Crónica

Extremadura, la región “olvidada” que no logra arrancar

El ARA recorre la comunidad durante tres días a las puertas de unos comicios que podrían consolidar la dependencia del PP con Vox y la mala salud del PSOE

Carteles electorales en Valdefuentes
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Cáceres"Todo el mundo estará pendiente de mí el 21-D, porque si sacamos trece diputados a Cáceres ganamos las elecciones". El alcalde socialista de Mata de Alcántara, Luis Galán, que acude en esa posición a la lista del PSOE en los comicios extremeños, que este domingo dan el pistoletazo de salida a un nuevo ciclo electoral, hace esta reflexión en un encuentro de militantes con el candidato a la presidencia de la región, Miguel Ángel Gallardo. Una treintena de personas se reunieron en un bar de otro pueblo, Malpartida de Cáceres, al término de la undécima jornada de campaña en esta provincia. El ambiente es más optimista que las encuestas. El encuentro coincide con el último día en que los medios pueden publicarlos, y ninguno les da la victoria a la que hace una referencia hipotética Galán. Si los sondeos acaban acertando, será solo la segunda vez en democracia que el PSOE no es primera fuerza en unas elecciones autonómicas en Extremadura (solo ocurrió en el 2011, cuando el popular José Antonio Monago superó al socialista Guillermo Fernández Vara). En las diez restantes la región se ha teñido mayoritariamente de rojo, también en el 2023, aunque la alianza de los populares con Vox les impidiera gobernar.

En la anterior cita electoral, en Cáceres el PP obtuvo trece diputados y el PSOE doce. En Badajoz, los socialistas superaron a los de María Guardiola dieciséis a quince. Este resultado tan ajustado en ambas provincias acabó en un empate a 28 en el conjunto de la región, con el PSOE ligeramente por encima en número de votos. Dos años más tarde, en las calles de Extremadura, que el ARA ha recorrido durante tres días, prácticamente todo el mundo da por sentado lo mismo que indican las encuestas. Que el PP ganará mejorando resultados sin llegar a la mayoría absoluta (que se sitúa en 33 escaños), mientras que el PSOE retrocederá (algunos sondeos los hunden hasta los 21 diputados). Ahora bien, todo apunta a que el intento de la actual presidenta autonómica de deshacerse de Vox con esta convocatoria anticipada de elecciones –no tocaban hasta el 2027– se verá frustrado por el ascenso de la extrema derecha, que podría doblar el número de escaños y pasar de cinco a diez o más. Quien también podría aprovechar la debilidad del PSOE es Unidas por Extremadura, la coalición de izquierdas liderada por Podemos, que aspira a arañar a un par de diputados más (en las anteriores obtuvo cuatro).

La lluvia deja el mercadillo de Valdefuentes con sólo un par de paradas.

Así, si este 21 de diciembre se confirman estas sensaciones en las urnas, las miradas no estarán puestas en el alcalde de Mata de Alcántara, un municipio de unos 300 habitantes, sino en el liderazgo de Gallardo en Extremadura y también en el de Pedro Sánchez en el Estado. "Entre ladrones y puteros, mira cómo estamos. Con todo lo que está saliendo, me he pasado a Vox", dice a este diario visiblemente enfadada Tina, una trabajadora del hogar de mediana edad mientras va al trabajo por el centro histórico de Cáceres. Se levanta una de las mangas de la chaqueta para enseñar una pulsera de la formación de Santiago Abascal. Será la primera vez que apueste por la papeleta verde. Hasta ese 2025 siempre había depositado su confianza en los socialistas, de quien dice sentirse decepcionada. A lo largo de la campaña extremeña, el goteo de noticias sobre casos de acoso sexual y de corrupción vinculados al PSOE han sido una constante y pueden haber influido en la opinión pública. Durante el encuentro de socialistas en Malpartida de Cáceres la televisión del bar muestra imágenes sin sonido de la comparecencia del presidente del gobierno español del lunes en la Moncloa, en la que se mostró determinado a resistir a pesar de los escándalos que le acorralan.

Miguel Ángel Gallardo en un encuentro con vecinos de Malpartida de Cáceres.

