Cuando acaba el que será el verano más caluroso de la historia, buena parte del mundo se enfrenta ya a otro episodio extremo de consecuencias dramáticas. Históricas inundaciones asolan varias regiones del mundo, desde los aguaceros que han desbordado los ríos por toda Europa del Este hasta el tifón que todavía impacta en el sudeste asiático y ha dejado cientos de muertos, pasando por las devastadoras inundaciones que han provocado más de mil muertes en el oeste y el centro de África.

Aunque es evidente que estos tres acontecimientos meteorológicos extremos no están relacionados entre sí, lo que tienen en común es la emergencia climática que hace que tormentas de este tipo sean cada vez más extremas y devastadoras. Estos fenómenos que ya son habituales en estos sitios se hacen más mortíferos. "En Europa, por ejemplo, cuando el calor acumulado en verano más extremo entra en contacto con las mieses de aire frío [que llegan ahora] genera una reacción mucho más virulenta" que antes, explica el meteorólogo del ARA Xavi Segura. Las imágenes de la destrucción que nos llegan desde varios lugares del mundo hablan por sí solas.