Desde la extrema derecha hasta los Verdes: Von der Leyen busca votos bajo las piedras
El Parlamento Europeo vota este jueves ratificar o tumbar la candidatura de la conservadora alemana para repetir como presidenta de la Comisión Europea
BruselasUrsula von der Leyen no las tiene todas para garantizarse un nuevo mandato al frente de la Comisión Europea. Este jueves la Eurocámara decidirá si la ratifica o tumba su candidatura, y la conservadora alemana no cuenta con una mayoría muy amplia. Tiene el apoyo de la gran coalición de los grupos europarlamentarios conservador, socialdemócrata y liberal, pero el voto es secreto y se prevé que varios eurodiputados no hagan caso a las indicaciones de su familia política a la hora de votar.
Von der Leyen debe llegar como mínimo a los 361 apoyos y la coalición que le ha impulsado a repetir en el trono de Bruselas suma 401. Ahora bien, dado el alto nivel de transfuguismo, la exministra germánica quiere jugar sobre seguro y está intentando arañar votos de casi todo el espectro parlamentario, desde la ultraderecha de Conservadores y Reformistas Europeos (CRE) hasta Els Verds. Por eso Von der Leyen se ve obligada a hacer equilibrios y negociar con fuerzas políticas que se encuentran en las antípodas ideológicamente.
De hecho, la conservadora alemana ha sido la primera dirigente comunitaria en romper el cordón sanitario con la extrema derecha y hace tiempo que ha abierto la puerta a pactar con el partido de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni (Hermanos de Italia). Este martes, por ejemplo, ha mantenido un largo encuentro con eurodiputados de CRE para tratar de convencerles. Mientras el partido del primer ministro checo, Petr Fiala, ya ha anunciado públicamente que votará a favor de Von der Leyen, los eurodiputados del partido de Meloni siguen divididos sobre por qué opción decantarse.
Hay que recordar que Meloni ya se abstuvo en el acuerdo de los líderes europeos sobre renovar el liderazgo de Von der Leyen y, por tanto, dejó la puerta abierta a un potencial apoyo a la alemana. Además, Italia quiere garantizarse su cuota de poder en la Comisión Europea y quiere una vicepresidencia de un peso determinante, sobre todo en materia de Comercio o Competencia.
Eso sí, la presidenta de la Comisión Europea ha dejado fuera de las negociaciones a las formaciones ultraderechistas cercanas al régimen de Vladimir Putin y que cuestionan la ayuda a Ucrania: los grupos europarlamentarios de Viktor Orbán y Marine Le Pen y el partido Alternativa para Alemania (AfD).
Contactos con los ecologistas
Por otro lado, Von der Leyen también ha intensificado contactos con los ecologistas durante los últimos días. Fuentes europarlamentarias explican al ARA que aspira sobre todo a obtener los votos de la facción más liberal de los ecologistas, que son las delegaciones estatales de Alemania y, entre otros, Austria. No es tan optimista con eurodiputados de países como España, donde los ecologistas provienen de partidos de la izquierda tradicional.
El problema de la conservadora alemana, sin embargo, es que los Verdes ponen como condición reanudar el ambicioso plan ecologista de Bruselas, criticado por la extrema derecha y su propio partido (Partido Popular Europeo). La propia Von der Leyen había rebajado la agenda verde de su ejecutivo para contentar a los conservadores y liberales que la presionaban en ese sentido, y con el objetivo de evitar que se escaparan más votos hacia la ultraderecha.
Otra de las cuestiones que ha tenido que capear Von der Leyen es el rechazo total de los socialdemócratas, liberales y verdes a pactar con la extrema derecha, incluida la más europeísta de Meloni. La presidenta de la Comisión Europea lo ha sorteado alegando que no quiere llegar a ningún entendimiento con el global de sus grupos europarlamentarios, sino con los eurodiputados y las delegaciones estatales de forma individual. Y el resto socios parecen estar dispuestos a aceptarlo ya hacer la vista gorda en pro de la gobernabilidad del Parlamento Europeo más escorado a la derecha de la historia, aunque esto suponga incluir por primera vez en esa ecuación una parte de la extrema derecha.