El arrebato de Meloni contra la UE: 'farol' o amenaza real?

El Consejo Europeo puede ratificar el principio de acuerdo de los altos cargos sin Meloni, pero Von der Leyen teme necesitar sus apoyos en el Parlamento Europeo

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Meloni este miércoles en el parlamento italiano.

BruselasLa primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, fue recibida en Bruselas con cierto escepticismo, pero pronto fue admitida como una más entre los grandes líderes. Desde el principio ha mantenido una muy buena relación con la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el global de la Unión Europea ha terminado haciendo suyas, por ejemplo, las políticas migratorias que propugna. Además, tras las derrotas electorales de Emmanuel Macron y Olaf Scholz en los comicios europeos se ha erigido en una de las dirigentes más fuertes del continente.

Sin embargo, se ha sentido apartada en las negociaciones de jefes de estado y de gobierno sobre quién ocupará los próximos altos cargos de la Unión Europea, lo que le ha llevado a cargar de forma más contundente que nunca contra el blog europeo desde que logró el poder. "La UE es un gigante burocrático invasor", ha dicho este miércoles Meloni en el Parlamento italiano.

Incluso amenazó con hacer tambalear la gobernabilidad del club comunitario, y recordó que el acuerdo entre conservadores, socialdemócratas y liberales cuenta con una "mayoría frágil". "[La coalición] Probablemente está destinada a tener dificultades durante el curso de la legislatura", ha avisado a la ultraderechista italiana en la víspera del encuentro entre líderes europeos para ratificar los próximos altos cargos comunitarios.

Fuentes próximas a las negociaciones, sin embargo, recuerdan que la mayoría en el Consejo Europeo para ratificar Von der Leyen al frente de la Comisión Europea, António Costa como presidente del Consejo Europeo y Kaja Kallas como alta representante de la UE es muy holgada y Meloni no tiene peso suficiente para tumbarla. De hecho, la aprobación de estos nombres no requiere la unanimidad de los Veintisiete, sino mayoría calificada; es decir, unas tres cuartas partes de los Estados miembros que representen al menos el 65% de la población del bloque.

Pocas horas antes del Consejo Europeo de este jueves y viernes que se celebra en Bruselas, solo hay cuatro países que se muestran contrarios a los líderes sobre la mesa: Italia, Hungría, Chequia y Eslovaquia, según diferentes fuentes diplomáticas. Por tanto, la luz verde del Consejo Europeo en Von der Leyen, Costa y Kallas no está en riesgo, por mucho que Meloni se oponga. Por eso, fuentes cercanas a la negociación aseguran que, pese a las amenazas de Roma, no ven ninguna necesidad de ceder ante los reproches de la ultraderechista italiana.

Von der Leyen se prepara para la prueba del Parlamento Europeo

Aunque Von der Leyen no necesita a Meloni en el Consejo Europeo para revalidar mandato, sí que va más justa de apoyos al Parlamento Europeo, donde también debería ser ratificada el próximo 17 de julio. A priori, la coalición de conservadores, socialdemócratas y liberales llegan a la mayoría, pero la disciplina de voto en la Eurocámara es poco estricta y hay eurodiputados de estas tres familias que ya han dicho que no piensan votarla.

Por eso, los eurodiputados del partido de Meloni, Hermanos de Italia, pueden ser claves para Von der Leyen, que por primera vez se ha mostrado dispuesta a romper el cordón sanitario con la extrema derecha y ya los ha alargado la mano. En este sentido, la conservadora alemana ya está intentando seducir a la ultraderechista italiana, que aspira a quedarse con una carpeta importante en la próxima Comisión Europea que tenga que ver con economía o competitividad.

Este miércoles, por ejemplo, Von der Leyen ha hecho un nuevo gesto a Meloni y ha enviado una carta a los Veintisiete en la que abre la puerta a buscar "modos innovadores" de gestionar la inmigración ilegal y pone de ejemplo de forma implícita el pacto de Italia con Albania. Es decir, llegar a acuerdos con países de fuera de la UE para que, a cambio de grandes sumas de dinero, frenen la entrada de recién llegados al bloque comunitario o los mantengan en centros de internamiento mientras no se resuelve su situación burocrática.

De hecho, pocos días antes de las elecciones europeas del pasado 9 de junio, un grupo de quince países, en los que constaba Italia, pidió a Von der Leyen ir más allá de la reforma migratoria, que se acordó a finales del año pasado y todavía no se ha desplegado, y estudiar la posibilidad de expulsar a centros de fuera de la UE inmigrantes rescatados en el mar mientras no se les resuelve su solicitud de asilo.

Sea como fuere, fuentes del Consejo Europeo remarcan que en el encuentro de este jueves y viernes se intentará llegar a un acuerdo sobre los próximos grandes cargos que sea lo más unánime posible, e incluir a Italia, Chequia y Eslovaquia , si bien la luz verde de Hungría de Viktor Orbán, que siempre nada a contracorriente del resto de socios, ya la dan casi por perdida. Además, tanto a Von der Leyen como a Meloni no les interesa deshacer los lazos: la conservadora alemana teme necesitarla en el Parlamento Europeo y la ultraderechista italiana quiere asegurarse la cuota de poder italiana en la Comisión Europea.

Se prevé la asistencia de Zelenski

Paralelamente, la cumbre europea de este jueves y viernes en Bruselas volverá a tener, al parecer, un invitado especial. Aparte de los veintisiete jefes de estado y de gobierno que se reúnen habitualmente, también se prevé que reciban el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que será la segunda vez que asiste a un Consejo Europeo desde el inicio de la guerra. Querrá ser sobre todo otro gesto simbólico de apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa, pocos días después de que la UE haya abierto negociaciones de adhesión con Kiiv.

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