Dinamarca estrena un gobierno inédito que quiere que la gente trabaje más

CopenhagueDinamarca ha anunciado este miércoles la formación de gobierno un mes y medio después de las elecciones, que dejaron una victoria ajustadísima del Partido Socialdemócrata. La nueva coalición, pues, está formada por los socialdemócratas, los liberales y los moderados. Y esto es un hecho histórico, porque supone un gobierno de coalición formado por el bloque de centroizquierda conjuntamente con el de centroderecha, un hecho que solo se había producido en 1977. "Nos encontramos en un momento incierto en Dinamarca y en toda Europa, y es necesario tomar responsabilidad y cooperar entre todos", ha dicho la primera ministra, Mette Frederiksen, en una clara referencia a la inédita coalición multicolor que a partir de ahora gobernará Dinamarca. Frederiksen ya manifestó el día de la convocatoria de elecciones la necesidad de formar un gobierno amplio y transversal para encarar el momento de crisis económica, energética y climática que atraviesa el país.

La coalición ha sido bautizada con el nombre de “responsabilidad por Dinamarca” y durante la presentación también han participado los otros socios de gobierno: el líder de los liberales, Jakob Ellemann-Jensen, y el de los moderados, Lars Lokke Rasmussen. El presidente de los liberales ha remarcado que “a pesar de los desacuerdos entre los partidos se ha decidido impulsar un gobierno de reforma para encarar juntos los desafíos”.

Los comicios del 1 de noviembre dejaron un paisaje difícil de gestionar para Frederiksen. Los partidos del bloque de izquierdas obtenían una mayoría parlamentaria ajustada, pero aún así los socialdemócratas no se mostraron interesados en repetir la fórmula de gobierno de la pasada legislatura, cuando gobernaron en minoría con el apoyo parlamentario de otras fuerzas de izquierda. Los socialdemócratas, por el contrario, han optado por este gobierno amplio, para el que han tenido que convencer al Partido Liberal, su gran adversario en el bloque conservador.

Las propuestas del nuevo gobierno son principalmente económicas, y están enfocadas a preservar el estado del bienestar. Frederiksen, líder de los socialdemócratas, ha anunciado un aumento de la oferta pública en 45.000 nuevas plazas hasta el 2030 y un aumento de salario a los funcionarios públicos. Estas propuestas chocan con el programa de los liberales, y de hecho su presidente, Elleman, ha remarcado que han hecho concesiones en muchas áreas pero han conseguido introducir la congelación de impuestos.

Más mano de obra

Dinamarca necesita más mano de obra y la nueva coalición también se focalizará en algunos cambios en el campo educativo para reducir la duración de algunos grados y así incorporar más trabajadores al mercado laboral. En este sentido, otro de los acuerdos que se han querido destacar es que estudiarán facilitar los trámites para que los trabajadores extranjeros puedan trabajar en el país nórdico. En general, la nueva coalición de gobierno hace un llamamiento a trabajar más y ha anunciado la eliminación de uno de los días festivos del calendario laboral danés, el Día de la Oración, que se celebra el cuarto viernes después del domingo de Pascua. Con el ahorro de este festivo se prevé aumentar el gasto en defensa para cumplir los requisitos de la OTAN.

La nueva coalición ha prometido reestructurar el sector sanitario para mejorar la eficiencia y reducir las listas de espera. Otro de los temas capitales para el gobierno es la crisis climática. Frederiksen ha anunciado que el objetivo es que Dinamarca sea neutra en emisiones de dióxido de carbono en 2045. Además, el nuevo gobierno introducirá un nuevo impuesto para la aviación comercial, que buscará limitar, en un futuro, algunos vuelos de corta distancia.