Sorpresa en Rumanía: la extrema derecha anti-Ucrania gana la primera vuelta de las elecciones presidenciales
Georgescu ha basado la campaña en difundir mensajes en las redes sociales y no ha participado en ningún debate
BarcelonaLos discursos populistas anti-OTAN ganan fuerza en Europa. Este lunes ha sido el turno de Rumanía, donde el candidato de extrema derecha y proruso, Calin Georgescu, se ha impuesto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales y se sitúa en buena posición para presidir este país del sudeste de 'Europa. Con el escrutinio casi completo, Georgescu, que no recibía el apoyo de ningún partido y que ha basado la campaña en una estrategia digital por redes sociales, ha obtenido un 22,9% de los soportes.
La candidata de centroderecha Elena Lasconi quedó segunda con un 19,16% de los votos, mientras que, contra todo pronóstico, quedó fuera de la carrera el primer ministro y candidato de izquierdas Marcel Ciolacu, que era el favorito de todas las encuestas, sobre todo por el apoyo que se esperaba que recibiría por parte de los rumanos residentes en el extranjero. Es la primera vez de la historia poscomunista de Rumanía que el Partido Socialdemócrata no tiene ningún candidato en la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales.
La segunda vuelta, que tendrá lugar el 8 de diciembre, se la disputarán Georgescu y Lasconi. Quien se imponga gobernará el país durante los próximos cinco años, y tendrá mucho poder de decisión en ámbitos como la seguridad nacional, la política exterior y los nombramientos judiciales en la Unión Europea y en los países miembros de la OTAN.
La victoria del candidato de extrema derecha preocupa a las "asociaciones progresistas y proeuropeas" ya las entidades que trabajan con refugiados ucranianos, explica al ARA Yiftach Millo, el portavoz de la fundación HIAS Rumanía, que se dedica precisamente a acoger solicitantes de asilo y refugiados de guerra. Uno de sus mensajes que más ha calado en la campaña ha sido que "los refugiados ucranianos reciben más ayudas del gobierno que los propios rumanos", algo que "no es cierto", asegura Millo.
La campaña digital, la clave de la victoria
La sorpresa en Rumanía ha sido mayúscula porque Georgescu, que es exmiembro del partido de extrema derecha Alianza por la Unión de los Rumanos y profesor universitario, no ha participado de los debates televisados con el resto de candidatos favoritos porque ninguna encuesta le daba opciones de llegar en la segunda vuelta de las presidenciales –las estimaciones al alza le daban un 5% de sus apoyos–. Su campaña se ha basado casi exclusivamente en redes sociales como TikTok, donde cuenta con cerca de 200.000 seguidores, y en estrategias digitales.
Un país clave para Ucrania
Pese a haber trabajado durante más de 17 años en varios cargos de la ONU, el candidato populista y proruso Georgescu es conocido por ser contrario al apoyo a Kiiv: calificó el escudo de defensa de la OTAN situado en Rumanía para defender a Ucrania de "vergüenza de la diplomacia", y ha asegurado que la alianza no protegerá a sus miembros de los ataques rusos.
Rumanía comparte 650 kilómetros de frontera con Ucrania y ha tenido un papel estratégico clave para la OTAN desde el inicio de la invasión rusa. Acoge una base militar de la OTAN con una batería de defensa aérea Patriot y ha permitido la exportación de grano a Ucrania a través de su puerto de Constanta en el Mar Negro. Además, es la puerta de entrada para miles de refugiados que huyen de la guerra.
La noticia de la victoria del rumano coincide con la petición de altos responsables de la OTAN de incrementar la inversión en defensa. Según el presidente del Comité Militar de la OTAN, Rob Bauer, será necesario que los países aliados gasten cerca del 3% del PIB para implementar los nuevos planes de defensa de la alianza, en lugar del 2% que se les exigía hasta ahora .