Los países de la UE que más presionan para no enojar a Israel
La guerra de Israel ha acentuado la división entre los Veintisiete, donde hay dos bloques bien marcados
BruselasLa posición oficial de la Unión Europea respecto al conflicto entre Israel y Palestina siempre ha sido la misma. Es la que marca las resoluciones de Naciones Unidas, que apuestan por la creación de dos estados, uno palestino y uno israelí, y por Jerusalén como capital de ambos. Con respecto a la guerra actual iniciada a raíz del ataque de Hamás, los Veintisiete también han consensuado un mensaje único: condena a la ofensiva del grupo islamista y reconocimiento del derecho a defensa israelí en el marco del derecho internacional. Además, lamentan "la situación humanitaria deplorable" de la franja de Gaza y piden "corredores humanitarios" y "pausas por necesidades humanitarias" de la guerra. Sin embargo, los diferentes dirigentes comunitarios y estados miembros tienen visiones muy dispares sobre el conflicto israelí-palestino.
Cabe recordar que la política exterior es de las carteras más sensibles de los socios europeos y una de las competencias que en las capitales les recae más de ceder a la UE. Cada país tiene unas sensibilidades históricas, y cercanías e intereses diplomáticos particulares, que a veces chocan con los de otros miembros o del conjunto del blog.
Alemania, el estado más proisraelí
Uno de los posicionamientos más destacados es el de Alemania, que es el mayor estado de la UE y el que tiene mayor influencia. Por su pasado histórico, Berlín es una de las capitales más proisraelíes y siempre presiona al resto de Estados miembros y al bloque europeo en este sentido. Hace décadas que diferentes dirigentes alemanes llaman a dejar atrás la carga moral del nazismo ya intentar que deje de dominar su política exterior, pero su visión sobre el conflicto entre Israel y Palestina no ha cambiado.
El posicionamiento proisraelí es casi unánime en el país germánico. El ejecutivo prohibió las manifestaciones propalestinas, como también lo ha hecho Francia, y cinco días después del ataque de Hamás todos los partidos votaron en el Bundestag –desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda– a favor de una resolución de apoyo a Israel. Entre otras cosas, ratificaban su reconocimiento "innegociable" de "la existencia de Israel y de su seguridad", y señalaban que "Alemania debe proporcionar a Israel todo lo que le sea necesario para su defensa".
De hecho, en el Consejo Europeo de este jueves el canciller alemán, Olaf Scholz, quería evitar que se acordara pedir una pausa humanitaria y prefería el término ventana humanitaria. Es decir, un concepto más ambiguo del que se pueda interpretar que no es necesario detener la guerra ni los ataques para permitir la entrada segura de las ayudas humanitarias. Lo que no querían Berlín, Amsterdam o Viena en ningún caso era que se pidiera un alto el fuego, ya que esto podría entenderse como un llamamiento a parar la guerra y, por tanto, a juicio de Alemania, a retirarle el derecho a Israel de defenderse de los ataques de Hamás.
Francia, aunque no hasta el punto de Alemania, también hace años que se ha decantado claramente del lado de Israel. Eso sí, en la segunda mitad del siglo pasado el posicionamiento francés fue más equilibrado. Charles de Gaulle se distanció de Israel al pedir tras la Guerra de los Seis Días un embargo de las armas y votó a favor de una resolución de Naciones Unidas que apostaba por el fin de la ocupación de los territorios palestinos, así como por el reconocimiento del "derecho a existir y de seguridad de todos los estados de la región".
Valéry Giscard de Estaing y François Mitterrand mantuvieron la postura marcada por De Gaulle, y no fue hasta que llegó Nicolas Sarkozy al frente de la República Francesa que el país galo no volvió a acercarse progresivamente a Israel. Finalmente, y hasta la fecha, François Hollande rompió con Palestina por el conflicto de 2014 y se puso más del lado de las autoridades israelíes, un posicionamiento que ha mantenido el actual presidente francés, Emmanuel Macron.
España o Irlanda, los más propalestinos
En el lado opuesto se encuentran los países históricamente más propalestinos, como España, Irlanda, Bélgica o Luxemburgo. El presidente español, Pedro Sánchez, ha sido de los pocos líderes europeos que apoyaron a Guterres, quien recordó que el ataque de Hamás "no viene de la nada", y secundó su petición de un alto el fuego . "Creo absolutamente en la necesidad de abrir corredores humanitarios y, si es necesario, una pausa humanitaria", añadió el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.
El posicionamiento español se ve influenciado sobre todo por dos cuestiones: los vínculos históricos con Marruecos y con la gran comunidad árabe y propalestina española, que es mucho más potente que la judía. En esa línea, en la dictadura franquista y los primeros años de la España democrática prefirió mantener las buenas relaciones con Marruecos y no reconoció al Estado de Israel hasta que entró en la Unión Europea.
Además, antes de que se convirtiera en un gran tema de discusión entre la izquierda y la derecha española y catalana, había bastante consenso sobre el conflicto israelí-palestino. El expresidente español Adolfo Suárez, por ejemplo, fue el primer dirigente occidental en recibir al entonces líder de la Organización para la Liberación de Palestina, Yasser Arafat.
La posición alemana y española agrieta la Comisión Europea
Los tiras y aflojas entre la posición de Alemania y la de España sobre la guerra de Israel y Palestina también han agrietado internamente la Comisión Europea. Por un lado, la presidenta del ejecutivo comunitario, la alemana conservadora Ursula von der Leyen, sólo ha recordado a Israel que debe cumplir con el derecho internacional y humanitario con la boca pequeña –tras un alud de críticas– y ha mostrado un apoyo al primer ministro Benjamin Netanyahu casi incondicional. Por otra parte, el jefe de la diplomacia europea, el socialdemócrata español Josep Borrell, se ha erigido en el garante de la posición oficial de la UE respecto al conflicto, que es más equilibrada que la de Von der Leyen. Desde el principio, el dirigente catalán aseguró que el asedio a Gaza no cumplía con el derecho internacional y humanitario, y fue uno de los primeros dirigentes occidentales en pedir un alto el fuego o, al menos, una pausa humanitaria que permita ayudar al pueblo palestino .&_BK_COD_