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Vance vs. Walz: un paréntesis cordial en medio de la campaña estadounidense

El único momento de tensión fue al final del cara a cara, donde el republicano se negó a reconocer que Trump perdiera las elecciones

WashingtonUn tono respetuoso y cordial que contrasta con la crispación de la campaña electoral estadounidense, que entra en la recta final. Pese a que se trataba de un cara a cara entre los candidatos a la vicepresidencia, tanto el republicano JD Vance como el demócrata Tim Walz han centrado sus ataques en las cabeceras del tíquet electoral. Las expectativas del choque directo entre ambos candidatos, alimentadas por ellos mismos en las semanas previas, se diluyeron en un duelo de 90 minutos civilizado y que solo se caldeó un poco hacia el final.

En el último bloque, sobre el asalto al Capitolio, Vance se ha negado a reconocer que Donald Trump perdiera las elecciones del 2020 y Walz ha logrado tener su único momento de la noche. "Cuando esto acabe, debemos darnos la mano y el ganador debe ser el ganador. Esto debe terminar", ha resuelto de forma contundente. Cuando Walz ha insistido a Vance en que reconociera que Trump había perdido las últimas elecciones, el senador de Ohio ha rehuido la cuestión con uno: "Tim, estoy enfocado en el futuro". Al igual que eludió comentar la derrota de Trump, Vance ofreció una versión adulterada de la historia, clasificando el asalto al Capitolio como una "manifestación pacífica", y obvió los esfuerzos de Trump por revertir los resultados electorales. De hecho, es por estas maniobras que el expresidente tiene abiertos dos casos penales, uno en Georgia y otro Washington.

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El cara a cara organizado la madrugada de este miércoles por la cadena CBS News era el último debate electoral antes de las elecciones del 5 de noviembre –a menos que Trump acepte a última hora un segundo asalto contra Kamala Harris–. Tanto el senador de Ohio como el gobernador de Minnesota tenían la tarea de defender y representar sus candidaturas; al igual que ocurrió con el debate presidencial de septiembre, la mayoría de las expectativas estaban puestas sobre el candidato demócrata. Harris había dejado el listón muy alto para Walz, que durante buena parte del debate se mostró incómodo y cohibido. Una imagen muy distinta a la espontaneidad que caracteriza al gobernador de Minnesota, que no tiene pelos en la lengua a la hora de entrar en el choque. Precisamente, que Walz etiquetara de "weirdos(raritos) los republicanos le ayudó a sumar puntos para acabar convirtiéndose en el segundo de Harris.

Si Harris había dejado el listón alto para Walz, Vance ha sido capaz de realizar la actuación que no supo llevar a cabo Trump durante el debate presidencial. Vance ha atacado a Harris desde la perspectiva de que los asesores del expresidente querían que enfocara a Trump en el cara a cara: dejar claro que Harris lleva más de tres años en la Casa Blanca pese a que ahora se venda como la candidata del cambio . "Si Kamala Harris tiene planes tan grandes para abordar los problemas de la clase media, entonces debería implementarlos ahora y no pedir un ascenso", apuntó Vance durante el bloque de economía.

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Esquivar falsedades de Trump

El contraste de los argumentos de Vance con las mentiras exageradas de Trump ha hecho que incluso sus falsedades tuvieran una pátina de razonabilidad. Cuando ha salido la cuestión de la inmigración en Springfield, la ciudad en la que Trump aseguró que los migrantes "se comen las mascotas", Vance ha evitado mencionar la falsedad -aunque la ha defendido y alimentado en las redes- y ha optado por otro enfoque.

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"Tienes hospitales que están desbordados, tienes viviendas que son totalmente inasequibles porque hemos traído a millones de inmigrantes ilegales para competir con los estadounidenses por viviendas escasas. Las personas por las que más me preocupo en Springfield, Ohio, son los ciudadanos estadounidenses cuyas vidas han sido destruidas por la política de fronteras abiertas de Kamala Harris", ha afirmado Vance. A la hora de rebatir a su oponente, Walz señaló que cree que "Vance quiere resolver esto", pero que la vía no pasa por "deshumanizar y vilipendiar a otros seres humanos".

Buena parte del debate ha estado marcado por esta dinámica donde se reconocía la postura del otro y se acompañaba de frases cordiales como: "Estoy de acuerdo con Tim" o "Estoy de acuerdo con el gobernador" . Ahora bien, el reconocimiento de la posición del otro y escucharla no quería decir que se llegara a un acuerdo: ante la aparente concordia entre los dos candidatos, se evidenciaban las diferencias abismales entre uno y otro programa .

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Uno de los bloques donde más se ha notado la diferencia ha sido el aborto, donde Vance ha llegado a retorcer su posición antiabortista como un deseo de "hacer más fácil para las madres tener bebés". En ese momento, Trump, desde la plataforma X, ha hecho una aparición fugaz y ha decidido posicionarse sobre la cuestión de si prohibiría o no el aborto a escala federal. "No daría mi apoyo a una prohibición federal del aborto bajo ninguna circunstancia y, de hecho, la vetaría", aseveró. Curiosamente, el expresidente evitó responder al respecto cuando se le preguntó llevarán el cara a cara organizado por la cadena ABC News.

El único momento de tensión que se ha vivido en el plató de Nueva York ha sido cuando las moderadoras, Nora O'Donnell y Margaret Brennan, han silenciado los micrófonos de ambos candidatos después de que Vance criticara la verificación de una mentira sobre los migrantes que llegan a Springfield. "Las normas eran que vosotros no se dedicaríais a verificar la información", se quejó Vance, ofreciendo así probablemente el único momento viral de la noche.