Espacio

Despega la nave rusa que traerá de vuelta a la Tierra a tres astronautas atrapados en la Estación Espacial Internacional

El lanzamiento se había aplazado por una segunda filtración en otra cápsula estacionada en la plataforma

BarcelonaLa agencia espacial rusa, Roscosmos, ha despegado esta madrugada con éxito la nave Soyuz MS-23, que tendrá que llevar a casa a los tres astronautas, dos rusos y un norteamericano, que estaban atrapados en la Estación Espacial Internacional desde que su cápsula quedó inutilizada por una filtración. Se espera que la nueva nave, que viaja sin tripulación, llegue a la plataforma espacial este mismo domingo y se estacione allí, preparada para llevar a los cosmonautas a casa cuando acaben su misión, probablemente en septiembre.

Los tres hombres se habían quedado sin transporte de vuelta, después de que la Soyuz MS-22, con la que llegaron a la estación el septiembre pasado, quedó inutilizada el pasado diciembre, cuando se detectó una filtración del líquido refrigerante de esta nave, supuestamente por el impacto de un pequeño meteorito. La pérdida de este líquido eleva la temperatura de la cabina y Roscosmos consideró que no se podía utilizar para el retorno de los astronautas, a pesar de que no descartaba usarla si hacía falta un regreso de emergencia.

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Por eso, este viernes de madrugada, desde la plataforma de lanzamiento de Baikonur, en Kazajistán, Rusia ha enviado la nueva cápsula, sin tripulación y con un cargamento con 430 kilogramos de alimentos, agua y material para hacer experimentos. Una cantidad que, según la agencia rusa Tass, es tres veces más grande de lo habitual. Y es que, después del incidente con la nave de regreso, se ha alargado la misión de los astronautas. Si bien estaba previsto que volvieran a la Tierra en marzo, la NASA anunció hace unos días que las misiones se alargaban hasta septiembre. La cápsula rusa dañada será devuelta a la Tierra también sin tripulación en el mes de marzo.

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Segunda filtración

El lanzamiento de la Soyuz MS-23 para rescatar a los astronautas se tuvo que aplazar la semana pasada porque justo el día que estaba programada, el 19 de febrero, se detectó otra filtración en otra nave aparcada en la EEI. En este caso era una nave de carga no pilotada Progress MS-21 (identificada por la NASA como Progress 82P), que sufrió una despresurización por la pérdida también de líquido refrigerante. Las agencias espaciales creen que de nuevo fue provocada por el impacto de algún pequeño meteorito. A pesar de que esta filtración no tenía nada que ver con la misión de rescate, se decidió pararla y se reprogramó para este viernes, 24 de febrero.

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Finalmente, se ha llevado a cabo poco después de la 1 de la madrugada hora catalana (las 3 h de la madrugada hora rusa). La cápsula llegará a la Estación Espacial Internacional en menos de dos días, proveyendo de un ticket seguro de vuelta a los astronautas de Roscosmos Serguei Prokopiev y Dmitri Petelin y también al de la NASA Frank Rubio.

La misión de rescate es todavía una pequeña señal de cooperación entre Estados Unidos y Rusia al menos a nivel científico, a pesar de las tensiones geopolíticas entre las dos potencias a raíz de la guerra de Ucrania. El distanciamiento de Washington y Moscú, de hecho, ha llevado a Rusia a anunciar que no renovará su participación en la Estación Espacial Internacional cuando acabe el contrato actual, en 2024. Rusia pretende ahora construir su propia estación espacial, que quiere que esté operativa a partir de 2030.