Asia

Lai Ching-te, considerado "un peligro" por China, gana las elecciones de Taiwán

La isla elige mantener su independencia 'de facto' pese a la presión de Xi Jinping

ARA
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Lai Chingte, en el centro de la imagen, votando durante las elecciones en Taiwán.

BarcelonaLai Ching-te gana las elecciones de Taiwán y mantiene en el poder al independentista Partido Demócrata Progresista (PDP). Pese a las presiones de Pekín, los votantes han elegido finalmente la continuidad del PDP y su línea de defensa de la democracia y la autonomía de la isla. La propuesta del Kuomintang (KMT) de escoger entre "guerra y paz" ha fracasado y el partido preferido por Xi Jinping seguramente tendrá que afrontar una remodelación.

Lai Ching-te, que ha sido calificado por Pekín como un "separatista" peligroso”, ha hecho historia consiguiendo en torno a cinco millones y medio de votos, más de un 40% del total. Por primera vez en Taiwán un partido consigue un tercer mandato consecutivo, pero sin embargo no ha logrado mantener la mayoría en el Yuan Legislativo, el Parlamento taiwanés.

En la primera comparecencia ante una multitud, que celebraba impulsivamente la victoria, Lai se comprometió a “salvaguardar a Taiwán de la amenaza de China” y mantener elstatu quo de la isla. También aseguró que utilizará el diálogo para rebajar la confrontación.

La victoria de Lai significa continuidad, ya que desde 2020 ha ejercido de vicepresidente con Tsai Ing-wen, la presidenta saliente. De ella ha adoptado el tono moderado de no enfrentarse abiertamente a China exigiendo la independencia pero defender la soberanía y la identidad propia de Taiwán. Lai Ching-te era mucho más radical en sus primeros años como político.

Toque de atención en el Parlamento

El futuro presidente reconoció que la pérdida de la mayoría en el Parlament es un toque de atención al partido y significa que la población quiere un gobierno más eficaz y con más controles. Hasta ahora el PDP controlaba la cámara con 62 escaños de los 113 que la componen y ahora se quedará con 51: la oposición tendrá mayoría. Lai ha prometido incorporar al nuevo gobierno figuras independientes de reconocido talento y buscar equilibrios con las otras formaciones políticas. sábado y antes de que finalizara completamente el recuento. Hou ha declarado que respetaba "la decisión del pueblo taiwanés” y ha pedido a Lai ya quien será su vicepresidenta, Hsiao Bi-khim, no decepcionar a los taiwaneses. En la comparecencia ante sus seguidores ha pedido perdón por no conseguir recuperar el poder para el KMT.

El Partido Popular de Taiwán, junto a Ko Wen-je, se ha quedado como tercera fuerza con un 26% de los votos. El candidato reconoció la derrota, pero defendió que su campaña ha sido un "movimiento ciudadano" y consolida al PPT como una opción de oposición.

El fraccionamiento de la oposición ha facilitado la victoria de Lai Ching-te. Si el KMT y el PPT se hubieran presentado juntos, habrían ganado las elecciones con el 60% de los votos. Los resultados son especialmente duros para el KMT, que ha obtenido algo más del 33% de los votos. Hace tiempo que el KMT no encuentra un mensaje propio, más allá del acercamiento con China, que consiga conectar con los taiwaneses.

La victoria del PDP implica que las relaciones con China se pueden tensar más en estos próximos cuatro años de mandato.

La sombra de Pekín

Pekín ha intentado interferir en las elecciones aumentando la presión militar y la intimidación. Por ejemplo, el pasado jueves cinco globos chinos cruzaron la línea aérea que separa el continente de la isla. También ha jugado a asfixiar a la economía reduciendo las exportaciones. China es el principal socio comercial de Taiwán, que económicamente depende del continente. Pekín también ha lanzado una campaña de noticias falsas.

Se espera que, ante la victoria del PDP, Pekín haga algún gesto aumentando las incursiones de aviones de combate y barcos en el estrecho, especialmente en el período previo a la investidura de Lai, que está prevista para el 20 de mayo. Sin embargo, Pekín también debe cuestionar su estrategia diplomática con la isla, porque ocho años de amenazas no han servido para que la población taiwanesa apueste por un acercamiento a China.

Al contrario que en 2020, las elecciones taiwanesas no fueron protagonistas de la prensa china e incluso en las redes sociales se censuró la etiqueta "elecciones en Taiwán". China vive también otro momento, y la población está más preocupada por el rumbo de la economía que por el nacionalismo.

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