Discriminaciones y agresiones a los no occidentales: Dinamarca tiene un grave problema de racismo
Ocho de cada diez personas de minorías étnicas han sufrido un episodio de racismo en el último año, según el Instituto danés por los Derechos Humanos
CopenhagueSiham El Haddad paseaba un domingo con su familia por Nørrebro, el barrino más multicultural de Copenhague, cuando una mujer se acercó hacia ella increpándola: "Tienes que sacarte la bufanda (haciendo referencia al hiyab que llevaba), ¡sois demasiados, vosotros!”. No era la primera vez que El Haddad había recibido insultos racistas por la calle, a veces también le han escupido. Con enfado, El Haddad explicaba: “Nací y crecí en Dinamarca, por tanto, mi familia es danesa, pero hechos así me hacen sentir de fuera”. En otro caso reciente, el canal TV2 grababa un programa en el que Zainab y Haryad (dos jóvenes de 24 años nacidos en Dinamarca), enviaban currículos a diferentes empresas para hacer prácticas como electricistas, pero a ninguno de los dos les llamaban para a una entrevista de trabajo. En cambio, cuando cambiaron los nombres de sus currículums por el de Sara y Victor, y sus fotografías, a Sara le llamaron una vez y Víctor tres.
Estos tres ejemplos de discriminación hacia personas de origen no occidental no son hechos aislados, según revela un nuevo informe elaborado por el Instituto danés por los Derechos Humanos. Es la primera vez que se hace un estudio sobre el racismo y la discriminación tan exhaustivo en el país nórdico, y los resultados son demoledores: ocho de cada diez personas que pertenecen a una minoría étnica han sufrido episodios de discriminación o de racismo durante el último año. En el estudio han participado 4.263 personas (nacidas en Dinamarca o que llegaron durante su infancia), que han respondido sobre el racismo percibido hacia sí mismos, es decir, en situaciones en las que la persona cree que ha sufrido perjuicios por razón de etnia. El informe también recoge que las personas que más sufren este tipo de agresiones son los jóvenes con orígenes de países de Oriente Medio y de África, o personas que llevan símbolos religiosos visibles, como una barba o un pañuelo en la cabeza.
Otra de las cuestiones alarmantes que desvela es que seis de cada diez agresiones racistas o discriminaciones que se han descrito en el estudio están recogidas como delitos de odio en el Código Penal. Esto no implica que estos casos se denuncien, y muchas veces quedan invisibilidades. Sólo el 11% de las agresiones o discriminaciones son denunciadas a la policía, puesto que las personas que lo sufren creen que no es útil hacerlo, y declaran que a menudo también se sienten discriminados por la policía. Rasmus Brygger es el jefe de análisis de datos del Instituto danés por los Derechos Humanos, y califica los resultados como sorprendentes y muy preocupantes: "Sabíamos que teníamos problemas, pero se demuestra que el alcance es muy grande y generalizado". Desde el Instituto por los Derechos Humanos se apunta que el movimiento #MeToo generó un importante debate en el país nórdico sobre el sexismo que ayudó a concienciar de que debían tomarse medidas para prevenirlo. Ahora la esperanza es que este informe ayude a subrayar que el racismo es también un problema en la sociedad danesa que requiere un plan de acción en contra.
Para la mayoría de los encuestados, los episodios de racismo y discriminación no son episodios puntuales, sino que declaran ser experiencias negativas que se repiten en el ámbito laboral, en los espacios públicos, o en el contacto con las instituciones gubernamentales: informe detalla que estos hechos ocurren en todas partes, pero algunas de las situaciones que más se repiten es cuando una persona busca trabajo, quiere alquilar o comprar una casa, o intenta obtener un préstamo en el banco, esto hace que las personas que lo sufren sean más vulnerables” explica Brygger. Como consecuencia, el informe también recoge que cuatro de cada diez personas que han sufrido una discriminación han considerado marcharse del país pese a ser el lugar donde han nacido o han vivido la mayor parte de su vida.
Se señala el clima político y los medios
Sobre las causas que generan este clima de discriminación y racismo, los encuestados destacan que el debate político y los medios de comunicación son factores que les hacen sentir como una minoría de extranjeros. Al respecto, el pasado año un informe de la Comisión de Racismo del Consejo de Europa advertía del aumento de la discriminación y los discursos de odio en Dinamarca, sobre todo hacia la población musulmana. Como ejemplo, el informe señalaba el movimiento político del ultranacionalista Rasmus Paludan, que se hizo famoso en los medios y en las redes por quemar copias del Corán en público.
El informe también criticaba a los gobiernos desde 2015 por aprobar legislaciones como “la ley de los guetos” en los barrios con mayor inmigración, o la “ley de las joyas” contra los solicitantes de asilo, ya que considera que la ley corría el riesgo de estigmatizar a las personas inmigrantes (el 15 % de la población son inmigrantes o familiares de inmigrantes nacidos en el país). Para hacer frente a la situación, el gobierno lleva dos años trabajando en la elaboración de un plan de acción contra el racismo, pero hasta ahora no se ha presentado, ni aún se saben los detalles.