En una conversación informal con el ARA en esta localidad de Cáceres de unos 4.000 habitantes, Gallardo admite "preocupación" y que parte de unas "condiciones adversas", pero se contagia a la misma capacidad de resistencia a la que alude Sánchez desde la pantalla del local. Él mismo deberá sentarse en el banquillo de los acusados ​​en el juicio por la contratación del hermano de Sánchez en la Diputación de Badajoz. El candidato socialista tilda de "falsedad" la acusación de prevaricación y tráfico de influencias y dice confiar en que el votante de izquierdas no dé credibilidad. Algunos de los militantes que le acompañan subrayan que le ven "fuerte" y desconfían de las encuestas debido a que, a su juicio, no reflejan del todo la realidad del territorio, con pueblos muy pequeños en los que la implantación de los partidos tradicionales es muy grande y en los que Vox no se ha desplegado, pese a que Abascal haya estado haciendo campaña incansablemente por el. Ahora bien, otras voces del PSOE critican en privado que se haya situado a una persona procesada como cabeza de lista y ven a Gallardo como un lastre para tan consolidadas siglas en Extremadura.

"Hay más gatos que personas"

En la provincia de Cáceres casi la mitad de los municipios están en riesgo de desaparición y solo hay tres de más de 15.000 habitantes. Es una de las zonas con menor densidad de población de España, con menos de veinte personas por kilómetro cuadrado (la media estatal es de unas 96). "Hay más gatos que personas", bromea con el ARA Mari Carmen, de 28 años, sobre su pueblo, Pedroso de Acim, un municipio de menos de cien habitantes (gobernado por el PSOE) a unos 50 kilómetros al norte de la capital provincial. Regresó a casa de sus padres porque no encontraba trabajo en Cáceres ciudad –en la provincia la tasa de paro supera en cinco puntos a la media española– y se ha convertido en una de las cinco personas menores de 30 años que viven en esta población. Ahora trabaja, temporalmente, de auxiliar administrativa en el Ayuntamiento con la idea de volver a marcharse cuando pueda. El resto de vecinos son una inmensa mayoría de jubilados. Las calles de Pedroso de Acim un día de invierno entre semana están vacías de personas pero, efectivamente, llenas de gatos. Para poder hablar con alguien hay que llamar a la puerta de las pocas casas que, por detalles como la presencia de plantas o decoración navideña en sus puertas, parecen habitadas.

Evolució de la població a Extremadura i a Espanya
María paseando por Pedroso de Acim.
Pedroso de Acim, Cáceres.

En una de ellas vive María, de 80 años, con uno de sus hijos. Relata a este diario que la suya es de las pocas familias que quedan porque mucha gente se fue a trabajar fuera. Ella tiene sus hermanos y sobrinos en Bilbao. En fiestas o en verano, cuando los emigrantes vuelven y aparecen turistas, la población se triplica. Es un relato que en el recorrido por pueblos de Cáceres que hace el ARA se va repitiendo. "Extremadura ha quedado como quedan los países subdesarrollados", reflexiona en una conversación con este diario el doctor en sociología y catedrático jubilado de la Universidad de Extremadura José Antonio Pérez Rubio, quien concluye: "Todo lo exportamos, pero el valor añadido no se queda ahí". Dice que se han beneficiado de ello comunidades como País Vasco, Cataluña y Madrid. "Algo falla cuando ves que los jóvenes no se quedan", sostiene, y pone a sus hijos de ejemplo. Tres de cuatro, con estudios superiores, se han ido al extranjero oa ciudades del Estado como Barcelona. Pérez Rubio añade que mientras que en los años 60 del siglo pasado Extremadura exportaba "mano de obra", ahora lo hace de "capital intelectual". Una de las vías para retener una parte es a través de los empleados públicos. "Somos la región con más funcionarios por mil habitantes de todo el país, es una carga financiera enorme".

"Como si fuera Congo"

Recorrer en coche esta área –el transporte público es casi inexistente– significa encontrarse con pocas personas y grandes extensiones de una tierra "olvidada" con una riqueza natural "desconocida" que ahora está empezando a obtener incluso la atención de la Comisión Europea (CE) debido a que es rica en minerales. "Han aparecido de golpe decenas de proyectos de minas como si esto fuera una reserva al estilo del Congo", dice el propio catedrático extremeño. A principios de este año, la CE declaró estratégicos tres proyectos mineros en Extremadura, y uno de ellos está junto a Pedroso de Acim. Se trata de la mina de litio –material que se usa en las baterías de los coches eléctricos– de Las Navas, que se ubicaría en unos terrenos municipales del municipio de Cañaveral. Si el planteamiento de la compañía Lithium Iberia sale adelante, supondrá la desaparición de cientos de hectáreas de dehesa en un enclave colindante con la reserva de la biosfera de Monfragüe, que tiene una alta densidad de aves en peligro de extinción. "Ecológicamente es una aberración montar esto aquí", denuncia César, vecino de la zona, mientras pasea con el ARA entre encinas centenarias en un área –la que quedaría afectada– en la que ahora pastan terneras.

