Venezuela, empantanada entre Maduro y Trump
El Pentágono sigue abatiendo embarcaciones en aguas internacionales y reitera la amenaza de una intervención por tierra, mientras Maduro rechaza ninguna negociación
Buenos AiresYa han pasado tres meses desde que el gobierno de Estados Unidos empezó a asediar a Venezuela con una política militar que, si bien no es nueva en América Latina, sí es innovadora en los tiempos que corren, ya que hacía 36 años –desde la invasión de Panamá en 1989, liderada por George Bush padre– que la potencia del norte no intervenía. Ahora el país intervenido es otro, y los líderes y motivaciones para intervenir, también: Venezuela, gobernada por un Nicolás Maduro que no negocia ni afloja la cuerda, y sitiada por un Donald Trump empeñado en acabar con el narcotráfico, se encuentra hoy estancada en una pugna que no se resuelve, ni por la vía diplomática ni por la vía militar. Mientras, la vida sigue en el país caribeño, con cerca de 900 presos políticos, una inflación galopante y una expectativa y tensión de fondo que, día tras día, agotan los venezolanos.
"Nicolás Maduro no va a negociar", dice al ARA la analista política venezolana María Ramírez, bajo seudónimo: "La naturaleza del régimen y la formación de sus líderes –que están en una revolución como las de los años 60– nos dan a entender que, en su jefe, no existe la posibilidad de negociar". Maduro ha rechazado la oferta de Trump, que exigía una salida inmediata del país con garantías de seguridad para él y su familia, porque no incluía la inmunidad total y la amnistía para un centenar de altos cargos del régimen, que pedía él. Esto es lo que ha trascendido en la prensa internacional de la conversación telefónica que habrían mantenido los dos líderes en noviembre. "Maduro está dispuesto a morir allí, al tiempo que Trump está intentando no tener que intervenir militarmente –dice Ramírez–, ya que sus bases electorales no son favorables, y además él está loco por recibir el premio Nobel de la paz". En definitiva, una situación de empantanamiento difícil de resolver."
Según esta analista, hay otros dos escenarios que podrían conducir hacia una eventual capitulación del régimen venezolano: el primero es que la presión del secretario de Estado, Marco Rubio –que tiene "clarísimo" que debe intervenirse–, acabe convenciendo a Trump. El segundo es que algún alto cargo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana decida entregar a Maduro a cambio de la recompensa de 50 millones de dólares que ofrecen Estados Unidos, "pero eso no es tan fácil, porque los cuadros están muy atrincherados, vigilados y amenazados por la inteligencia cubana". Ramírez resalta que la influencia de Cuba sobre Venezuela es fortísima: "Los cubanos son los principales asesores de Maduro, y saben que si se cae, ellos van detrás".
Mientras, el Pentágono sigue abatiendo embarcaciones en aguas internacionales de forma extrajudicial –la última, este viernes, en el Pacífico– bajo el argumento de que se trata de lanchas de narcotraficantes que se dirigen a Estados Unidos, hasta alcanzar la cifra de 87 personas fallecidas, "una violación flagrante de los derechos humanos", según Ramam "Desgraciadamente, pienso que es una estrategia válida, por el coste que hemos sufrido los venezolanos en los últimos años con la permanencia de Maduro en el poder". El analista habla de una "destrucción" de todas las estructuras del país: universidades y educación pública, transporte público, hospitales, infraestructura, salarios y capacidad de consumo de la gente; todo habría quedado profundamente mermado, según ella, desde que, a partir de 2006, Hugo Chávez empezó a "erosionar" gradualmente a las instituciones venezolanas, en su giro hacia el llamado socialismo del siglo XXI, que incluyó un aumento del autoritarismo.
En alerta permanente
Desde Caracas, Daniela López (seudónimo) explica al ARA que hace semanas que la gente vive "en un estado de alerta permanente", pero al mismo tiempo todo el mundo sigue con su vida, "porque el venezolano que no se levanta a trabajar no come", dice. La economía informal del país se encuentra hoy entre el 50% y el 70%, según varios informes, ninguno de ellos oficial: "Lo que ganas en el día es lo que te paga la comida", explica, y añade que si están preocupados "es para que, finalmente, pueda no pasar nada". "Muchas veces pareció que el chavismo tenía que caer, y ahora por fin hay movimientos y parece inminente, pero nos preocupa si llegamos a ese pico de tensión, expectativa y esperanza, y al final no pasa nada", reconoce. Según el analista Ramírez, "es una posibilidad" de que Maduro acabe resistiendo: "Trump es imprevisible, y podría retirarse, considerando una victoria el haber eliminado varias decenas de narcotraficantes en el mar".
Para Daniela, la diferencia con otros momentos en los que el régimen pareció tambalearse –como la muerte de Chávez, episodios de fuertes protestas, o la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente, en el 2019– es que en esta ocasión "ha habido unas elecciones, en las que se ha votado masivamente y de forma pacífica por un cambio, y, sin embargo, una persona ha decidido usurpar una posición que no le corresponde". "Me gustaría que se pusiera más el foco sobre las elecciones del 2024, que construimos los mismos venezolanos, y no tanto sobre el narcogobierno", dice. Además, espera que el Nobel de la paz "no sea un premio de consolación" para María Corina Machado, que dedicó el galardón a Donald Trump. Desde la clandestinidad, Machado pide a los venezolanos que se organicen y se preparen, para que "el día está cerca" y, asegura, "la transi.