Alemania ordena la detención de un ciudadano ucraniano por el sabotaje del Nord Stream

BarcelonaLa Fiscalía Federal de Alemania emitió en junio una orden de detención europea contra un ciudadano ucraniano que vivía en Polonia por sus supuestas implicaciones en el sabotaje en el gasoducto Nord Stream en septiembre del 2022. Según una investigación de la televisión ARD, el diario Süddeutsche Zeitung y el semanario Die Zeit, el ucraniano contra el que se emitió la orden es instructor de buceo y, junto a otras dos personas, se le acusa de haber participado en el sabotaje.

Aunque el individuo, al que se identifica con el nombre de Volodímir Z., haya negado su implicación en el caso, la investigación le sitúa como conductor de un vehículo blanco que fue registrado por las autoridades alemanas cerca de la isla de Rügen la noche del 8 de septiembre del 2022. La misma investigación también indica que el sospechoso habría acompañado a las personas que utilizaron un yate, de nombre Andromeda, donde se hallaron rastros de explosivos, y se sospecha que también participó en la operación. De hecho, la revista norteamericanaWired, especializada en tecnología, aseguró semanas después del sabotaje que pocos días antes de que se produjeran las fugas de gas dos barcos que llevaban el sistema de radiodifusión AIS apagado pasaron por la zona. Este sistema permite identificar y seguir a los barcos desde otras estaciones costeras, aviones o naves.

La fiscalía polaca ha asegurado que el sospechoso ha abandonado Polonia últimamente y que atravesó la frontera con Ucrania. "El paso libre de la frontera entre Polonia y Ucrania por parte de Volodímir Z. fue posible porque las autoridades alemanas no lo incluyeron en la base de datos de personas buscadas", ha dicho a Reuters Anna Adamiak, portavoz de la Fiscalía Nacional de Polonia, que ha indicado que "la Guardia Fronteriza polaca no tenía conocimientos ni motivos para detenerlo".

El gobierno alemán ha asegurado que el euroorden y los indicios que señalan a la participación de tres ucranianos en el ataque no perjudicarán sus relaciones con Kiiv. “Por un lado, hablamos de un relevante proceso judicial de la Fiscalía General y esto es independiente de que, como dice el canciller (Olaf Scholz), nosotros queremos apoyar tanto como sea necesario en Ucrania en la lucha por la defensa contra la ilegal guerra de agresión rusa”, ha sentenciado en una rueda de prensa el portavoz del gobierno, Wolfgang Büchner, quien ha dicho que “independientemente de los resultados de la investigación, lo que no cambia es que Rusia desarrolla una ilegal guerra de agresión contra Ucrania”.

Las otras dos personas supuestamente implicadas son un hombre, identificado con el nombre de “Ewgen U”, y su mujer, identificada con el nombre de “Svetlana”. Ambos tienen nacionalidad ucraniana, son los propietarios de una escuela de buceo y no se ha emitido ninguna orden de detención contra ellos. La mujer ha asegurado este miércoles en declaraciones a la emisora Welt que ni ella ni su marido están implicados en las explosiones y que en el momento del ataque, que se produjo el 26 de septiembre del 2022, se encontraba en Kiiv.

Acciones deliberadas

La alerta saltó cuando el operador del Nord Stream 2 detectó una repentina caída de la presión en el gasoducto, que resultó ser un escape, cerca de la isla de Bornholm, en el mar Báltico. Al día siguiente se informó de dos fugas más en el Nord Stream 1 y tres días más tarde se localizó otra en el Nord Stream 2. Los gobiernos sueco y finlandés aseguraron que las explosiones no habían sido accidentes sino acciones deliberadas y, desde entonces, se han despejado pocos interrogantes.

El hecho de que el ataque se produjera en aguas internacionales, a sólo 12 millas náuticas de aguas territoriales danesas, y que de este modo no se considerara un ataque al país y no se pudiera activar la OTAN dejó pocas dudas sobre la planificación del sabotaje. A las incertidumbres existentes hay que sumar la voz de Seymour Hersh, un reputado periodista, que en febrero del 2023 dijo que la Casa Blanca, en colaboración con Noruega ya través de la CIA había ordenado los ataques.

Hersh aseguró que, según fuentes directas conocedoras del caso, la marina de Estados Unidos había instalado los explosivos, a través de una operación encubierta de la OTAN. Los gasoductos, que van desde Rusia hasta Alemania pasando por el mar Báltico, Dinamarca y Suecia no estaban activos en el momento de las explosiones, pero estaban llenos de gas, ya que para su buen funcionamiento debe mantenerse una presión constante.