Vacas pastando en la dehesa de Las Navas.

Tanto César como Julio, activista de Ecologistas en Acción, forman parte de una plataforma que lucha por la conservación de un hábitat que, lamentan, mucha gente de la zona no es consciente de su alto valor. Se quejan de "la opacidad" de las administraciones implicadas y de la connivencia de los alcaldes de la comarca, que "se han creído" que puede ser una solución a la despoblación y paro. Denuncian, además, que los promotores del proyecto se aprovechan de que la gente "más preparada" y que podría oponer resistencia se ha marchado y "la inmensa mayoría de la población es gente mayor, sin estudios, que necesitan trabajo" y viven en pueblos pequeños "alejados entre sí". "Supondrá joderlo todo por cuatro puestos de trabajo de mierda que no solucionarán nada y no serán para mano de obra calificada. Pan para hoy y hambre para mañana", avisa César, que tiene un negocio de turismo rural que quedaría tocado de muerte debido a que está situado a menos de un kilómetro del "enorme agujero". Unidas por Extremadura es la única formación que se opone claramente a estos proyectos, así como la única que defiende el cierre de la central nuclear de Almaraz, previsto a partir de noviembre de 2027.

Mientras Cañaveral tiene una renta per cápita por hogar de 24.339 euros, en el municipio de Almaraz sube a los 42.354 euros, la más alta de Extremadura. Alcaldes y entidades de la zona también han formado una plataforma, con miembros de signos políticos diferentes, que aboga por que la central siga funcionando, ya la que, en este caso, no están adheridas las organizaciones ecologistas. "Es la mayor industria de Extremadura, que da empleo de alta calificación. Somos 4.000 familias las que dependemos de la central y estamos en una situación de incertidumbre porque probablemente nos veríamos obligadas a emigrar. Extremadura no es una región en la que las oportunidades industriales abunden", relata a este diario4 Patricia. su caso la central le ha permitido regresar a su lugar de origen después de haber estudiado en Madrid. "No existe ninguna razón técnica para cerrar una instalación que aporta el 7% de la energía que consumimos en España", añade.

César y Julio en la zona que quedaría afectada por la mina de Las Navas.
La Patricia a la central nuclear d'Almaraz

¿Qué ocurre con Vox?

Abascal es el líder estatal que más kilómetros de Extremadura ha recorrido en campaña. Este lunes estaba justamente en Almaraz proclamando, ante la preocupación por el futuro de la zona, que tanto Guardiola como el PSOE comparten "las políticas del fanatismo verde" que ponen en peligro a la central. Otro de los argumentos de la extrema derecha es que el bipartidismo "arruina el campo". El sector primario tiene un peso en el PIB de Extremadura del 7%, cuando la media en el Estado es del 2,5%. "Mucha gente en este pueblo vive de la agricultura y de la PAC [Política Agraria Común]", confirma Álvaro Arias, alcalde popular de Valdefuentes, un municipio de 1.100 habitantes a 34 kilómetros al sur de Cáceres, que cuestiona los planteamientos de Vox. "¿Cómo debemos ir en contra de Europa? No se les puede votar en modo alguno por el mensaje que tienen y porque no nos conviene a una comunidad que dependemos mucho de las ayudas de Europa. Si no fuera por Europa nosotros seríamos tercermundistas", argumenta Arias. Este cargo del PP se dedica a pedir a sus vecinos que "voten con la cabeza". A su juicio, en la última semana de campaña la extrema derecha se estaba "deshinchando" porque han actuado con "falta de humildad". Ahora bien, se resigna cuando menciona a los electores de menor edad. "Los jóvenes están con Vox", constata.

Álvaro Arias, alcalde de Valdefuentes.

