Donald y Melania Trump se vacunaron de coronavirus en secreto en enero
A diferencia de otras autoridades, el expresidente y la ex primera dama no recibieron la inyección ante las cámaras de televisión
BarcelonaEl expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y la ex primera dama, Melania, habrían recibido en secreto la vacuna de covid-19 en enero, días antes de dejar la Casa Blanca. Así lo han confirmado este lunes varios asesores de Trump, citados de manera anónima en medios de comunicación norteamericanos como The New York Times y la CNN. Las informaciones, que no han desvelado si se pusieron la vacuna de Moderna o Pfizer, afirman que habrían recibido la segunda dosis una vez fuera de su cargo.
Esta revelación llega dos días después de que este domingo, durante su discurso en la Conferencia de Acción Política Conservadora, el expresidente hiciera un llamamiento a sus seguidores para que se vacunaran. “La vacuna no es nada dolorosa, todo el mundo tendría que recibir su inyección”, dijo en su primera intervención pública desde el pasado 20 de enero, cuando Joe Biden tomó posesión del cargo. Significó un giro en su discurso, al ser la primera vez que Trump pedía directamente a sus votantes que se pusieran la vacuna.
Después de meses minimizando la gravedad del virus, tanto Donald como Melania Trump se contagiaron de covid-19 a finales de septiembre. Una vez recuperado, después de tres días hospitalizado, el expresidente dio un discurso desde el balcón de la Casa Blanca afirmando, sin ninguna evidencia, que ya era inmune a la enfermedad. “Ahora tenéis un presidente que no se tiene que esconder en el sótano, como su oponente”, dijo, hablando sin mascarilla a una masa de seguidores sin distancia social.
Tres meses más tarde empezó el programa de vacunación masiva en los Estados Unidos. A diferencia del vicepresidente Mike Pence, que recibió la inyección ante las cámaras de televisión, el entonces presidente, que había manifestado su escepticismo hacia las vacunas en varias ocasiones, optó por hacerlo en privado en enero. Sí se vacunaron en diciembre y en directo, en cambio, sus adversarios políticos Joe Biden y Kamala Harris, así como los expresidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton, que se ofrecieron voluntarios a hacerlo de manera pública para transmitir confianza en que la vacuna era segura.
En el discurso de este domingo el expresidente se atribuyó el mérito de la distribución de vacunas que se está dando en el país: “No les permitamos olvidar que fuimos nosotros” quienes desarrollaron el programa de inoculación. Aun así, el equipo de Biden aseguró a la CNN que se encontraron con una falta absoluta de estrategia de distribución de las dosis, semanas más tarde de que fueran aprobadas para su uso en los Estados Unidos.
Los votantes republicanos, más reticentes a vacunarse
Los asesores que han revelado la vacunación secreta del expresidente no han especificado los motivos para no hacerlo público. Pero el hecho es que Trump se ha pasado toda la pandemia minimizando la gravedad del virus y cuestionando la utilidad de las mascarillas y la distancia social. Y este discurso puede haber tenido influencia sobre la opinión pública, concretamente la de sus seguidores mayoritarios. Según una encuesta, el 56% de los “republicanos blancos” tienen dudas sobre si ponerse la vacuna, una cifra que contrasta con el 7% de los “demócratas blancos” con el mismo pensamiento.
De hecho, a pesar de su cambio de discurso, clamando que la vacunación es segura y necesaria, el expresidente tiene un historial antivacunas. El año 2014 hizo varios tuits vinculando las vacunas con el autismo: “Un niño sano y saludable va al médico, se le ponen muchas vacunas, no se siente bien y cambia – AUTISMO. ¡Hay muchos casos!”. Por otro lado, durante los primeros meses de la pandemia, el entonces presidente se puso a la comunidad científica en contra cuando improvisó algunas sugerencias para luchar contra el covid-19, como por ejemplo inyecciones de desinfectante o una terapia con luz ultravioleta.