Trump despide a los trabajadores del departamento de Justicia que le investigaron
El argumento es que ya no se puede confiar en ellos para implementar "fielmente la agenda del presidente"
WashingtonLa purga del funcionariado de Donald Trump está empezando a tomar carrera. Después de enviar a casa todos los trabajadores relacionados con los programas de diversidad, equidad e igualdad (DEI), le ha tocado el turno al departamento de Justicia (DOJ en inglés). El fiscal general en funciones nombrado por el presidente, James McHenry, ha despedido este lunes a más de una docena de empleados que trabajaron en las investigaciones penales abiertas contra Trump.
"Hoy el fiscal general en funciones, James McHenry, ha puesto fin a los puestos de trabajo de varios funcionarios del departamento de Justicia que tuvieron un papel significativo en el procedimiento penal contra el presidente Trump", dice un comunicado de un funcionario del departamento de Justicia: "A la luz de sus acciones, el fiscal general en funciones no confía en que estos funcionarios puedan ayudar a implementar fielmente la agenda del presidente. Esta acción es coherente con la misión de poner fin a la politización del gobierno".
La futura fiscal general Pam Bondi, que aún debe ser certificada por el Senado, se había mostrado partidaria de perseguir a aquellas personas que habían investigado al presidente. Su sustituto en funciones, McHenry, ha empezado ya el trabajo antes de que llegue.
El movimiento es un claro reflejo de cómo Trump está limpiando la administración federal de todas aquellas personas que no considere leales o que cree que le pueden parecer un estorbo para sus planes. En ese caso, Trump se está vengando contra el equipo legal a las órdenes del fiscal especial Jack Smith, que lideró la acusación en los casos penales de los papeles clasificados de Mar-a-Lago y el asalto al Capitolio. El fiscal especial era una de las personas que encabezaban la lista negra del presidente, y ya renunció a principios de enero. Después de que Trump ganara las elecciones, Smith era consciente de que ya no se podría juzgar al presidente una vez investido el 20 de enero; por eso desestimó las dos causas penales con la esperanza de que una vez el republicano acabe el mandato, puedan volver a presentarse.
Los despidos de los funcionarios de Justicia son consecuencia de una de las 26 órdenes ejecutivas que firmó el presidente su primer día en el cargo. Se trata del decreto que aprobó para acabar con la supuesta "instrumentalización" del gobierno federal. Durante los años que los cuatro procesos penales que había contra él estaban abiertos, el presidente dijo que se trataba de una "cacería de brujas" supuestamente instigada por el expresidente Joe Biden.
En uno de los cuatro casos, el de Nueva York, el jurado popular de Manhattan fue el que dictaminó que el presidente era culpable por la falsificación de los documentos sobre el pago a la actriz porno Stormy Daniels a cambio de su silencio . El resto de casos nunca llegaron a puerto a causa de la estrategia legal de la defensa del republicano, que se dedicaba a presentar recursos para ganar tiempo.
Trump, un delincuente condenado, purga el departamento de Justicia. Aparte de despidos, también se ha notificado a otros trabajadores que serían reubicados. Al subfiscal general adjunto, Bradley Weinsheimer, un veterano respetado por su papel crítico bajo varias administraciones y por hacer de árbitro clave en cuestiones éticas, se le ha ofrecido ser transferido a otra área. En el 2021 Weinsheimer allanó el camino para que los exfuncionarios de la administración Trump atestiguaran ante el Congreso sobre las acciones del presidente tras las elecciones del 2020, pese a la oposición del equipo legal de Trump.
Project 2025
La purga del funcionariado es uno de los pasos clave que propone el plan ultraconservador Project 2025 y que Trump siempre ha negado conocer. El texto, publicado por think tank Heritage Foundation, promueve la idea del "ejecutivo unitario", que implica que incluso el departamento de Justícia quede bajo el control del presidente. Ahora el republicano se está deshaciendo de aquellos trabajadores del departamento que podrían suponerle un problema a la hora de iniciar su tan prometida venganza personal contra sus enemigos políticos y quiere poner en su sitio soldados leales.
En una entrevista en la revista Time, el presidente decía que había trabajadores del gobierno "que están protegidos y no deberían estarlo". Para solucionarlo, Trump sugería establecer la orden ejecutiva Schedule F, que permite al presidente despedir a cualquier funcionario del gobierno.