. Y continúa: "En cambio, la propuesta que plantea el Ayuntamiento sí puede provocar nuevos retrasos porque no agrada a una parte de gerundenses y rompe el consenso del 2022, cuando Guanyem Girona votó a favor de mantener las zonas verdes existentes".
Ganamos, por su parte, ahora que ha tratado la cuestión desde el gobierno, corrobora que, por mucho que se desplace el proyecto hacia Salt, la afectación en el parque es "inevitable". Por eso el Ayuntamiento de Girona propone trasladarlo y se muestra partidario de seguir adelante con el proyecto con los terrenos acordados en el 2020, para que, como también sostiene el Ayuntamiento de Salt, el hospital se ejecute con "urgencia", sin excederse mucho más allá del 2030. Sobre todo teniendo en cuenta que la Generalitat también debe hacerlo en el 2035, por lo que, si las obras del nuevo Trueta se demoran, el Clínic podría pasar por delante en materia de inversiones y entonces el retraso del nuevo hospital gerundense sí sería mayúsculo.