Este lunes, en una comparecencia con el secretario de Guerra, Pete Hegseth, y el secretario de la Marina, John Phelan, Trump ha anunciado un nuevo tipo de barcos y también la fabricación de algunos portaaviones para el ejército estadounidense. Las nuevas embarcaciones se fabricarán en EE.UU. y llevarán su nombre. "¿Por qué no hacemos barcos como los que solíamos hacer?", expresó durante la comparecencia. No es la primera vez que Trump pone en el centro su nombre: por ejemplo, a principios de este mes de diciembre el presidente estadounidense rebautizó al Instituto de la Paz del país con su nombre.
Rusia y China apoyan a Venezuela ante los ataques de EEUU
La ONU celebra este martes una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad a petición de Caracas
BarcelonaEste martes el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará una reunión de urgencia para tratar la situación en Venezuela a raíz del despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe y en el Pacífico. Se han producido ataques de la guardia costera a supuestas narcollanchas y el asalto a petroleros, a los que se suma el bloqueo de los barcos que transportan crudo que entran y salen del país latinoamericano en el marco de las sanciones unilaterales de Washington. Todo ello, en un contexto en el que Trump ha asegurado que "no descarta" una guerra con Venezuela y en la que Washington ya ha dejado claro que los ataques seguirán hasta que Nicolás Maduro "se rinda". Caracas es quien ha pedido esta reunión, que llega después de que en las últimas horas Rusia y China hayan mostrado apoyo al presidente venezolano en la escalada del conflicto con EEUU.
El ministro de Asuntos Exteriores venezolano, Yván Gil, ha asegurado este lunes que Moscú ha ofrecido "toda su cooperación" y apoyo al país latinoamericano contra el bloqueo de petroleros impuesto por EEUU. Gil indicó que mantuvo una llamada telefónica con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, con quien repasó las "agresiones" y "violaciones" al derecho internacional por parte de Washington, así como las "ejecuciones extrajudiciales" en el Caribe y los "actos ilícitos de piratería" de EEUU.
China, por su parte, también ha acusado a la Casa Blanca de "violar el derecho internacional", en unas acciones que suponen "una incautación arbitraria de los barcos de otro país", según ha expresado el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Lin Jian. El ejecutivo chino también ha dejado claro que su país "se opone sistemáticamente a las sanciones unilaterales ilegales" de EEUU en Venezuela, y ha remarcado que "les falta fundamento en el derecho internacional y no cuentan con la autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas". En conjunto, Venezuela lo lee como un mensaje de China de rechazo a la "hegemonía unilateral" de EEUU.
Este sábado, además, el ministro de Asuntos Exteriores venezolano también aseguró haber recibido el ofrecimiento de Irán para cooperar "en todos los ámbitos" para hacer frente a "la piratería y el terrorismo internacional" de Washington. El ministro venezolano expresó que le había dicho su homólogo iraní, Abbas Araghchi, en una llamada telefónica.
La escalada de EE.UU. con Venezuela
Desde septiembre, Washington ha atacado a una treintena de presuntos narcollanches, unas operaciones en las que han matado a un centenar de personas. Todo ello sin aportar todavía pruebas públicas que acrediten que las embarcaciones efectivamente transportaban droga. La propia Casa Blanca expresó la semana pasada, a través de la jefa de gabinete, Susie Wiles, que estos ataques seguirán hasta que Nicolás Maduro "se rinda", y los expertos y analistas aseguran que la estrategia va más allá del narcotráfico. El objetivo real, apuntan, es echar al heredero de Hugo Chávez del poder.
En este contexto, a los ataques a presuntos narcollanches en los últimos días se han sumado los asaltos a petroleros en aguas internacionales cerca de Venezuela. Según Washington, incumplen las sanciones que EEUU aplica unilateralmente en materia de comercio de petróleo. A finales de la semana pasada Trump anunció un "bloqueo" de todos los barcos sancionados que transportan crudo y entran y salen del país latinoamericano. Y durante el fin de semana la guardia costera de EEUU ha lanzado dos nuevos ataques para interceptar petroleros: un sábado, con éxito, y un domingo, que la embarcación, bautizada como Hermosa 1 y que no iba cargada, logró esquivar, según apuntaron varios medios estadounidenses.
Hasta ahora, EEUU no se ha mostrado contrario a una operación militar en Venezuela, un supuesto que, en caso de producirse, iría en contra de la promesa de Trump de no empezar ningún conflicto bélico nuevo durante su mandato. Sin embargo, el viernes de la semana pasada el propio presidente estadounidense aseguró en una entrevista telefónica en la cadena NBC News que "no descarta" una guerra con el régimen de Nicolás Maduro. Los líderes de ambos países hablaron incluso por teléfono a finales de noviembre, pero no han trascendido detalles de la conversación. En la entrevista del viernes, cuando el periodista le preguntó si el objetivo de los ataques es derribar a Maduro, Trump no lo desmintió: "Él sabe exactamente qué quiero". "Lo sabe mejor que nadie", expresó.
La influencia de Washington en América Latina va más allá de la situación actual en Venezuela. En este último año, la Casa Blanca ha multiplicado y escalado las injerencias en países del sur del continente. Ha mostrado apoyo a ciertos candidatos afines a la ideología de Trump antes de que se celebren elecciones. En los casos más tronados y cuando la victoria de los candidatos preferidos de Washington no está clara, Trump amenaza al país que celebra elecciones con sanciones o la retirada de algunos acuerdos bilaterales en caso de que no gane la formación que más le conviene. En Venezuela, apoya a la opositora María Corina Machado, que no se ha opuesto a una intervención militar estadounidense ya quien a principios de diciembre EEUU ayudó a salir del país ya viajar hasta Oslo para recoger el premio Nobel de la Paz.