Estados Unidos

Trump viaja a los países del Golfo en su primera gira en busca de acuerdos milmillonarios

El presidente estadounidense está en Arabia Saudí y visitará Qatar y Emiratos Árabes Unidos para tratar cuestiones como el futuro de Gaza y las tensiones con Irán

El CairoEl presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha llegado este martes a Arabia Saudí en su primera gira exterior desde que regresó a la Casa Blanca, con la misión de cerrar pomposos acuerdos comerciales y de inversión desde un escenario idóneo para él como las petromonarquías del Golf. El viaje de Trump, que se alargará hasta el viernes e incluye Qatar y Emiratos Árabes Unidos, se produce, sin embargo, en un momento de fuerte inestabilidad regional por la guerra de Israel contra Gaza y las tensiones con Irán, que también marcarán su agenda.

El carácter transaccional y eminentemente empresarial con el que Trump entiende la política exterior casa a la perfección con la forma de hacer de las monarquías del Golfo, que recibirán con la alfombra roja al presidente estadounidense y su comitiva. Está previsto que durante la gira se anuncien públicamente y de forma ostentosa inversiones y compras milmillonarias en beneficio de Estados Unidos, mientras que los asuntos políticos más espinosos se tratarán más en privado.

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Una de las sorpresas de la gira de Trump es que no incluye una parada en Israel, aunque el gobierno de Benjamin Netanyahu ha amenazado con lanzar una invasión a gran escala en Gaza y acelerar la expulsión de la población si no existe un acuerdo en los próximos días con Hamás, que ha aprovechado la ocasión para anunciar que liberarán al último rehén estadounidense vivo que retienen. Sin embargo, se prevé que la guerra y el futuro de Gaza sean un tema clave del viaje de Trump.

Sin embargo, la llegada del dirigente estadounidense no ha disuadido a Tel Aviv. El viaje de Trump a Riad ha coincidido con el bombardeo por parte de las fuerzas israelíes del hospital de Nasser en Khan Younis, en el que han muerto dos personas, entre ellas el periodista palestino Hasan Eslaih. Esliah estaba ingresado en este hospital, que es el mayor del sur de Gaza, recibiendo tratamiento por las heridas que le había provocado otro ataque israelí el pasado 7 de abril, en el que murieron otros tres periodistas que se encontraban en una tienda de campaña junto al mismo hospital.

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Otra cuestión delicada que tratará Trump durante el viaje son las negociaciones entre Washington y Teherán sobre el programa nuclear iraní, que las monarquías del Golfo confían en que lleguen a buen puerto. La última ronda de conversaciones tuvo lugar el domingo, cinco días después de que Trump anunciara una tregua con los rebeldes houthis de Yemen, anhelado por casi toda la región. Como prueba de que hay mucho en juego, en los últimos días el titular de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, ha visitado Arabia Saudí y Qatar, y el ministro de Asuntos Estratégicos israelí, Ron Dermer, se ha reunido con Trump.

La parte de la gira que se espera más sustanciosa es la de Arabia Saudita. En los últimos años Washington y Riad han intentado definir un gran acuerdo en materia de defensa, comercio y energía que incluyera la normalización de relaciones con Israel. Pero con esta última variable fuera de la ecuación por la guerra contra Gaza, Trump parece dispuesto a avanzar en el resto y se espera que al menos Arabia Saudí anuncie inversiones milmillonarias en Estados Unidos, aunque en un plazo suficientemente dilatado para que no se acaben necesariamente concretando a la larga.

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De momento, la buena sintonía se ha materializado en un foro de inversión saudí-estadounidense, que ha comenzado con un vídeo celebrando la larga historia entre Estados Unidos y el estado del golf. En primera fila, estaban los directivos de los fondos de inversión Blackrock y Blackstone, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, el ministro de Finanzas saudí, Mohammed Al Jadaan, y el ministro de Inversiones saudí, Khalid al-Falih. Éste último ha afirmado en el discurso de apertura que "las inversiones y las oportunidades de negocio en el reino se han expandido y multiplicado muchísimo".

