Maradona, Messi... y el papa Francisco, el pontífice más futbolero de todos

Socio del San Lorenzo de Almagro, se encontró con Messi y se deshizo en elogios hacia Pelé

El papa Francisco y Maradona
22/04/2025
5 min

BarcelonaCuando salía a la plaza de Sant Pere para encontrarse con los fieles, el papa Francisco solía sonreír cuando alguien le hacía llegar una camiseta del San Lorenzo de Almagro, cuyo club era socio con el número 88.235. Más de una vez cogía una y la hacía volar por el cielo de Roma. Jorge Mario Bergoglio ha sido seguro el papa de Roma más aficionado al fútbol, ​​como buen argentino. Cuando Argentina ganó el Mundial en el 2022, más de un compatriota bromeaba afirmando que él tenía algo que ver con el éxito. En uno de los primeros actos después de ser elegido jefe de la Iglesia, dijo famosa la frase "que gane San Lorenzo" cuando le preguntaron si era de Boca o River, los clubes argentinos más populares. No, él era cuervo, como son conocidos los aficionados de un club fundado precisamente por un cura, Lorenzo Massa. Todo encaja.

Jorge Bergoglio explicaba que se había hecho aficionado del San Lorenzo, especialmente, gracias al equipo campeón de 1946, del que recitaba de memoria la alineación titular o recordaba goles que había visto en directo, como uno de René Pontoni el 20 de octubre de 1946 en la goleada 5-0 ante el Racing. "La Chancha bajó la pelota de pecho, se escondió entre dos y picó cruzado… fue un gol para pasarlo al Colón", dijo en referencia a un popular teatro y cine de Buenos Aires.

Sería su padre, Mario, un fanático del club del barrio de Boedo y empleado de los ferrocarriles, quien le llevaría al Viejo, estadio ya desaparecido, para ver en acción a ese equipo con jugadores como "Armando Farro, René Pontoni y Rinaldo Martino", tal y como recordaba él mismo. El sacerdote recordaba cómo en 1946 vio todos los partidos en casa del San Lorenzo que sería campeón, donde destacaba el jugador vasco Zubieta, quien había huido del franquismo y fue clave en esos éxitos. Jugadores que serían los primeros grandes ídolos del futuro papa, quien durante muchos años iba cada fin de semana al campo para animar al equipo. De hecho, solía dar una charla a los jugadores antes de salir al campo y rezaba un padrenuestro con los futbolistas en los vestuarios. En 1988, cuando Alfio Basile llegó al banquillo del club, todo cambió. "Llego al vestuario y entra un cura. Yo no quería distracciones, así que le dije al presidente Miele que lo echara. Me dijo que venía siempre, que era muy aficionado... pero nada, lo eché y ya no volvió. Años más tarde encontré a Miele y me dijo «Recuerdas al cura que echas?" Es Papa.

En los últimos años no solía mirar a los partidos, atareado como estaba. De hecho, decía que en 1990 había decidido mirar lo menos posible la televisión, aunque siempre se hacía informar de los resultados del equipo "gracias a un miembro de la Guardia Suiza", tal y como explicaba. El guardia le daría la noticia del gran éxito del San Lorenzo, campeón en el 2014 por primera vez de la Copa Libertadores, el equivalente de la Champions. Durante años, San Lorenzo era el único equipo gran argentino que nunca lo había ganado, pero lo haría con él ocupando la silla de San Pedro. "Quizás nos ha ayudado un poco rezando", bromeaba el entonces entrenador del equipo, Edgardo Bauza.

El papa Francisco admiraba a Maradona y Messi, claro. Ahora bien, en una entrevista con la RAI, sorprendió a sus compatriotas argentinos en una pregunta sobre quién era mejor. "Maradona fue muy mayor, pero falló como hombre. Messi es un señor, pero yo añadiría a Pelé", dijo. El sacerdote argentino no tuvo ningún tipo de problema a la hora de reconocer la grandeza del brasileño, de quien decía que era "un hombre de un grandísimo corazón". "Hablé con él, le encontré en un avión en Buenos Aires, era de una grandísima humanidad", lo elogió.

Francisco con la directiva de su equipo de fútbol, ​​San Lorenzo de Almagro.

Bergoglio recordaría risueño cómo vivió el Mundial que Argentina ganó en el 2022. Prefirió no cambiar la agenda, ya que tenía un encuentro con pilotos de Alitalia y sus familias en un momento en el que podían perder su trabajo. "En un momento dado fui a buscar algo y, cuando volví, alguien me dijo que Argentina estaba ganando 2-0. «Está bien», dije, pero eso me hizo pensar algo... en otros partidos ya se había empezado ganando y nos habían empatado. Así que me quedé un poco intranquilo", nos cuesta. Aunque Benedicto XVI también seguía el fútbol, ​​siendo aficionado y socio honorífico del Bayern, Francisco ha sido el pontífice más futbolero. Curiosamente, en el 2014, la final del Mundial enfrentó a Argentina y Alemania, la tierra de los dos papas vivos entonces, lo que había plegado y lo que mandaba. Ganó Alemania.

Messi y Maradona

Pero en el 2022 llegó el turno del triunfo de los argentinos, gracias en parte a Messi, de quien el Papa se deshacía en elogios. Sin embargo, cuando lo recibió le dijo: "Eres el mejor, pero no eres Dios". Se lo dijo medio en broma medio en serio, quizás para intentar que no se lo creyera tanto como Maradona. Lo había conocido en el 2013, durante una recepción en las selecciones argentina e italiana antes de un partido entre ambas. Messi le entregó una camiseta de la selección y una vieja foto de Pontoni, uno de sus héroes. Ese día, Messi se emocionó al conocer al Papa y saludarle, hasta el punto de llorar. El encuentro acabó con la siguiente observación de Francisco: "¿Habéis visto cómo se han ido las delegaciones? Los de la selección italiana se han ido ordenados y obedientes, los argentinos desordenados y caóticos. Pues bien, yo soy argentino y siempre se lo recuerdo, a aquellos que cuidan de mí cuando me salto el protocolo".

Con Maradona, Francisco se había encontrado en el 2014. El ex jugador siempre tuvo buenas palabras hacia el papa argentino, ya que consideraba que se acercaba a los pobres. Y el Papa valoraba al ex jugador, pese a dejar claro que se había equivocado como hombre. "Basta que lo sé", admitía Maradona. "Su llegada al papado me inspiró a regresar a la religión después de muchos años. Me hizo sentir como un argentino orgulloso de ver que un compatriota podía hacer las cosas", dijo Maradona, muerto en 2020. Entonces, el Papa rogó por su alma: "Era un poeta del fútbol, ​​un genio que dio alegría y esperanza a miles de personas jugando". Maradona y Francesc han sido, seguro, junto a Messi, los argentinos más queridos de los últimos 50 años.

El Papa apadrinó competiciones, recibió equipos y jugadores e hizo entrevistas hablando de un deporte que siempre amó. En parte, para conectar con ese niño que se emocionaba en el viejo estadio de madera de Boedo en 1946, y en parte porque "es un medio para expresar el talento que tienes, pero también para construir la sociedad", dijo hace un año en una intervención en la que alabó las cosas buenas del deporte: "El deporte nos enseña el valor de la fraternidad. persona. Lo que importa es el compromiso y el objetivo común. Esta unidad es una metáfora poderosa de nuestras vidas.

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