Estados Unidos

Muere Clint Hill, el agente del Servicio Secreto que intentó salvar a John F. Kennedy

El guardaespaldas se echó sobre la limusina para intentar proteger con su vida a la pareja presidencial

BarcelonaClint Hill, el agente del Servicio Secreto de Estados Unidos que se tiró en la parte trasera de la limusina del presidente John F. Kennedy después de que se sintieran los primeros disparos en el momento en que sufrió el atentado que puso fin a su vida, falleció el pasado viernes a los 93 años, según informó esta madrugada su editor, Galler.

Pocos, tal vez, reconocen su nombre, pero seguro que habrán visto su imagen en la famosa e histórica grabación del tiroteo hecha por Abraham Zapruder. Este ciudadano, que grababa el paso de la comitiva de Kennedy por la plaza Dealey, capturó uno de los momentos más dramáticos de la historia del siglo XX de Estados Unidos, el 22 de noviembre de 1963, en Dallas.

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Ese día Hill estaba asignado a la protección de la primera dama, Jacqueline Kennedy, y viajaba en un coche detrás del vehículo presidencial cuando se escuchó primero el disparo. Inmediatamente, corrió hacia la limusina en la que viajaba la pareja y empezó a subir mientras se oía un segundo disparo. El presidente Kennedy murió a consecuencia de ese disparo, que le tocó en la cabeza. La primera bala le entró por el hombro y le salió por la garganta, hiriendo también al gobernador John Connally, según el informe oficial final de la Comisión Warren que investigó el atentado.

Recuerdos recurrentes del asesinato

Hill fue ascendido por sus acciones y después se convirtió en el agente responsable del destacamento de protección de la Casa Blanca. Por último, llegó a ser ayudante de dirección del Servicio Secreto. Pese a las diversas condecoraciones, durante décadas se sintió culpable de la muerte de Kennedy. Creía que no había reaccionado lo suficientemente rápido y afirmaba que habría dado su vida con gusto para salvar a la del presidente. Hill se retiró con 43 años a instancias de sus médicos a causa de una profunda depresión y los recuerdos recurrentes del asesinato.

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"Si hubiera reaccionado unas cinco décimas de segundo más rápido, quizás un segundo más rápido, hoy no estaría aquí", dijo Hill en 1975 en una entrevista en el programa 60 minutos de la cadena estadounidense CBS. "¿Quiere decir que habría llegado a tiempo y habría recibido el disparo?", le preguntó el entrevistador, Mike Wallace. "Sí, señor... A mí me hubiera parecido bien", le respondió. "Tengo un gran sentimiento de culpa por eso. Si me hubiera girado en otra dirección lo habría conseguido. Es culpa mía. Viviré con esto hasta mi muerte". En los últimos años el exagente había dicho que había empezado a aceptar lo ocurrido, pero afirmaba que aún no se había perdonado complemento. En una entrevista con la CBS News el año pasado todavía respondía que "quizás había algo que podría haber hecho" cuando le preguntaban si todavía se sentía culpable.

Su vida y su acción en Dallas el día del magnicidio sirvió de base para el filme En la línea de fuego (1993), de Wolfgang Petersen, una película que narra la historia del agente Frank Horrigan (Clint Eastwood), un veterano del Servicio Secreto que formaba parte del equipo encargado de proteger a John F. Kennedy el día de su asesinato. Atormentado por la culpa por no haber podido salvarle, Horrigan sigue en activo treinta años después, pero es cuestionado por algunos de sus compañeros por su edad. Finalmente, tiene la oportunidad de redimirse evitando la muerte del presidente en un nuevo intento de magnicidio. Pero Clint Hill nunca tuvo una segunda oportunidad.

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Hill nació en 1932 en Washburn, Dakota del Norte. Antes de unirse al Servicio Secreto en 1958, se alistó en el ejército y trabajó como agente ferroviario. Cuando abandonó la actividad profesional se convirtió en conferenciante y escritor de varios libros sobre su experiencia en el Servicio Secreto. En 2021 se casó con la periodista Lisa McCubbin, después de haberse conocido en 2009 cuando escribía sus memorias Mrs. Kennedy and me. An intimate memoir. En 2018 se le concedió el más alto honor civil que puede otorgar el estado de Dakota del Norte, el premio Theodore Roosevelt Rough Rider.