La gran coalición de la Eurocámara mantiene la mayoría pese al aumento de la extrema derecha

Von der Leyen apuesta por repetir una coalición de "centro", pero no cierra la puerta a la ultraderechista Meloni

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Von der Leyen, Macron, Scholz y Sánchez.

BruselasLa extrema derecha ha sacado los mejores resultados de la historia en unas elecciones europeas, pero no ha logrado hacerse con la clave de la gobernabilidad del Parlamento Europeo y, por tanto, del global de la Unión Europea. Las últimas proyecciones publicadas por la Eurocámara, la mayoría tricolor -conservadores (185), socialdemócratas (137) y liberales (80)- tiene la fuerza suficiente para volver a dominar la cámara comunitaria. Sin embargo, la ultraderecha registró un incremento sustancial de eurodiputados: los Conservadores y Reformistas Europeos (CRE) quedaron en cuarta posición, con 73 escaños, e Identidad y Democracia (ID) en quinta, con 58.

D de esta forma, las tres grandes familias de la Eurocámara superan los 400 escaños y, a priori, podrían volver a sumar mayoría a la hora de escoger, por ejemplo, el próximo presidente de la Comisión Europea. Es decir, la extrema derecha no sería necesaria para ratificar a la potencial candidata al trono de Bruselas, la conservadora alemana Ursula von der Leyen, que podría revalidar mandato sin los votos de ningún partido de ultraderecha.

De hecho, el presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, ha anunciado que la intención de los conservadores es repetir "la alianza prodemocrática y proeuropea" con los socialdemócratas y liberales, y ha excluido implícitamente a la ultraderecha y los ecologistas, que han tendido la mano a los conservadores. "Vamos a construir un bastión contra los extremos, de izquierdas y de derechas", ha añadido Von der Leyen. Ahora bien, la conservadora alemana tampoco ha descartado llegar un acuerdo con fuerzas ultraderechistas como la de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni (Hermanos de Italia), mientras sean europeístas, apuesten por mantener el apoyo a Ucrania y respeten el estado de derecho .

Por este motivo, Von der Leyen no quiere cerrarse ninguna puerta porque en el Parlamento Europeo la disciplina de voto es poco estricto ya menudo los eurodiputados no votan en el sentido que manda la dirección de sus grupos europarlamentarios. En este sentido, la conservadora alemana teme no tener suficientes apoyos y lleva tiempo buscando votos por todos lados.

Por un lado, por primera vez en la historia de la Eurocámara, la candidata del PPE ha abierto la puerta a romper el cordón sanitario con la extrema derecha de Meloni, que las proyecciones le auguran ganar los comicios en Italia de forma holgada. Y, por el otro lado, buscó en los últimos días apoyos por la izquierda de los socialdemócratas y durante el final de la campaña ha hecho algún guiño (timida) a los Verdes.

Sin embargo, los ecologistas no formaban parte de la anterior mayoría parlamentaria que apoyaba al ejecutivo comunitario, tal y como se ha espabilado a Weber en recordar este domingo, y la conservadora alemana durante el último año ha evitado hablar, y mucho menos reivindicar, del ambicioso plan medioambiental que impulsó ella misma desde Bruselas. Por eso, el portavoz ecologista Philippe Lamberts ha ofrecido el apoyo de su partido a la conservadora alemana a cambio, eso sí, de un "compromiso real" con la agenda medioambiental.

Ahora bien, todo lo que Von der Leyen puede ganar por un lado puede perderlo por otro. Socialdemócratas y liberales este domingo han vuelto a ser muy críticos con la búsqueda de votos en la extrema derecha por parte de la actual presidenta de la Comisión Europea y una parte de estas familias amenazan con retirarle los apoyos si acepta, por ejemplo, los votos de Meloni. "No queremos saber nada de quienes quieren desmantelar la UE", ha dicho el candidato socialdemócrata, Nicolas Schmit, dirigiéndose a Von der Leyen.

En todo caso, y vistos los resultados, que han sido ligeramente más bajos por la extrema derecha de lo previsto en las encuestas, el PPE este domingo ha evitado hablar abiertamente de ningún tipo de acuerdo con la ultraderecha. Sin embargo, Von der Leyen ya pesar de que no parece necesitarla en la Eurocámara, no se rinde y quiere sumar Meloni a la gran coalición que, según ella misma, quiere ser de "centro". Acabe obteniendo sus votos o no, todo apunta a que contará con los apoyos del Parlamento Europeo, sólo falta que los Estados miembros escuchen las urnas y la vuelvan a proponer como candidata a presidir la Comisión Europea.

La extrema derecha crece en el eje franco-alemán

La extrema derecha ha sacado sus mejores resultados de la historia en unas elecciones europeas, pero sobre todo en los dos grandes y más poderosos países de la Unión Europea, Alemania, Francia e Italia. Una vez muy duro simbólicamente para el proyecto del blog comunitario y especialmente para los dos mandatarios del eje franco-alemán. Tanto el canciller germánico, Olaf Scholz, como el presidente galo, Emmanuel Macron, han sufrido un fuerte bajón en las urnas y se ha constatado su pérdida de apoyo.

El partido de Marine Le Pen (Reagrupamiento Nacional) ha arrasado en el país galo con casi el 31,4% de los votos, ocho puntos por encima de 2019, el doble de lo que ha recibido la formación del presidente francés, Emmanuel Macron, que se hundió hasta el 14,6%, siete puntos menos que hace cinco años. El presidente francés ha precipitado la convocatoria de elecciones anticipadas antes de que su resultado siga cayendo.

En Alemania la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) alcanza el 14,9 de porcentaje de voto y supera al partido socialdemócrata del canciller, Olaf Scholz, que se queda en el 13,9%. Así, el partido que lidera la coalición de gobierno germana saca menos de la mitad que los democristianos de la CDU (30%), que es la formación de la candidata del Partido Popular Europeo (PPE) y actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

En Italia, el 28,82%, de Giorgia Meloni, que supera el resultado que obtuvo hace dos años al ganar las elecciones generales italianas, sitúa a la política de extrema derecha como otra de las figuras claves en los próximos años en Europa.

En cuanto a Austria, la ultraderecha gana de forma holgada los comicios europeos y alcanzaría el 25,7% de apoyos. Con el partido conservador tradicional sumarían más de la mitad de los votos, un 50,5%. En cambio, las izquierdas han sufrido un fuerte bajón. Los socialdemócratas alcanzan el 23%, pero los verdes se quedan en el 10,5%.

En los Países Bajos, aunque la extrema derecha también ha sacado grandes resultados, no ha quedado en primera posición, como en sus últimos comicios estatales. El partido del xenófobo Geert Wilders habría crecido hasta el 17,7% de los votos, cuatro puntos menos que la coalición de partidos de izquierdas neerlandeses, que alcanzan el 21,60%, según las primeras proyecciones. En las elecciones europeas de 2019, el partido de extrema derecha de Países Bajos sólo sacó el 3,5% de los votos.

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