La OTAN prepara una 'ciudad militar' en Rumanía, que será la mayor base de Europa
El nuevo complejo tendrá una superficie de 2.800 hectáreas y capacidad para 10.000 soldados
BucarestLa base militar Mihail Kogalniceanu es la mayor del sudeste de Europa, y está previsto que pronto sea la mayor del continente. Se convertirá así en un punto estratégico para la OTAN y, por tanto, para Estados Unidos, en el Viejo Continente. La base está situada a 20 kilómetros de la ciudad rumana de Constanza, en el mar Negro, ya 300 kilómetros del puerto ucraniano de Odessa, una ciudad que sufre los ataques rusos desde el inicio de la guerra, especialmente durante el último año.
El despliegue de tropas de la OTAN y las obras de ampliación de esta base militar de Rumanía se materializan un año después de que el primer dron ruso dirigido a los puentes fluviales ucranianos cayera accidentalmente en territorio rumano y, por tanto, en territorio de la Alianza Atlántica y de la Unión Europea. Durante agosto y septiembre de 2023 se repitieron los ataques rusos contra los puertos ucranianos del Danubio de Izmaíl y Reni, situados a pocos metros de la frontera rumana, y también cayeron fragmentos de drones dentro de territorio rumano en más de tres ocasiones. En la pequeña localidad de Plauru, el gobierno rumano llegó a construir dos bunkers para proteger a la población.
Estos dos puertos fluviales ucranianos pasaron a ser un objetivo militar recurrente del ejército ruso el pasado verano porque se convirtieron en la vía principal de tráfico del grano ucraniano. Antes de recurrir a los puertos fluviales del Danubio, Ucrania exportaba el grano y otros productos agrícolas a través del llamado corredor del mar Negro –gracias al acuerdo entre Ucrania, Turquía y Rusia que permitía a Kiiv transportar y vender el grano y otros productos agrícolas con seguridad–, hasta que Moscú rompió el acuerdo.
Desde entonces, Rumanía se ha convertido en el principal país de tráfico del grano ucraniano. Y viendo el peligro cerca, las autoridades rumanas han decidido también ayudar a la defensa de Ucrania y ceder uno de sus sistemas Patriot a Kiiv, para "eliminar el riesgo de crear posibles vulnerabilidades para Rumanía", según declaró la oficina del presidente Klaus Iohannis.
Obras hasta 2040
Por su situación geográfica, Rumanía es un punto clave para la OTAN en Europa. La base de Constanza acogió a mediados de junio dos ejercicios multinacionales de largo alcance, uno aéreo y uno terrestre. En el marco de este segundo se desplegaron 1.300 soldados provenientes de diez países de la OTAN, utilizando sistemas antimisiles Patriot y Hawk, y aviones F-16, IAR-93 e IAR-96. El objetivo de estos entrenamientos multinacionales conjuntos es proteger el espacio aéreo rumano, disuadir a Moscú de un posible ataque militar y prepararse para una acción conjunta rápida en caso de emergencia.
Cuando acaben las obras de ampliación, que empezaron este mes de junio, la base Mihail Kogalniceanu tendrá una superficie de 2.800 hectáreas y la capacidad para acoger hasta 10.000 militares y sus familias. Está previsto que esté terminada en el 2040 y que incluya escuela, guardería, farmacia, tiendas y bloques de pisos: una pequeña ciudad militar para responder a las necesidades de los residentes.
Las obras también incluyen la construcción de una nueva pista de despegue y aterrizaje, una torre, un hangar, un depósito de combustible, simuladores y un espacio de mantenimiento. En total tendrán un coste de 2.500 millones de dólares. La ampliación estaba prevista desde antes de la invasión de Ucrania, pero se aceleró a raíz de la invasión de Georgia de 2008 y de la anexión rusa de Crimea de 2014, el año en que también empezaron estos ejercicios de entrenamiento conjuntos en Rumanía, que forma parte de la OTAN desde 2004.
Hasta 2017 Bucarest sólo destinaba un 1% del PIB en defensa, y algunos especialistas apuntan que por este motivo el ejército rumano arrastra muchas carencias, desde los bajos salarios hasta unas instalaciones muy pobres. Rumanía es el segundo país más pobre de la Unión Europea, pero destina actualmente el 2,5% del PIB en defensa y aspira a adquirir aviones militares de última generación F-35 de cara a 2030. El presupuesto se ha duplicado a raíz de la invasión rusa de Ucrania, en la línea de lo ocurrido en otros países del este de Europa. El objetivo es demostrar en Moscú que el flanco este de la OTAN está listo para defenderse y reaccionar deprisa en caso de un ataque ruso.