Biden: "EE.UU. no tiene que morir en una guerra en la que las fuerzas afganas no quieren luchar"

El presidente norteamericano defiende la retirada pero amenaza a los talibanes con una "fuerza devastadora" si atacan la evacuación de EE.UU.

BarcelonaEl presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha comparecido esta noche desde la Casa Blanca, en el primer día de control talibán total en Afganistán, y se ha reafirmado en su decisión de retirar las tropas norteamericanas del país. "Me mantengo totalmente en mi decisión", ha afirmado, decidido a ser el presidente que ponga "fin a la guerra más larga de los Estados Unidos", que ha durado veinte años. Los acontecimientos de la última semana, con un avance tan meteórico de los talibanes que –ha admitido Biden– ni el mismo gobierno norteamericano se esperaba, han servido al presidente norteamericano, según ha dicho, para confirmar esta percepción, atendida la gran rapidez con la que las fuerzas de seguridad afganas y el mismo gobierno del país se han retirado y han huido: "Estados Unidos no tiene que estar luchando y muriendo en una guerra en la que las mismas fuerzas afganas no quieren luchar", ha dicho Biden.

Aun así, ha confirmado el envío de 5.000 soldados a Kabul para proteger la evacuación del personal norteamericano y de los afganos que han trabajado con ellos y ha advertido a los talibanes que, si atacan a las fuerzas norteamericanas "o interrumpen la evacuación" que están llevando a cabo, se tendrán que enfrentar a "una fuerza devastadora". "La respuesta será rápida y contundente", ha avisado.

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"¿Cuántas generaciones de norteamericanos más tenemos que enviar a luchar en una guerra civil afgana?", ha preguntado a la cámara, para justificar la decisión de retirar completamente las tropas del país, una decisión que ya había tomado el presidente anterior, Donald Trump, y que Biden ha modificado en los tiempos alargando cuatro meses más la retirada.

Según el presidente norteamericano, el resultado que vemos estos días en Kabul habría sido el mismo si la retirada de tropas norteamericanas se hubiera hecho hace dos o tres años o si se hiciera de aquí a cinco. "Ninguna fuerza militar sobre el terreno conseguirá nunca crear un Afganistán estable y seguro", ha dicho. De hecho, ha dejado claro que la misión de los Estados Unidos en el país "no fue nunca crear una nación o una democracia centralizada" en Afganistán, sino que "fue una operación de contraterrorismo" pensada solo para asegurarse que Al-Qaeda no utilizara el país como refugio para atacar a Estados Unidos desde allá, y aunque no se ha atrevido a decir que la misión se habría logrado, sí que ha destacado que hoy la amenaza terrorista tiene otros frentes, como Somalia, Nigeria, Siria o Iraq.

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El presidente norteamericano ha tenido también algunos reproches para el presidente afgano, Ashraf Ghani, y ha explicado que en sus conversaciones de los últimos meses él ya le había advertido que se preparara para luchar una guerra civil después de la retirada norteamericana, y que le había aconsejado incluso que intentara negociar con los talibanes algún acuerdo. "Pero mi consejo fue rechazado, Ghani dijo 'lucharé'", le ha reprochado al presidente del país, que el domingo abandonó Kabul.