400 árboles vs. 347 pisos: el principal pulmón verde de la periferia de Girona, en riesgo de desaparecer
Vecinos denuncian la construcción de una zona residencial y la expansión del hospital Trueta en el Parc Jordi Vilamitjana
GeronaEn la entrada sur de Girona, en el extremo de los barrios humildes de Can Gibert del Pla y Santa Eugenia, lejos del centro de la ciudad, se emplaza el parque Jordi Vilamitjana. Es una extensión de más de 27.000 m² de zona verde que aglutina a un gran parque infantil, rampas para monopatines y un espacio reservado para perros, todo ello rodeado por unos 400 árboles adultos muy frondosos. Es el principal pulmón verde de estos dos barrios periféricos, que concentran mucha densidad de edificios, y cada día decenas de vecinos salen a pasear, hacer deporte, sacar a las mascotas, jugar con los niños o celebrar sus cumpleaños con sus amigos. Sin embargo, este parque está en riesgo de desaparecer: el Ayuntamiento gerundense tiene previsto expropiarlo para construir un edificio de 7 plantas con 347 viviendas y bajos comerciales. Además, una parte del nuevo campus de salud Josep Trueta, proyectado en torno a esta zona, entre Girona y Salt, también afectaría al área del parque.
Ante las intenciones del consistorio, que ya ha aprobado la modificación del plan urbanístico y que ahora se encuentra en fase de alegaciones, los vecinos del sur de Girona se muestran indignados. De hecho, para organizar protestas y movilizaciones, se han aglutinado en la plataforma El Parc No es Toca. "Este parque es fruto de un proceso participativo de unos barrios históricamente muy maltratados y, ahora que lo tenemos, los vecinos se lo han hecho muy suyo, siempre está lleno de gente", defiende Pau Casacuberta, portavoz de la plataforma. Y añade: "Desde el Ayuntamiento lo ven como un espacio secundario, marginal, prescindible, apartado del centro, pero los vecinos lucharon mucho por conseguirlo y es injusto que ahora se encuentren en esta situación".
Además, tras los efectos devastadores de la DANA en el País Valenciano, la plataforma suma un nuevo argumento a favor de sus demandas, ya que se han dado cuenta de que el parque es una zona con un alto riesgo de inundabilidad. "Tal y como avanzan los acontecimientos por el cambio climático, creemos que un equipamiento esencial como un hospital debería estar fuera de esta zona", concluye Casacuberta.
Al expropiar y recalificar el parque Vilamitjana, el terreno sobre el que se edificaría la zona residencial no pasaría a ser titularidad pública del Ayuntamiento, sino de la familia Bellsolà, en una operación de permuta urbanística: estos propietarios privados, más al sur de Girona, perderán una finca que habrá que expropiar para construir el futuro Trueta y el consistorio les propone la parcela recalificada del parque como canje sin compensación económica. "Privatizarán un parque público para financiar una expropiación de terrenos", lamenta el portavoz de la plataforma.
Vivienda social, el hospital y traslado del parque
El Ayuntamiento de Girona defiende la viabilidad del proyecto urbanístico alegando la necesidad urgente de ampliar la oferta de vivienda en la ciudad para rebajar el precio del alquiler, ya que, de las más de 300 viviendas que se levantarían sobre el parque, el 40% estarán destinados a renta social. Asimismo, el consistorio también insiste en la importancia de tener un nuevo campus Josep Trueta, una carencia endémica de la región sanitaria gerundense, que, después de muchos años de dilaciones, finalmente todas las administraciones se han puesto de acuerdo para salir adelante. Y, en cuanto a los riesgos de inundabilidad del futuro hospital, el consistorio gerundense trabaja acompañado de la Agencia Catalana del Agua (ACA) para introducir medidas correctoras en el proyecto, como una balsa de laminación.
Así, y para no desproveer a los vecinos de Can Gibert y Santa Eugenia de una zona verde, la modificación del plan urbanístico también prevé trasladar el parque Vilamitjana, con todas sus instalaciones, unos metros más al sur, a la orilla de la riera de Masrocs. El traslado también permitiría ampliar la extensión original, con más masa boscosa, creando así toda una conectividad verde que enlazaría Girona con Vilablareix.
Pérdida de "credibilidad democrática"
Sin embargo, las contrapropuestas del Ayuntamiento no convencen a los vecinos, que consideran que el nuevo parque en la riera de Masrocs no recibirá visitantes si se ubica tan lejos del barrio y piden que las viviendas sociales y el nuevo hospital se construyan en otros solares vacíos con menor impacto. Los miembros de El Parc No es Toca se muestran muy críticos con los partidos del consistorio —si no se echan atrás, "perderán mucha credibilidad democrática", dice Pau Casacuberta—, ya que, tanto Guanyem, que encabeza el gobierno municipal, como el PSC, ahora en la oposición, votaron en el 2022 una moción para excluir al Jordi Vilamitjana del planeamiento del futuro Trueta, que no se ha cumplido.
Si después del proceso de alegaciones el proyecto sigue adelante, tal y como parece, la plataforma avisa de que organizarán nuevas movilizaciones y amenazan con desobediencia civil y posibles demandas judiciales.