Vaticano

Adiós al papa que intentó cambiar la Iglesia

Bergoglio abrió sus puertas a los divorciados, a los homosexuales ya las mujeres y frenó el encubrimiento de los abusadores sexuales

22/04/2025
4 min

RomaLa llegada de Francisco a la Santa Sede fue inesperada incluso para sí mismo y marcó el inicio de un pontificado atípico. El 13 de marzo del 2013 el humo blanco de la Capilla Sixtina anunció la elección de un nuevo papa tras algo sin precedentes en la historia moderna: la renuncia de su antecesor. Benedicto XVI. "Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo al fin del mundo. Ahora les pido que recen por mí". Así se presentó el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, frente a los fieles que abarrotaban la plaza de San Pedro. Tenía entonces 76 años y no sólo tenía que rejuvenecer la institución, sino que también estaba llamado a modernizarla. De manera totalmente imprevista los cardenales optaron por poner a un jesuita al frente de la Santa Sede por primera vez en la historia del catolicismo, que sería el primer papa no europeo en más de un milenio.

El papa Francisco se dirigió a los fieles congregados en el Vaticano este Domingo de Pascua.

Desde su proclamación como sucesor de Benedicto XVI –que había renunciado al cargo a raíz de un escándalo de corrupción en la Santa Sede y la filtración de documentos reservados–, el papa Francisco demostró que no sería un papa común. Su elección supuso el inicio de una nueva forma de gobernar la Iglesia –o un regreso a sus orígenes– ya desde la elección de su nombre, que adoptó en honor de Francisco de Asís.

No cambió los zapatos negros, los mismos con los que recorría los barrios más humildes de Buenos Aires, por las rojas de sus antecesores, y tampoco se instaló en el Palacio Apostólico. Por el contrario, prefirió vivir en una humilde habitación de la Casa Santa Marta, el hostal para religiosos en el Vaticano donde se alojó durante el cónclave. Y en los primeros años no era difícil verle recorrer las calles de Roma en un viejo Renault.

El papa Francisco no cambió los zapatos negros por los rojos de sus antecesores.

Pero más allá de gestos aparentemente transgresores, su mayorrevoluciónfue mover la brújula de la Iglesia y colocar a los pobres, los descartados y las periferias del mundo como las prioridades de su pontificado. No por casualidad eligió como destino de su primer viaje apostólico la isla italiana de Lampedusa, desde donde arrojó un potente mensaje a favor de la acogida de los migrantes.

Los migrantes y refugiados fueron el centro de muchas de sus iniciativas. Quizás porque él mismo siempre se sintió así. Hijo de italianos procedentes de la región de Piamonte, Jorge Mario Bergoglio nació en 1936 en Buenos Aires. Se diplomó como técnico químico, pero pronto cambió la bata de laboratorio por el sacerdocio. Lo empezó en la Compañía de Jesús y se trasladó a Chile y en España para cursar estudios de filosofía y teología. En 1970, de vuelta a Argentina, ejerció como profesor.

El papa Francisco saludando a varios migrantes durante su visita a la isla italiana de Lampedusa.
El papa Francisco lavando los pies a un hombre durante la tradicional ceremonia del Jueves Santo.

En 1992 fue nombrado obispo por Juan Pablo II y, nueve años más tarde, fue creado cardenal. críticas en su país natal no empañaron su pontificado, durante el cual abrió tímidamente las puertas de la Iglesia a las mujeres ya los católicos en situación irregular, como por ejemplo los divorciados que se habían vuelto a casar. transparentes, teniendo puentes entre la Iglesia de Roma y las demás religiones hasta conseguir lo que parecía imposible: el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Pekín Mediador internacional.

Como jefe de la diplomacia vaticana y con el Evangelio como única guía, el papa Francisco visitó casi medio centenar de países en los cinco continentes para impulsar una nueva geopolítica de la paz. Del deshielo entre Cuba y Estados Unidos, pasando por Oriente Próximo –impulsando una histórica reunión con el entonces presidente Shimon Peres y el líder palestino Mahmud Abbas–, el pontífice argentino se confirmó como el gran mediador internacional, con éxitos, pero también con fracasos, como la invasión de Rusia a Ucrania.

El papa Francisco, rodeado por cientos de fieles.

A nivel interno, el papa Francisco será recordado porque se enfrentó a la plaga de los abusos sexuales dentro de la Iglesia. Una de las primeras medidas, en el 2013, fue la creación de una comisión de expertos y, cinco años más tarde, impulsó una cumbre inédita en el Vaticano que puso los cimientos de un proceso de renovación, con la abolición del secreto pontificio y una reforma del Código Penal, que reconoció por primera vez la necesidad de El aumento exponencial de denuncias en todo el mundo durante su pontificado certificó el principio del fin de la cultura del encubrimiento que durante décadas protegió a los abusadores.

Pero la anunciada política detolerancia ceroante la pederastia clerical tuvo que hacer frente a una fuerte oposición interna que, unida a la malinterpretada disposición del Papa a acoger a homosexuales dentro de la Iglesia o abrir las puertas a la ordenación de hombres casados, provocó una guerra fratricida con el ala más conservadora de la Iglesia católica, que nunca le reconoció.

El papa Francisco reunido con los cardenales en el Vaticano.

La presencia contemporáneamente de dos pontífices hasta el 2022 supuso un desafío para la curia romana y para el papa Francisco. arrastrar desde su juventud –con 20 años le extirparon parte del pulmón derecho–, el papa Francisco siempre rechazó jubilarse antes de tiempo. "La renuncia papal no puede ser ni una moda ni algo normal. Creo que es un ministerio de por vida", dijo en una de sus últimas entrevistas. 2013 en caso de que una enfermedad le impidiera cumplir sus obligaciones.

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