Argentina

El cruel asesinato de tres chicas jóvenes sacude a Argentina

El crimen, cometido por una organización de narcotraficantes, enciende la indignación por la falta de políticas para combatir la desigualdad en los barrios populares

Buenos AiresEl cruel asesinato de tres chicas en las cercanías de Buenos Aires ha sacudido a la sociedad del país e incluso le ha sacado a la calle. Los cuerpos sin vida de Morena Verdi y Brenda del Castillo, de 20 años, y Lara Gutiérrez, de 15, fueron hallados por la policía el miércoles, enterrados en el jardín de una casa del municipio Florencio Varela, en el sur de Buenos Aires. Las chicas fueron invitadas a una fiesta privada el viernes por la noche y ya no regresaron. La policía ha confirmado que fueron torturadas y mutiladas antes de ser asesinadas, descuartizadas y tiradas en bolsas de plástico.

Hay doce personas detenidas, que estarían vinculadas a un entramado de tráfico de drogas y redes de prostitución. El jefe de la banda tiene 23 años, le llaman Pequeño J y sigue libre. Según las investigaciones policiales, el asesinato fue transmitido en directo por Instagram a un grupo cerrado de 45 personas, y el móvil del crimen habría sido disciplinatorio: "Eso le ocurre a quien me roba droga", habría dicho el líder, según el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso.

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La indignación encendió las calles el mismo día en que se encontraron los tres cuerpos. Las familias, junto con los vecinos del municipio y más tarde el colectivo feminista Ni Una Menos, salieron a las calles pidiendo justicia para las víctimas. El caso evidencia una cuestión más profunda y multifactorial: la precariedad de algunos barrios y municipios de Argentina, en este caso de los alrededores de la capital –el conurbano bonaerense–, sumada a la falta de políticas públicas para garantizar a los jóvenes opciones de futuro que no pasen por el trabajo sexual o el tráfico de drogas.

En definitiva, un abandono del estado y de las instituciones que ha llevado a Argentina a vivir un caso de violencia machista atípico. "Siempre hemos tenido feminicidios, pero no con este nivel de ensañamiento y morbo", explica en una entrevista con el ARA Sabina Federic, antropóloga y experta en delito y violencias, y ex ministra de Seguridad de la Nación (2019-2021).

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Federic apunta en primer lugar al aumento del trabajo informal: según datos oficiales, un 43% de la población activa argentina trabaja en la informalidad, que ha aumentado un 10% en los últimos diez años. De estos nueve millones de personas, el 60% son jóvenes menores de 30 años, de los cuales la mayoría son mujeres. "A largo plazo esto implica generaciones y generaciones expulsadas del acceso a la educación, que acaban recurriendo a vender droga o su cuerpo", explica Federic, quien, en la misma línea, rechaza culpar a las familias de carencia de cuidados o de atención. Aunque reconoce que estos problemas "no son nuevos" en Argentina, también apunta a que el gobierno de Javier Milei los ha "agudizado", y lo más problemático, dice, es que "era precisamente a esos jóvenes pobres a los que Milei había hecho tantas promesas de futuro y quienes, probablemente, le votaron". Para la experta no es que el estado esté ausente, sino que se ha transformado en un actor "cada vez más policial que cuidador".

También crítico con la gestión estatal, Esteban Rodríguez Alzueta, investigador de la Universidad Nacional de Quilmes y autor del libro Mundo transa, cree que "el estado trabaja de manera descoordinada y fragmentada", como dice en el ARA. Lamenta que Milei haya relanzado "una nueva "guerra contra las drogas", una política netamente electoralista que ya ha fracasado en todo el continente y que no solo seguirá agravando los problemas de salud, sino que sumará más violencia".

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Un crimen aprovechado por la política

Tanto Milei como la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, han optado por señalar como responsable del triple crimen y de sus causas al gobernador de la provincia de Buenos Aires, el peronista Axel Kicillof. La ministra llegó a negar que se tratara de un feminicidio: "No vamos a entrar en la politización de si es un tema de género", dijo en una entrevista en Radio Mitre. "En ese caso son tres mujeres, pero podrían haber sido tres hombres, es una metodología mafiosa", argumentó.

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Es un análisis con el que discrepan rotundamente los movimientos feministas, que el sábado se movilizaron en todo el país. La manifestación de Buenos Aires fue masiva en una tarde de lluvia entrando en primavera. La marcha, encabezada por los familiares de Brenda, Morena y Lara, estuvo marcada por la solemnidad, pero también por la rabia y la indignación. "En los barrios no queremos más oyas muertas", se leía en una pancarta. "Pare de matarnos. El estado niega la violencia de género mientras hay un feminicidio cada 26 horas", decía otra.

"Sentimos que nuestras vidas, las vidas de las mujeres, no valen nada –decía al ARA Noelia, abrumada y con lágrimas en los ojos–. Los hombres deben empezar a debatir entre ellos, porque no podemos ser nosotros las que sufrimos las consecuencias de esta violencia y, además, las que debemos educar."

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