Alemania paraliza la certificación del gasoducto ruso Nord Stream 2

El regulador energético suspende temporalmente la aprobación a la espera de que el operador se adecúe al derecho alemán

BarcelonaEl trabajo de colocación de las cañerías del polémico gasoducto Nord Stream 2 acabó a principios de septiembre. Se esperaba que, a pesar de la controversia que ha rodeado desde el inicio este proyecto, Alemania concediera en enero de 2022 los permisos para que empezara a operar. Rusia era más optimista y situaba la fecha a finales de este 2021. Pero parece que este hito tendrá que esperar algo más. El regulador energético alemán, la Agencia Federal de Redes, ha anunciado este martes la suspensión temporal del proceso de certificación norteña Stream 2, que tiene que transportar gas ruso desde las tierras de Vladímir Putin directamente a Alemania pasando por el mar Báltico y evitando tierras de Polonia y, sobre todo, Ucrania. Desde algunos países de la Unión Europea y, especialmente, desde los Estados Unidos el proyecto se ha visto siempre con malos ojos: se considera que incrementaría la dependencia europea respecto al gas ruso, que ya es mucha y que el Kremlin puede utilizar para condicionar políticamente a los gobiernos europeos. El enésimo obstáculo también añade presión a la crisis energética que sufre Europa a las puertas del invierno: llega con las reservas de gas en el nivel más bajo en una década.

Pero el regulador energético alemán ha insistido en que se trata de una decisión puramente técnica. La compañía Nord Stream 2AG, controlada por el gigante Gazprom y con sede en Suiza, decidió no convertirse en una empresa alemana y, por el contrario, creó en Alemania una empresa subsidiaria para cumplir con las normas de la Unión Europea, que exigen que el productor de gas tiene que estar legalmente separado de las entidades que lo transportan. Pero esta filial no se adecúa a la ley alemana, tal como ha explicado la Agencia Federal de Redes. "Solo se considerará una certificación para la explotación norteña Stream 2 una vez el operador esté organizado en una forma legal que cumpla con la legislación alemana", ha señalado en un comunicado. El organismo ha añadido que el proceso quedará paralizado hasta que "los principales activos y recursos humanos" se transfieran a la subsidiaria alemana.

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Pero las interpretaciones políticas están presentes. En primer lugar, porque coincide con un momento de alta tensión entre Rusia y Occidente: la crisis en las fronteras de la UE y Bielorrusia –aliado del Kremlin–, los movimientos de las tropas rusas alrededor de Ucrania o las secuelas del caso Navalni son solo algunos ejemplos. En segundo lugar, porque el Nord Stream 2 es un gasoducto que viene cargado de geopolítica; por las mencionadas críticas y miedos de Europa y la UE sobre el uso político que puede hacer Putin, pero también por los clamores de Ucrania, que con el Nord Stream 2 reducirá considerablemente la cantidad de gas ruso que fluye, dirección a Europa, por sus territorios. Kiev no solo perderá centenares de millones de euros, también –y no menos importante– fuerza geoestratégica ante Moscú. Y, en tercer lugar, por las acusaciones de varias voces de la UE contra Vladímir Putin, a quien acusan de haber retenido de manera intencionada paquetes extras de gas para que suba de precio y, así, presionar políticamente para poner en marcha el Nord Stream 2.

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En el mercado, el anuncio también se ha notado. El precio del gas natural en Europa ha subido hasta un 12% este martes, el más alto en tres semanas. Las acciones de Gazprom en la bolsa también se han resentido.

Pero, guste o no, la realidad es que Rusia suministra un tercio del gas a Europa y es, por lo tanto, el proveedor más grande de la región. El Nord Stream 2, con capacidad para suministrar 55.000 millones de metros cúbicos anuales de gas a través de 2.460 kilómetros de cañerías, se añadirá a un gasoducto que ya conecta a Rusia con Alemania, el Nord Stream, inaugurado en 2011. Cuándo se inaugurará el 2 es un misterio. Inicialmente, de hecho, tenía que quedar acabado a finales de 2019.