Unión Europea

Entre la agenda verde y la extrema derecha: Von der Leyen afronta la moción de censura

El movimiento contra la presidenta de la Comisión Europea tiene muy pocas probabilidades de prosperar

BruselasUrsula von der Leyen tiene el control absoluto de la Comisión Europea y sigue siendo la dirigente más poderosa de Bruselas. Nadie consigue ni siquiera darle un poco de sombra y ha logrado apaciguar todas las voces que le discutían el liderazgo. Se ha realizado un ejecutivo a medida y mantiene una gran influencia y apoyo entre los Estados miembros. Ahora bien, la conservadora alemana cada vez sufre más para salvaguardar la coalición que la sostiene en el Parlamento Europeo, y tanto por la izquierda como por la derecha incrementan la presión para que se acerque a sus postulados políticos.

Es en este contexto que Von der Leyen deberá afrontar la moción de censura que se debatirá este lunes en el Parlamento Europeo y se votará el próximo jueves. La moción de censura la ha presentado el rumano de extrema derecha Gheorghe Piperea por la falta de transparencia de Von der Leyen en la compra de vacunas en plena pandemia de la covid. De hecho, el debate y la votación llegan dos meses después de que el Tribunal General de la UE sentenciara que Bruselas debería haber hecho público los mensajes que mantuvo Von der Leyen con el director general de Pfizer. Lo llevó a los tribunales The New York Times después de que el mismo diario publicara estos mensajes en los que presuntamente la jefa del ejecutivo comunitario cerraba la adquisición de vacunas con la farmacéutica sin seguir los procesos de contratación pública adecuados. Bruselas por el desmantelamiento de la agenda ecologista de la Unión Europea. De hecho, más allá de que el eurodiputado que ha presentado la moción de censura es de extrema derecha, en estos momentos el descontento contra Von der Leyen se encuentra más a su izquierda.

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La iniciativa de tumbar a la presidenta de la Comisión Europea no le ha secundado ni el mismo grupo europarlamentario del rumano que lo ha presentado, ECR (Europeos Conservadores y Reformistas), con el que Von der Leyen tiene buena relación y está liderado por la italiana Giorgia Meloni. En cambio, socialdemócratas, liberales y verdes se han sublevado contra la conservadora alemana y le han instado a frenar el desmantelamiento de la agenda verde europea. En todo caso, votaron a favor de la moción de censura al menos 72 eurodiputados, que es uno de los requisitos para que se introduzca en el orden del día.

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Cabe recordar que, por ejemplo, este miércoles pasado la Comisión Europea flexibilizó las obligaciones de reducción de emisiones de dióxido de carbono para alcanzar los hitos climáticos: un 90% menos en 2040 respecto a los niveles registrados en 1990 y la neutralidad climática en 2050. En la misma línea, el ejecutivo legislativa verde que ya estaba negociando el Consejo de la UE —el organismo en el que están representantes los estados miembros— y el Parlamento Europeo. Sin embargo, a los pocos días, Von der Leyen dio marcha atrás por la polvareda que había levantado el movimiento y, ahora, ha dejado en el aire la suspensión de la directiva sobre el ecoblanqueo, que pretende prohibir la práctica de algunas empresas de empaquetar o etiquetar sus productos de una forma que da a entender que se trata de productos sostenibles cuando en realidad no lo son.

Muy pocas posibilidades de éxito

Von der Leyen rompió el cordón sanitario con la extrema derecha y el Partido Popular Europeo (PPE) suma mayoría en la Eurocámara por primera vez en la historia con la extrema derecha, sin necesitar los votos de socialistas, liberales y verdes. Una aritmética parlamentaria que da mucho poder de negociación a los conservadores, que pueden amenazar con pactar con el otro lado de la bancada siempre que vayan mal dados, y rebaja de forma sustancial la influencia de las fuerzas de centro y de izquierdas de la Eurocámara.

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Sin embargo, Von der Leyen tampoco quiere entregarse a una dependencia de los votos de la extrema derecha y no puede enfadar demasiado a los socialdemócratas, liberales y verdes. Ahora bien, las fuerzas de centro y de izquierdas también quieren evitar una ruptura con el PPE: pretenden mantener su influencia en el ejecutivo comunitario y no empujarles a tener que entenderse sólo con la extrema derecha. Por este motivo, pese a las amenazas a Von der Leyen y su desmantelamiento de la agenda verde, ya han dicho que no la dejarán caer y votarán en contra de la moción de censura.

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Así pues, a pesar de que perjudicará la imagen de la jefa del ejecutivo comunitario, que tendrá que aguantar reproches de todo el espectro político, nada hace pensar que la actual Comisión Europea corra peligro: para introducir la moción de censura en el orden del día sólo hacen falta un mínimo de 72 eurodiputados de 720, pero para echar a la Eurocámara. Y en estos momentos los números no salen.