Meloni pierde aliados en el Parlamento Europeo (pero esto puede beneficiarla)
La ultraderechista se distancia de los líderes que Bruselas considera demasiado extremistas, como Le Pen, y puede ganar influencia en la UE
BruselasLos movimientos de los últimos días de la extrema derecha en la Eurocámara han mermado la fuerza parlamentaria a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Su grupo, Europeos Conservadores y Reformistas (ECR), ha perdido a los eurodiputados de Vox y se ha quedado con 78, por detrás de los 84 del nuevo partido ultraderechista Patriotes por Europa, que ha impulsado al húngaro Viktor Orbán y cuenta con el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen y, entre otros muchos, la Liga de Matteo Salvini. Sin embargo, no es del todo una mala noticia para Meloni, e incluso puede jugar a favor de sus intereses.
La primera ministra italiana, a pesar de los últimos aspavientos por cómo se negociaron los altos cargos de la Unión Europea, tiene un claro objetivo desde el primer día que pisó Bruselas: ser vista como una dirigente moderada con la que se puede llegar a consensos y no una ultraderechista euroescéptica sólo concentrada en destruir el club comunitario. Quiere tener peso en el blog e influenciar para que escora hacia posiciones más conservadoras o ultraderechistas. En materia de inmigración, por ejemplo, ya está obteniendo sus frutos.
Para ello, uno de los primeros pasos es distanciarse de otros líderes que, al menos a ojos de Bruselas, son demasiado extremistas para pactar. De hecho, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya diferenció al partido de Meloni de otras formaciones, como la de Le Pen, porque se mantiene favorable a Ucrania y la OTAN y contraria al régimen de Vladimir Putin .
Por eso, el hecho de haberse quedado sin aliados como Vox o Le Pen, que le tendió la mano para crear un gran partido de extrema derecha, puede ayudarle a ser más aceptable para el resto de fuerzas políticas de la Eurocámara y puede entrar a jugar un papel más destacado. De hecho, con el mismo ánimo de diferenciarse del otro grupo de extrema derecha, el primer ministro de la República Checa, Petr Fiala, que es de ECR, acusó a Patriotes por Europa de "servir los intereses de Rusia " y de "amenazar la seguridad y libertad de Europa".
Por otra parte, Salvini, que forma parte del ejecutivo de Meloni, quiere también sacar rédito político a Italia. El líder de la Liga reivindica que ahora él tiene más influencia que la propia primera ministra italiana porque su grupo europarlamentario cuenta con más escaños, aunque obvia que están aislados por el resto de fuerzas políticas del Parlamento Europeo. En este sentido, cabe recordar que en la última legislatura ECR ya logró salir del aislacionismo total, al que sigue condenado el grupo de Le Pen y Salvini.
Un voto clave para hacer virar la Eurocámara a la derecha
En el último Consejo Europeo, en el que los líderes de la UE escogieron a los próximos altos cargos comunitarios, Meloni subió, y mucho, el tono contra sus homólogos para dejarla al margen de las negociaciones, aunque fuera el más natural porque ella no forma parte de las tres grandes familias políticas de la coalición conservadora, socialdemócrata y liberal que ganó las elecciones europeas.
Este gesto tenía dos mensajes. En clave interna, era una muestra de compromiso con sus socios de coalición democristiano en Roma, y en clave europea, ratifica la voluntad de negociar con la conservadora alemana buenas carteras para Italia en el nuevo ejecutivo comunitario. Meloni no esconde sus intenciones y está negociando para apuntalar a un italiano en una vicepresidencia de peso en la próxima Comisión Europea. Seguramente, que incluya las competencias de Comercio o Competencia, que se prevé que sean algunas de las grandes prioridades de la UE durante esta próxima legislatura.
Más allá de la Comisión Europea, Meloni también quiere jugar un papel determinante en la Eurocámara. La gran coalición conservadora, socialdemócrata y liberal mantiene la mayoría parlamentaria, pero la disciplina de voto en el Parlamento Europeo es bastante líquida y con frecuencia hay eurodiputados que la rompen y votan en sentido diferente que la dirección de sus grupos. Por tanto, Von der Leyen y su ejecutivo se ven obligados a buscar nuevos apoyos a izquierda ya derecha para garantizar la gobernabilidad de la UE.
Finalmente, la conservadora alemana parece que optará por aceptar los apoyos de los Verdes y no negociará con Meloni para obtener sus votos para revalidar mandato en el trono de Bruselas. Ahora bien, a lo largo de la legislatura el grupo de Meloni sí podrá jugar un papel determinante y, a diferencia de Orbán, Le Pen o Salvini, influir y apoyar a las normativas más conservadoras que quiera salir adelante Von der Leyen.