Rusia acusa a Ucrania de un ataque aéreo en la ciudad rusa de Bélgorod

La AIEA investigará si los soldados rusos que ocupaban Chernóbil recibieron "altas dosis de radiación" antes de abandonar la central

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El depósito de combustible incendiado a la ciudad de Belgorod

BarcelonaLa explosión e incendio esta madrugada de un depósito de combustible en la ciudad rusa de Bélgorod, cerca de la frontera con Ucrania, podría ser el primer ataque militar ucraniano en territorio ruso, según denuncia el gobernador de la región rusa de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, que ha acusado directamente a dos helicópteros ucranianos de haber lanzado un ataque con misiles sobre aquella instalación. Varios vídeos que corresponderían al ataque han circulado por las redes sociales y analistas militares occidentales se han hecho eco, pero el Gobierno ucraniano todavía no se ha pronunciado.

El ARA no ha podido verificar de forma independiente los vídeos. En algunos se pueden ver incluso a los helicópteros y varios cohetes que caen y provocan una gran explosión y un incendio. Según los analistas, se trataría de dos helicópteros Mi-24 ucranianos y su incursión en territorio ruso solo se explicaría por un fallo de los sistemas de defensa antiaérea rusos, que no los habrían detectado. Bélgorod está a unos 30 kilómetros de la frontera con Ucrania y a unos 60 kilómetros de la ciudad ucraniana de Járkov, rodeada desde hace semanas y bombardeada constantemente por las tropas rusas. Bélgorod, además, es uno de los nódulos logísticos del ejército ruso, donde estaban concentradas las tropas del Kremlin justo antes de la invasión y desde donde habrían entrado las fuerzas que ahora rodean Járkov.

Si se confirma la información, sería la primera vez que las fuerzas militares ucranianas atraviesan la frontera y entran en territorio ruso para llevar a cabo un ataque. La empresa rusa de petróleo Rosneft, propietaria del depósito que ha explotado, ha informado de un incendio sin determinar la causa. Según el gobernador, los misiles han destruido la instalación, pero no han herido a nadie.

Mientras tanto, en el interior de Ucrania las tropas ucranianas han recuperado dos ciudades situadas entre Kiev y Chernígov. En la zona donde Moscú prometió una reducción drástica de su actividad militar, Ucrania ha podido continuar recuperando terreno gracias a la retirada o reagrupamiento ruso, pero al mismo tiempo los ataques aéreos y con misiles no se han parado sobre Kiev y Chernígov, a pesar del compromiso del Kremlin, según informaba este viernes por la mañana el ministerio de Defensa británico.

Soldados con radiación en Chernóbil

Las tropas rusas se han retirado también completamente de la central nuclear de Chernóbil, situada también en esta zona al norte de Kiev, muy cerca de la frontera con Bielorrusia. La agencia internacional de la energía atómica (AIEA) dice que no ha podido confirmar las "informaciones que dicen que las fuerzas rusas recibieron altas dosis de radiación mientras estuvieron en la zona de exclusión de Chernóbil". La organización dice que está buscando más información para poder hacer una evaluación independiente de esta denuncia. También ha pedido a Kiev que permita entrar en la central a un equipo de la organización para poder valorar la situación.

Según las autoridades ucranianas, los soldados rusos habrían sufrido efectos evidentes de radiación en el cuerpo después de cavar trincheras alrededor de la central nuclear, en un espacio todavía altamente contaminado que forma parte de la zona de exclusión. Además, Enorgoatom, la empresa estatal ucraniana de energía, ha acusado este viernes a los soldados rusos de haber robado material antes de irse y haber saqueado también un hotel cercano. "Antes de salir de la central nuclear de Chernóbil el 31 de marzo, los ocupantes robaron ordenadores, teteras, cafeteras y contenedores propiedad de la central nuclear. También saquearon un hotel cerca de la central nuclear, del que se llevaron utensilios de cocina, incluso tenedores y cucharas", ha explicado la empresa en Telegram, citando al jefe de la Agencia Estatal para la Gestión de Zonas de Exclusión, Yevgueni Kramarenko.

Este viernes, el jefe de la AIEA, Rafael Grossi, está en Kaliningrado para hablar con autoridades rusas sobre la necesidad de dar garantías de seguridad nuclear en Ucrania. A pesar de haberse retirado de Chernóbil, las tropas rusas ocupan todavía la central de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, la más grande de Europa.

Pero la situación más preocupante este viernes es la de Mariupol, donde de nuevo parece imposible abrir el corredor humanitario que se había acordado con Moscú para poder evacuar a la población. Un convoy del Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC, siglas en inglés) con ayuda humanitaria y con 54 autobuses para evacuar a civiles había salido de la ciudad de Zaporiyia (más al norte, todavía en manos ucranianas) en dirección a Mariupol, pero a media mañana todavía no había conseguido entrar en la ciudad costera, a pesar de que el acuerdo para abrir el corredor humanitario, según la ICRC, se había cerrado "en el más alto nivel" entre Ucrania y Rusia. El alcalde de Mariupol acusaba a las tropas rusas de bloquear la entrada a la ciudad y advertía los conductores que era "muy peligroso" también salir todavía. El jueves tampoco se pudo abrir el corredor humanitario y se calcula que en la ciudad todavía hay unos 160.000 civiles atrapados, que sufren la escasez de alimentos y agua, los cortes de electricidad y los bombardeos constantes.

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