"Un éxito político para Arabia Saudí"

"Desde la perspectiva saudí, es un gran éxito político que Trump vuelva al país en su primer viaje al extranjero, lo que consolida aún más la posición y el estatus de Arabia Saudita como líder del mundo árabe y musulmán y como el mayor acuerdo en la cuestión palestina", asegura Umer Karim, especialista en Rey Faisal decisiones saudí. "Para la administración Trump, el objetivo clave será conseguir los mayores compromisos posibles en materia de inversiones", considera.

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El paso del presidente estadounidense por Emiratos Árabes Unidos se espera que esté aún más marcado por los negocios, sobre todo por la decidida apuesta de Abu Dhabi por el desarrollo de la inteligencia artificial y otras tecnologías punta en sectores como la energía. Aunque en el plano político mantiene un perfil público más bajo, Abu Dhabi es el régimen con una política exterior más agresiva de Oriente Medio y es el aliado más cercano a Washington e Israel –junto a Bahréin– en asuntos como el futuro de Gaza por su beligerante oposición a Hamás.

Qatar, el país con las relaciones de seguridad más sólidas con Estados Unidos de la región, ha sido, de la mano de Egipto, el principal mediador entre Israel y Hamás, y en los días previos a la gira de Trump ha redoblado esfuerzos con Washington y El Cairo por hacer avanzar un nuevo acuerdo de tregua entre las partes que incluya la entrada de ayuda. Aunque podría quedar en segundo plano, también se espera que Doha siga intentando dar forma a la política de Washington hacia el nuevo gobierno de Siria para al menos aliviar sus sanciones.

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Qatar regala un "palacio volador" a Trump para sustituir el avión presidencial Air Force One

Donald Trump no está de nada. Tampoco de aceptar el regalo más valioso jamás ofrecido a un presidente estadounidense: un avión Boeing 747 por todo lo alto que le ha regalado la familia real de Qatar para sustituir el avión presidencial el Air Force One. De nada han servido las críticas que lo consideran corrupción y cohecho: el republicano ha sacado pecho del regalo argumentando que es un ahorro para el contribuyente estadounidense. El anuncio coincide con la visita de Trump esta semana a las petromonarquías del golfo Pérsico. "El hecho de que el departamento de Defensa reciba un regalo, gratuito, de un 747 para sustituir temporalmente al Air Force One, en una transferencia transparente y pública, molesta tanto a los corruptos demócratas que insisten en que pagamos muchos millones de dólares por el avión", dijo Trump el domingo en una publicación en su red Truth Social. Esto después de que el emirato del Golfo intentara salir al paso de las informaciones periodísticas sobre el regalo, en un comunicado donde decía que el acuerdo no estaba cerrado.

Según el ABC, el aparato, un jumbo de lujo que describe como un "palacio volador", tiene un valor de 400 millones de dólares. El presidente de EEUU lo utilizará como el nuevo Air Force One y después será transferido a su fundación. La cadena ha revelado que Trump visitó el opulento aparato en febrero, cuando le llevaron al aeropuerto de Palm Beach, donde tiene una de sus residencias privadas. Si finalmente se materializa el regalo, el jumbo jet se transferirá a las fuerzas aéreas estadounidenses para que el ejército le haga las adaptaciones de seguridad requeridas. La fiscal general de EEUU, Pam Bondi, y el abogado de la Casa Blanca, David Warrington, han avalado legalmente el regalo, después de que el departamento de Justicia y los asesores legales de la Casa Blanca hayan certificado que no está condicionado a ningún acto oficial, por lo que no le consideran un cohecho. Estos abogados redactaron un análisis para el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien reiteraba que el avión no violaba las leyes federales que prohíben que los funcionarios del gobierno de Estados Unidos aceptaran regalos de estados extranjeros o de su realeza. De hecho, según fuentes citadas por el ABC, Bondi lo interpreta como una donación a la fuerza aérea de Estados Unidos, que después pasará a la fundación de la biblioteca presidencial de Trump, no directamente a él.

Pero este argumento no ha convencido a los críticos. El líder demócrata en el senado Chuck Schumer ha ironizado con el principal lema de la campaña de Trump: "No hay nada como que el Air Force One le regale Qatar para la " America first ". No sólo es un soborno: es influencia extranjera premium con espacio extra para las piernas".