Un nuevo incendio en el norte de Los Ángeles obliga a evacuar a 30.000 personas
El tercer foco se extiende rápidamente y ha hecho movilizar a 4.000 bomberos

BarcelonaUn nuevo incendio forestal se ha declarado este miércoles en Castaic, en el norte de Los Ángeles que ya se ha extendido a más de 41 kilómetros cuadrados a una rápida velocidad, alimentado por fuertes vientos de hasta 80 km por hora y una vegetación reseca y fácilmente inflamable. Las autoridades han emitido órdenes de evacuación para más de 31.000 personas, y han explicado que de momento se ha contenido un 14% del fuego.
Bautizado como el incendio de Hughes, el nuevo foco está a unos 80 kilómetros al norte de la ciudad, que todavía lucha por extinguir los incendios de Palisadas y de Eaton, contenidos en un 70% y en un 95%, respectivamente. Y aún se ha declarado otro foco distinto en las últimas horas, en este caso más pequeño y con recomendaciones de evacuación más limitadas que afectan al conocido barrio de Bel-Air, según Los Angeles Times.
Pero el fuego que más preocupa en estos momentos es el de Hughes, donde ya se han desplegado 4.000 bomberos y que en pocas horas ha alcanzado una extensión de dos tercios del de Eaton, que arde desde el 7 de enero y afecta a 57 kilómetros cuadrados. El mayor es aún el de Palisades, con 95 kilómetros cuadrados incendiados. "Cualquier incendio que comience puede crecer rápidamente y sin control", ha advertido Servicio Meteorológico Nacional.
Las autoridades han avisado a la gente de la zona del lago Castaic de que se enfrentan a una "amenaza inmediata para la vida", mientras gran parte del sur de California continúa en alerta roja por riesgo de incendio extremo a causa de los fuertes vientos. Unos 1.100 bomberos se han desplegado en toda esta región, donde se encuentran Los Ángeles, en previsión de que puedan surgir nuevos focos de incendios. Sin embargo, las previsiones climáticas indican una alta probabilidad de lluvia en la zona entre el sábado y el lunes, lo que significaría una gran ayuda a la labor de los bomberos.
Según Reuters, los helicópteros sacaban agua de un lago para echarla sobre el fuego mientras las llamas se extendían hasta el borde del agua mismo. La interestatal 5, la principal carretera norte-sur del oeste de Estados Unidos, quedó cerrada este miércoles temporalmente en la zona de montaña conocida como Grapevine debido a la mala visibilidad por el humo, según la Patrulla de Carreteras de California, pero los bomberos pudieron controlar suficientemente el fuego para reabrir la vía. El bosque de las montañas de San Gabriel, de 2.800 kilómetros cuadrados, se encuentra cerrado a los visitantes.
Se espera que el nuevo presidente del país, Donald Trump, visite la zona el viernes. En una entrevista el miércoles en la cadena Fox, amenazó al gobierno federal de California (demócrata) con no financiarlo más si no modifica su gestión del agua, aunque un día antes firmó una orden ejecutiva para aumentar la disponibilidad de agua en el territorio.