Dos misiles rusos sobre Odessa matan a 20 personas y hieren a 70

La ciudad portuaria sufre el ataque más grave sobre infraestructuras civiles en la continuación de la escalada contra la perla del mar Negro

ARA
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Ataque a Odessa este viernes.

BarcelonaUn nuevo ataque con misiles rusos en la ciudad portuaria de Odessa causó este viernes la muerte de al menos veinte personas y dejó también a más de setenta heridos, según los funcionarios municipales y responsables del gobierno de Kiiv. Las imágenes que llegaban mostraban la magnitud de la masacre: aparte de la destrucción provocada por los proyectiles rusos, dos Iskander-M, se veían cadáveres de civiles por la calle.

De acuerdo con las autoridades locales, los misiles han destruido o dañado diez edificios residenciales, un gasoducto de baja presión, vehículos de rescate y un edificio de servicios recreativos de tres plantas. Moscú ha lanzado los Iskander-M –uno, minutos después del otro– desde la zona de Sebastopol, en la Crimea ocupada por Moscú desde el 2014. El segundo ha impactado directamente contra la zona donde trabajaban equipos de emergencia para atender a las víctimas del primero, y al menos dos trabajadores humanitarios han muerto. Se desconoce si en la zona donde ha ocurrido el ataque había algún objetivo militar.

En las últimas semanas, Moscú ha intensificado sus ataques contra la ciudad, lanzando drones o misiles casi todos los días, también como una manera de responder a los drones de agua con los que el ejército de Zelenski está causando graves daños en la flota rusa atracada en la península de Crimea. También se han intensificado, en 2024, los bombardeos del Kremlin contra las ciudades ucranianas, algunos de los cuales impactan directamente contra objetivos civiles.

"El terror ruso sobre Odessa es un signo de la debilidad del enemigo, que lucha contra los civiles ucranianos en un momento en el que no puede garantizar la seguridad de las personas en su propio territorio", ha escrito el jefe de gabinete de la presidencia ucraniana, Andrí Iermak, en Telegram. Se refería a los ataques con drones de largo alcance con los que Ucrania ha contraatacado esta semana, intensificando los bombardeos en una serie de refinerías de petróleo.

El 2 de marzo doce personas, entre ellas cinco niños, murieron en otro ataque con drones contra otro edificio residencial. Cuatro días después, el 6 de marzo, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, estaba reunido con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, mostrándole los efectos causados ​​por ese ataque cuando Rusia atacó de nuevo la ciudad y mató al menos cinco personas. Odessa, uno de los puertos más grandes de Ucrania, ha sido durante mucho tiempo objetivo de ataques rusos, sobre todo después de que Moscú abandonara un acuerdo de las Naciones Unidas que había permitido el paso seguro de los envíos de cereales ucranianos por el mar Negro.

Maia Sandu, presidenta de la vecina Moldavia, ha afirmado a X: "Ucrania necesita ayuda urgente para defenderse y para defender la paz en Europa". Moldavia sería, según muchos analistas, uno de los próximos objetivos de Putin si, finalmente, lograra la capitulación de Zelenski.

El ejército ucraniano logra repeler muchos de los ataques rusos gracias a los sistemas de defensa aérea, especialmente en Kiiv o en las ciudades más importantes, pero a menudo los proyectiles rusos logran esquivarlos y, por tanto, impactar directamente contra sus objetivos. En ese caso, parece que las alarmas aéreas no se habían activado para alertar del ataque. El motivo es que los Iskander-M pueden volar a una velocidad superior a la del sonido y esto dificulta que Kiiv pueda detectarlos y neutralizarlos.

La importancia de Odessa es primordial para Moscú. No sólo por motivos estratégicos y económicos, sino también desde un punto de vista simbólico: es un símbolo para el nacionalismo ruso y uno de los objetivos más deseados por quienes creen que Ucrania debe ser rusa. Su posición cercana a Crimea, también en el territorio ocupado de Kherson, la hace especialmente vulnerable a los ataques aéreos. Hace unas semanas el presidente francés, Emmanuel Macron, alertó de que tanto Odessa como Kiiv podían ser de nuevo objetivo de conquista de Putin. En este sentido, Macron, que defiende la posibilidad de enviar tropas occidentales a Ucrania, dijo que si Rusia hacía caer Odessa, las tropas francesas se verían forzadas a intervenir en la guerra.

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