Horas después de esta conversación con el ARA en el despacho de Arias, Abascal tiene un mitin en Mérida. Este diario comprueba que entre los asistentes hay una parte relevante de jóvenes e interroga a una decena. Todos ellos son menores de edad y todavía no pueden votar. También coinciden en que en sus respectivos institutos la simpatía hacia Vox es la tendencia mayoritaria. Un grupo de chicos de entre dieciséis y diecisiete años que se enteraron de la convocatoria por Instagram citan entre los motivos de su simpatía la "transparencia" de Abascal, así como "el tema de la vivienda" y la "inmigración" –"Hay demasiado", dicen–. Según el censo de población, el número de extranjeros residentes en Extremadura creció un 7,15% durante 2024. Ahora bien, la población extranjera supone únicamente el 4,4% del total de la población, muy por debajo de lo que representa en el conjunto del Estado, que es un 14%. "El problema es que Vox aprovecha el cabreo que tenemos todos los jóvenes y se lleva los temas a su terreno", reflexiona Vanesa, una estudiante de primero de derecho y criminología en la Universidad de Extremadura.

Evolució de la taxa de població estrangera
Percentatge sobre el total anual

Esta respuesta no la hace en el acto de Abascal, de quien se distancia, sino acompañada de otras tres chicas, a las que Vox tampoco ha conseguido convencer, de camino a una clase de derecho romano en el centro histórico de Cáceres. "Es gente que no tiene conocimiento suficiente para opinar de política, y este hombre hace discursos populistas que si no tienes idea de qué hablan, como lo dice tan seguro y con tanta firmeza, te lo acabas creyendo", lamentan todas ellas, que pese a distanciarse de la extrema derecha dicen "no fiarse" de ningún otro partido. "Bajará la participación", vaticina Arias, quien cree que, más allá del desencanto, el hecho de que por primera vez las autonómicas no coincidan con las locales, que generan mayor interés, hará que haya gente que tenga menos alicientes para acudir a los colegios electorales. "Yo no votaré. Y será de las pocas veces que no lo haga, y es porque no sé a quién votar. Tengo dos hijos, de 24 y 25 años, que se inclinan por Vox. No comparto sus ideas, pero a veces les entiendo", explica María Guadalupe, trabajadora de una residencia de ancianos en Torreque.

Santiago Abascal en Mérida.
Jóvenes simpatizantes de Vox en Mérida.

Según explica Pérez Rubio, el catedrático de sociología jubilado, este pueblo que ahora tiene 560 habitantes perdió a la mitad de la población a mediados del siglo XX por una emigración masiva a un mismo pueblo de Alemania para huir de la miseria. María Guadalupe, de hecho, ha nacido allí y entre los usuarios del equipamiento de titularidad pública, pero gestionado por una empresa privada, hay personas que regresaron de Alemania para jubilarse en su lugar de origen. "Mucha gente iba sin documentación", y algunos ni siquiera aprendieron alemán, recuerda esta trabajadora. Asimismo, se queja de los inmigrantes que ahora llegan sin papeles a Extremadura: "Y no se adaptan a nuestras costumbres", añade.

El culto a lo ibérico

Una de las tradiciones extremeñas tiene que ver con el jamón ibérico. Si bien los rebaños ovinos son los que más cabezas tienen, con casi 3,5 millones, les siguen los cerdos con casi 1,5 millones –hay más que personas, ya que la población no llega al millón cien mil, según el INE–. En los 40.000 kilómetros cuadrados de Extremadura, una extensión equivalente a la de Suiza, más de un millón de hectáreas son dehesa. Los cerdos que se crían, bajo la denominación de origen Dehesa de Extremadura, están en explotaciones extensivas al aire libre, un desafío en caso de que llegara la peste porcina. Por el momento la asociación de ganaderos Aeceriber, que se han unido "en la defensa de la raza porcina ibérica", recomienda extremar las condiciones de bioseguridad y limitar el acceso a las fincas aunque la enfermedad esté sólo concentrada por ahora en Barcelona. Si llegara a Extremadura sería "un problema grande" y "muy difícil de detener". "Aquí hay mucho jabalí", advierte Pedro, que tiene una pequeña empresa de producción de ibéricos en Montánchez, un municipio de unos 1.500 habitantes que se ha convertido en un reclamo turístico relacionado con el jamón –la industria turística está en auge–. Sobrepasado de encargos de cara a Navidad, confirma al ARA que los precios y la demanda de los productos ibéricos no se han visto alterados. Con una mirada puesta en su libreta y otra en las elecciones, indignado por la "parálisis" que ha implicado el adelanto electoral, avisa de que Guardiola "ha hecho el burro" y debería "irse a casa" si se confirma que lo que consigue no es romper la dependencia con Vox, sino inflarlo más.

Jamones ibéricos de Montánchez.
Pedro ultimando pedidos de ibérico.
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