Europa acusa a Rusia de "crímenes de guerra" por la matanza en las afueras de Kiev
La localidad de Bucha contabiliza 300 civiles muertos después de la retirada del ejército invasor
BarcelonaUcrania vuelve a controlar la región de Kiev y la marca de casi un mes de ocupación rusa es devastadora: cadáveres por la calle, fosas comunes, personas a medio enterrar... Es el escenario que los primeros convoyes ucranianos han encontrado en ciudades como Bucha, a unos 40 kilómetros de la capital. El alcalde de la población ha cifrado en casi 300 las víctimas civiles que han tenido que enterrar en fosas comunes porque los cementerios no tenían más capacidad y la fiscalía ucraniana ya cifra en 410 los cadáveres que se han recuperado en el norte de Kiev. Pero los servicios médicos han avisado que hay más cuerpos escondidos en más fosas comunes que se crearon cuando los rusos todavía ocupaban la zona. Los cadáveres por las calles de Bucha han conmocionado a Ucrania, que directamente habla de "genocidio", y también a Europa, con los principales dirigentes acusando al Kremlin de "crímenes de guerra". Rusia niega "categóricamente" las acusaciones y se defiende: todo es "otra provocación".
Todo indica que será el Tribunal Penal Internacional el que dictaminará quién tiene la razón. El ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, ha pedido al tribunal de la Haya que envíe una misión a Kiev para investigar los hechos. Según fuentes consultadas por Efe, Kuleba ya ha enviado una petición oficial. "Esto es un genocidio. La eliminación de toda la nación y el pueblo", ha afirmado el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que ha calificado a los soldados rusos "de asesinos, saqueadores y carniceros". La petición de justicia de Ucrania ha sido secundada por la mayoría de los líderes europeos, como el presidente francés Emmanuel Macron, el canciller alemán Olaf Scholz, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo Charles Michel y el ministro de Exteriores italiano Luigi Di Maio, que han pedido responsabilidades a Rusia y han calificado las imágenes de Bucha de "crímenes de guerra".
"Las autoridades rusas tendrán que responder por estos crímenes", ha avisado Macron. Von der Leyen ha dicho que estaba "horrorizada" por estos "crímenes de guerra", el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha afirmado que las imágenes eran como un "puñetazo en el estómago" y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha calificado los hechos de una "brutalidad" que no se había visto en Europa durante décadas. Las instituciones europeas, en boca de su alto diplomático Josep Borrell, ya han avanzado que colaborarán con el tribunal de la Haya para aclarar los hechos. Precisamente este domingo la organización Human Rights Watch ha detectado "aparentes crímenes de guerra" de Rusia en unos cuantos lugares de Ucrania, entre los que está Kiev.
Rusia ha abandonado las afueras de la capital y ahora centra los esfuerzos en el Donbás y en el sur de Ucrania. Este mismo domingo el Kremlin ha asegurado haber destruido una cincuentena de objetivos militares, con un bombardeo sobre una refinería de Odesa y el lanzamiento de cohetes contra Mykolaiv. En Donetsk, según el gobernador regional, los ataques aéreos tampoco se han detenido. El ejército ucraniano cree que el objetivo de Rusia es conseguir un corredor terrestre desde su territorio hasta Crimea, para controlar así toda la costa del mar de Azov, que ahora mismo Moscú ya bloquea. En este punto, en Mariupol sigue intentando llegar un convoy de la Cruz Roja. La cifra total de civiles ucranianos refugiados ya ha llegado a 4,17 millones, según la ONU. Actualmente, una cuarta parte de la población ucraniana o bien son desplazados o bien refugiados.
Conversaciones de paz
Este domingo se han escuchado dos explosiones en Belgorod, ciudad rusa cerca de la frontera con Ucrania, dos días después de que el Kremlin acusara al ejército ucraniano de haber atacado un depósito de combustible en la misma ciudad. De momento, la causa de las explosiones de este domingo todavía no se sabía. El ataque del viernes, según el Kremlin, complica todavía más las conversaciones de paz. Según el gobierno ruso, las autoridades ucranianas avanzan muy lentamente en el cumplimiento de los acuerdos de Estambul y Rusia ha descartado que Putin, de momento, pueda participar. En cambio, Ucrania ve con buenos ojos la entrada de los dos presidentes en las conversaciones.