Los latinos que no votarán por Harris: "No queremos que este país se convierta en México"

La comunidad hispánica, que representa el 25% de los electores de Arizona, será decisiva para determinar quién se lleva este estado clave

Phoenix (Arizona)En el andén del tranvía que lleva desde el aeropuerto de Phoenix hasta el centro de la ciudad, la voz que indica la parada habla en inglés y castellano. Buena parte de los rótulos de las calles y las cartas de restaurantes están escritos en ambos idiomas, o incluso sólo en castellano. Las instrucciones de los centros de votación anticipada están también en ambos idiomas. En Arizona la comunidad latina es una de las que más ha crecido desde los 2000 y representa ya el 25% del electorado de este estado clave. El gigante latino fue decisivo para decantar el estado, históricamente republicano, a favor de Joe Biden en 2020, y el cinco de noviembre volverá a jugar el mismo papel.

“En 2020 voté demócrata, pero este año ya no lo haré. Siento que no ha cumplido las promesas”, explica María Miranda, de 31 años. María tiene dos trabajos para llegar a fin de mes, “como la mayoría de latinos aquí”: trabaja en el sector de la restauración y como responsable del Arizona Latino Arts and Cultural Center. Los hispánicos representan la segunda mayor fuerza de trabajo en el estado y, según el último informe del Latino Policy & Politics, trabajan más pero cobran menos. "La inflación sí se ha hecho notar, he tenido que recortar la cesta de la compra, pero sé que la subida de precios no sólo depende de la gestión económica de Biden", expone María.

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La mano dura de Donald Trump contra los inmigrantes durante su presidencia movilizó a la población hispana de este estado fronterizo las pasadas elecciones. Hasta entonces, se les conocía como el gigante dormido por su baja participación en los procesos electorales. De los 2,3 millones de latinoamericanos que viven en Arizona, un 84% de quienes pueden votar son descendientes de mexicanos. “Yo nací aquí, pero mis padres son de Jalisco y cruzaron la frontera. Aún tengo familia allí, tías y primos”, explica Maria.

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Entre las “promesas incumplidas” que enumera María, está el proceso de ciudadanía para los inmigrantes. “Han incumplido las promesas sobre una vía fácil de obtener la ciudadanía. [Los demócratas] están ayudando más que a los republicanos, pero podrían hacer más. Hablan mucho de nuestra comunidad, pero después hacen poco”, expone. Ella aún recuerda lo difícil que fue el proceso de migración que vivieron sus padres para obtener los papeles. "Es como si nunca dejaras de ser ciudadana de segunda", lamenta.

A menos de dos semanas para las elecciones, Trump está pisando los talones en Harris a nivel nacional. Arizona es uno de los siete estados clave donde el magnate ha logrado marcar más distancia con Harris con un margen de 2 puntos porcentuales. “Yo no votaré por Trump tampoco. Votaré por un tercer partido. Tampoco me ha gustado lo que ha hecho Biden con Gaza, esperaba a más de un presidente demócrata. Y la frontera... recientemente han muerto muchos migrantes en el desierto. Siento que el problema lo único que hace es moverse entre California, Arizona, Nuevo México y Texas [los cuatro estados fronterizos]”, puntualiza.

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Cuatro años después, ya menos de dos semanas de las elecciones, Trump está logrando ganar terreno entre los latinoamericanos, que representan un 15% de todo el electorado del país. La encuesta publicada la semana pasada por el New Nork Times mostraba cómo un 37% de los votantes latinoamericanos prefieren a Trump y como casi 1 de cada 10 de los votantes hispánicos que habían apoyado a Biden, votará por Trump este año. María reconoce que cada vez está sintiendo a más latinos de su entorno expresando su apoyo por Trump.

¿Voto de castigo?

En una cafetería en el centro de Phoenix, Mark Gonzales recoge las mesas. Él ya es la tercera generación de migrantes nacidos aquí y aseguró que votará a Trump. La principal razón: la economía. "Es un hombre de negocios y sabe lo que se hace", asegura. El joven dice que no está en contra de la llegada de migrantes, pero "hay que hacerlo de forma ordenada. Y por eso es necesario un gobierno fuerte como el que puede dar Trump". Mark no se da por aludido cuando Trump trata a los inmigrantes, y enumera la larga lista de nacionalidades latinoamericanas, como "criminales". "Habla de los indocumentados y de quienes no quieren venir a trabajar", responde.

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Bianca Gracia tampoco se da por aludida. Durante muchos años votó demócrata, hasta que en 2016 decidió fundarLatinos por Trump, una de las principales plataformas que coordina el apoyo de la comunidad hispánica al expresidente. "Por delante de todo me siento estadounidense porque es el país que me acogió", expone. En ese momento, explica, la tildaron de "racista" y de "tonta" por ser latina y apoyar a Trump. "Pero cada vez hay menos tabú y más latinos salen en defensa del republicano", dice.

"Durante 17 años fui demócrata, pero me cansé. Los demócratas han infantilizado a la comunidad hispana como si fuéramos más estúpidos que los demás por el hecho de ser latinos. Y han utilizado la comunidad hispana, aprovechaban que es la comunidad más pobre para chantajearlos con la inmigración. Que darían ayudas del gobierno si los votaban, por lo que siempre los tenían bajo su bota", relata Bianca, que recuerda como cuando iba a la escuela a Texas el resto de compañeros la discriminaban. "Me decían: 'Tú eres tonta, no irás a la escuela. Sólo tendrás niños y vivirás de las ayudas del gobierno'. Pero yo luché y fui la primera en tener estudios en mi familia".

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La otra razón del desencanto de Bianca con los demócratas es la agenda progresista. "Cuando fundé Latinos por Trump lo que quería era que los latinoamericanos se despertaran y empezáramos a votar por sus valores conservadores, protegiendo a Dios, la familia y el futuro de nuestros hijos. La agenda de izquierdas del Partido Demócrata, el hecho de abortar bebés a los nuevos meses y después, eso no queremos", dice, citando una de las falsedades que Trump ha repetido en varias ocasiones sobre el aborto. En ningún sitio de Estados Unidos se puede practicar abortos a los nuevos meses y mucho menos "después de nacer" porque se trataría de un infanticidio.

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La Bianca también señala la frontera como su principal preocupación, sobre todo por la parte económica. "Hay que cerrar la frontera. Cuando los ilegales entran tenemos que pagar por estas personas que no sabemos quiénes son ni qué vienen a hacer", narra. "No queremos que este país se convierta en México ni en ningún otro sitio. Queremos que este país sea su mejor versión: la de nuestros sueños, nuestras oportunidades y nuestro futuro".